Peaches and Cream // Libro N#2 KookV

99. ᴘᴀᴅʀᴇ ʀᴇsᴘᴏɴsᴀʙʟᴇ

๛Taehyung estaba comenzando a preocuparse por la estabilidad emocional de su esposo.

Cada vez que hablaba con sus hijos era todo sonrisas y optimismo, pero sólo bastaba con que anocheciera para que se convirtiera en un lío tembloroso de lágrimas y sollozos.

A diferencia de el mismo Taehyung quien se había quedado prácticamente sin voz regañando a su hija y que llevaba días haciéndolo a diario, el cirujano intentaba interceder por ella.

Taehyung comenzaba a pensar que eso no podía ser algo sano, Yeonjun había decidido llevar a cabo su viaje luego de la reunión familiar que habían tenido al día siguiente, en donde Eun-ji le había asegurado que no habría una gran diferencia si lo posponía.

A diferencia de sus padres, Yeonjun no había sido tan compasivo y ni siquiera había tenido que levantar la voz para finalmente hacer entender a su hermana menor de la gravedad de su situación.

Por primera vez desde que se habían enterado de su embarazo ella se había mostrado realmente afligida y no había dejado de llorar a medida que las palabras salían de entre los labios de Yeonjun.

Jungkook había intentado interrumpir pero Taehyung se había visto en la obligación de frenarlo.

Sabía que sus hijos necesitaban tener esa conversación, o más bien sabía que el peso de las palabras de Yeonjun podría calar más profundo en la mente de su niña.

A diferencia de Taehyung y Jungkook, Yeonjun no se había guardado absolutamente nada.

El cocinero volteó en la cama, quedando tendido sobre su espalda mientras observaba el techo recordando lo poco que había conseguido oír de la conversación de sus hijos antes de que Yeonjun los corriera de la habitación para tener más privacidad mientras hablaba con su hermana.

──No puedo creer que fueras tan estúpida ── comentó Yeonjun ── esa no eres tú, eras más lista que eso ¿lo sabes? ── preguntó ── ¿en qué mierda estabas pensando?

──Creí que los anticonceptivos funcionarían ── admitió avergonzada Eun-ji

──Esa no es una excusa, te lo dije mil veces también te lo dijo papá, ¡sólo faltó que te lo dijera Hannie por el amor de Dios! ── comentó alzando la voz ── ¿sabes lo que es parir? ── preguntó molesto ── sí sabes que vas a sufrir las penas del infierno pariendo a ese bebé, ¿verdad? ── señaló ── tu cuerpo ni siquiera se ha desarrollado correctamente, créeme que si fueras mi hija no tendría compasión por tí como la están teniendo nuestros padres ── admitió ── podría tenerla si se tratara de una chica que no sabía en que se estaba metiendo, pero te llevaron a ver a un ginecólogo y te dieron la charla más de una vez, ¡yo mismo te di la charla más de una vez! ── alzó nuevamente la voz oyendo los sollozos de su hermana ── no creas ni por un minuto que porque nuestros padres te apoyan podrás descansar en ellos ── advirtió ── te ayudaré en todo lo que me sea posible pero la madre de ese niño eres tú, quien responderá por el eres tú ── la señaló ── Dios sabe lo mucho que te amo, es justo por eso que necesito que entiendas que cada una de tus acciones tiene consecuencias ── aseguró ── no te creo absolutamente nada ese cuento de los anticonceptivos, eres la más lista de entre los tres y lo sabes ── señaló frustrado ── si lo que quieres es hacer las cosas bien entonces enfrenta esto como una mujer, no escondiéndote en los brazos de papá, si fuiste capaz de hacer cosas de adulto entonces comportate como una mujer y ya deja de llorar porque no te estoy lastimando, sólo te estoy corrigiendo ── comentó molesto ── al menos ten la decencia de verme mientras te hablo ── señaló haciendo que su hermana alzara la mirada rápidamente ── esto ya no se trata sólo de tí o de papá o de mí, se trata de aprender de tus errores y aunque no te guste o tengas otros planes, si sientes aunque sea un mínimo de remordimiento por haber traicionado la confianza de nuestros padres, vas a dedicar tu vida a honrarlos por esta oportunidad y no sólo a ellos, sino también a tu hijo quien no tiene la culpa de nada porque no te pidió traerlo al mundo ¿está claro?