Erased消された (Español)

esto comienza - 始まります

¿Por qué las cosas siempre empiezan conmigo apenas despertando?

Parece que cada día lleno de acontecimientos en mi vida comienza cuando me levanto de la cama en las primeras horas de un sábado por la mañana, cuando podría estar profundamente dormida y soñando con tiempo más felices. Realmente no puedo quejarme por completo, no cuando puedo despertarme con cosas como Shota Aizawa todos los días. Particularmente no disfruto despertarme antes de que suene la alarma a un lado de la cama, pero si puedo abrir los ojos antes que él, si puedo sumergirme en los rayos más suaves de la luz del sol de la mañana mientras lo veo roncar por lo bajo junto a mí, parece ser un intercambio justo. Sacrificando un par de horas de sueño para ver al hombre normalmente cansado respirar suavemente, su exhalación empujando mechones de cabello color azabache hacia arriba solo para que colapsaran sobre su rostro una vez más, para ver su nariz arrugarse, su pálida piel siendo calentada por el sol que comenzaba a forzar a través de nuestras cortinas. ¿Qué tanta suerte tengo que tener para despertarme en esta cama todos los días? Pasar de vivir sola en un mar de oscuridad y autodesprecio de una niña que solo podía escuchar los ecos de su pasado y no ver nada más que su propio dolor.

De alguien que sintió que sobrevivir no era más que una tarea.

¿Cómo puede alguien como eso, comenzar desde allí y terminar donde estoy ahora? Rodeada de los que me aman, haciendo lo que he soñado hacer desde niña y descubriendo nuevos sueños que quería perseguir. No fue un camino fácil de tomar, un rastro simple que podía seguir sin tener que adivinar mis acciones, no-. Tuve que abrirme mi propio camino, tuve que crear mis propias opciones y saltar a cosas que no siempre fueron elecciones sencillas. Tuve que sufrir.

"Si sigues mirándome, comenzaré a pensar que estás obsesionada." Su voz monótona era ronca y gentil algo que me había acostumbrado a escuchar cuando el gruñón héroe borrador apenas comenzaba a despertar. Sonreí para mí misma, sabiendo que aún no tenía la fuerza para abrir los ojos, cuando me acerqué y le aparté el cabello ennegrecido de la cara.

Tuve que sufrir, tuve que luchar, tuve que aguantar.

"¿Y qué si lo estoy?" Pregunté, mi tono era tan suave como un susurro mientras mi toque rozaba su mejilla. Shota frunció los labios en una línea delgada y apretada, aclarándose la garganta, lentamente comenzando a moverse debajo de las sábanas blancas de nuestra cama. Rodó sobre su espalda, ya que estar de lado previamente debió haber sido incomodo para el hombre cansado, estirando los brazos hacia arriba, por lo que las mantas que cubrían su torso desnudo se deslizó lo suficiente para que yo pudiera vislumbrar su pecho descubierto.

Tuve que engañar, tuve que mentir, tuve que hacer cosas de las que no estoy del todo orgullosa.

"Rara." Murmuró con un bostezo, haciendo que mi mandíbula cayera de una manera juguetona. Enarcó una ceja, mirándome a través del flequillo de su cabello con una sonrisa descarada mientras me reía.

Pero todo lo que hice, por doloroso que pudiera haber sido, todo me trajo de vuelta a ti.

"Si eso es lo que crees que soy, supongo que puedo irme." Suspiré, quitando las mantas y sentándome, "Obviamente no soy querida aquí." Bajé los pies del costado de la cama, preparándome para ponerme de pie, pero un par de brazos fuertes me rodearon la cintura de un tirón. "¡Sho!" Fui arrastrada a un lío de abrazos matutinos, el cuerpo de Shota presionado contra mi espalda, apretándome con fuerza, apoyando su barbilla en mi hombro.

Así que llámame loca, llámame tonta, pero créeme, lo haría todo de nuevo si eso significara tu piel contra la mía por el resto de mi vida.