Capítulo #9

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Los minutos observándola fueron largos hasta que después de un suspiro se fijó en que probablemente podría enfermar y tomo una sábana del armario la cual con mucho cuidado se la colocó por encima. Intento no despertarla en el proceso pero fue difícil no colocar un beso encima de su cabello para después marcharse.

Procedió a quitarse la capa blanca con llama rojas y colocarla en el sillón. Ya de por sí era molesta puesto que está era mucho más pesada que su antigua capa que extrañaría por un mes y se adentro en la cocina.

Quizá no era un gran experto en eso de preparar un desayuno y el cansancio acumulado tampoco estaba ayudando pero luego de dos horas de arduo trabajo en la cocina. Logro preparar un desayuno decente en modo de disculpa.

Era muy díficil cargar con una sola mano la bandeja de comida pero se las arregló para llegar a su habitación y colocarla encima de una mesa. No quería despertarla pero si la memoria no le fallaba tenía una hora nada más para llegar a su turno en el hospital.

Se inclinó suavemente sobre la cama y pensó por un largo rato en colocarle un beso en la frente o llamarla por su nombre pero jamás espero que en su cercanía perdiera la cordura al oler su exquisito aroma. Se acercó más y quitó un mechón de su rostro que estorbaba en su camino. Luego colocó un beso casto en su labios que no logro hace mucho haciendo que Sasuke abriera los ojos sorprendido. Sakura sí que dormía profundo.

Lo volvió a intentar colocando otro beso casto en sus labios pero siguió sin funcionar así que fue por algo más y mordió uno de su labios como a ella le gustaba para su completa confusión tampoco sucedió nada. Extrañadisimo procedió a besarla de nuevo, esta vez con más intensidad y mucho más pausado haciendo que en el momento de levantar su rostro, descubriera la verdad.

El color había teñido las mejillas de Sakura dándose color que todo este tiempo había estado despierta a la espera que su esposo se esforzará por darle unos maravillosos besos para despertar. Esto no era algo de todos los días así que tenía que aprovechar.

Sasuke se alejó con fingida molestia al ver que su esposa todo este tiempo le había estado jugando con el y para empeorar su situación. Sakura ya no soporta más presión y estalló en risas.

-¡Buenos días Anata!-Exclamo una risueña Sakura que además se retiraba en la cama dejando que una pierna se saliera por debajo de la sábana en busca de un poco de atención y vaya que provocó el efecto que deseaba.

Sasuke había perdido el hilo de sus pensamientos por esa desafíante pierna la cual no dejaría escapar si no fuera porque Sakura tenía que arreglarse.

-No más buenos que los míos-dijo en respuesta colocando un beso suave y sonoro por encima del muslo. Algo que Sakura respondió con un gemido mas antes que lograra desarmar a su esposo, este ya había puesto la bandeja de comida en sus piernas.

Eso era jugar muy sucio más eso pasó a segundo plano cuando vio como se había esforzado con el desayuno. Una disculpa de su parte por no haber llegado la noche anterior pero realmente lo esperaba después de ver la gran pila de tarea encima de su mesa.

-¡Gracias!

Susurro metiéndose a la boca unos pedazos de tortitas con mermelada de fresa y sirope. Acompañados con fruta, granola y jugo de naranja. Ambos comieron tranquilamente entre charlas banas y sonrisas las cuales se vieron interrumpidas por Sakura que tenía que ir al hospital.

Fue una lástima verla en ese hermoso y seductor vestido verde esmeralda que cubría como un guante las curvas de su esposa y verlo poco tiempo después remplazado por su ropa tradicional y una bata blanca.

-¡Nos vemos anata!

Grito lo suficientemente alto para despertar a todo el complejo de apartamentos y eso lo hizo sonreír.

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