GiyuuSane Oneshot's

Pilar del Agua

A Sanemi siempre le gusto el pilar del agua pero solo hasta sus últimos días tuvo el valor de decirlo.
***
Después de la pelea con Muzan todo se sentía extrañamente tranquilo, se escuchaba el sonido de las aves cantando y la suave ventisca que atravesaba por la finca del viento.

Por el lado de uno de los últimos pilares en pie había decidido quedarse en su finca a esperar que la señora muerte viniera por el, no tenía familia, y los demás habían empezado a hacer su propia familia por aparte, así que su final iba a ser triste y solitario.

Se lo merecía, pensaban algunos y el también lo pensaba, pero ya realmente no le interesaba, incluso estaba feliz porque su ahora amigo Giyuu iba a casarse con una hermosa chica, pero el no iba a asistir a la ceremonia, no iba a soportar ver como el amor de su vida se iba y rehacía su vida con una hermosa mujer que le puede brindar de todo.

—que aburrido estar aquí solo, Sanemi-san— la voz de la joven Nezuko se escuchó detrás de él, el peliblanco sonrió al escucharla, ambos habían hecho una tregua y una rara amistad que se basaba en molestarse mutuamente— Zenitsu y yo preparamos ohagi, pensé que le gustaría.

—Gracias mocosa— le respondió Sanemi sin mirarla, estaba escribiendo algo mientras que las guardaba en una pequeña caja— me enteré que planean casarse en unos meses.

—¡si! Se que estamos jóvenes pero ha pasado ya casi 2 años desde lo de Muzan, ya estamos grandes, usted también debería de hacer su propia familia— Nezuko comentó acercándose al hombre.

—Mocosa, no me queda mucho, no necesito formar una familia si se que en unos meses o en un año morire.

Ese día fue la última vez que Sanemi charlo con la chica kamado, sus años se volvieron tristes y solitarios, pero su mente se concentraba en terminar de escribir aquellas cartas que luego dejaría a los hijos de sus amigos o incluso a sus amigos.

Su cuerpo se empezó a volver frágil, su respiración cada vez se volvía más dolorosa, pero sus pensamientos se concentraban en algún día poder abrazar y sentir el tacto por última vez de Giyuu.

*toc toc*

La puerta sonó, y ahí lo vio, giyuu cargaba a su hija, mientras que se acercaba a el, sus ojos estaban llorosos, podía verlo, le dolía verlo en ese estado.

—¡Nemi!— la hija 2 años de Giyuu se lanzó a los brazos del peliblanco, mientras que tiraba de su haori levemente— papá!

—Si, Kaori— los tres se sentaron a disfrutar de la noche estrellada, Giyuu sabía que su hija tenía más afición con Sanemi que incluso con su propia madre, siempre se emocionaba cuando Sanemi cepillaba su cabello, y la cargaba a pesar de que todos sus huesos dolían.

—Me acorde de cuando no aceptabas tu lugar como pilar del agua ¿por qué?

—Me sentía cobarde, sentía que no merecía el puesto, mucha gente dio su vida para salvarme a mi—el pelinegro tocó donde su brazo anteriormente estaba— encontré la felicidad, se que no me durara tanto, pero pude acercarme a ti, tener una familia, pude querer a alguien.

—me alegra que tu vida allá mejorado tomioka— Sanemi revolvió el cabello de Giyuu con delicadeza, notando como el pelinegro se ruborizaba levemente.

Ambos se quedaron el silencio notando como lo único que se escuchaba eran los quejidos de la niña que se acomodaba en el regazo de su padre buscando calor humano.

(...)

Su fin estaba cerca lo sentía, no podía pararse de su cama, y Giyuu a veces iba a cuidarlo, sabía que moriría ese día, su cuerpo ya no tenía movilidad, y su respiración estaba pesada.

—Perdón— susurro Giyuu mientras que se encontraba sentado a un costado del futon de Sanemi, mientras que lo agarraba de su mano.

—Que lindo, morire al lado del pilar del agua, como diría Tengen "extravagante"— soltó una broma haciendo que el contrario llorara más, y reforzara su agarre— venga Giyuu ya sabíamos que iba a pasar.

—¡pero no tan pronto! Era hasta los 25, Sanemi tienes 24, te quedaba un año— el cuerpo de Giyuu tembló al ver como sus ojos se cerraban— ¡nunca me olvidare de ti! Nunca olvidare lo mucho que admiraba al pilar del viento y como el...como me hiciste sentir para que aceptara mi lugar como el pilar del agua, te amo y te amare por siempre.

—Giyuu, tal vez en otra vida estaremos juntos, perdóname.

A media noche Sanemi había muerto entre los brazos del pelinegro, entre los brazos del pilar del agua.

>>>

—¡Ha!— el peliblanco se levantó de golpe en su cama, sintiendo como su respiración era agitada, tosió al recordar nuevamente ese sueño, para mirar la hora de su reloj electrónico que marcaban las 2 am— Que mierda.

Los sueños con aquel pelinegro se hacían más constantes, ¿pilar del agua? Enserio lo había amado tanto en su otra vida, decidió estirarse en su cama para restregar sus ojos e intentar volver a dormir.

Era una estupidez nunca había visto algún chico así en su vida, sus antepasados lo perseguían haciéndolo tener pesadillas, a veces despertaba a sus hermanos y los hacía preocupar.

9 am.

Sus clases habían empezado, la preparatoria era pesada para Sanemi, pero por fin iba a lograrlo, iba a lograr superar a Obanai en el examen de química (no era verdad pero le hacía gracia molestar a su mejor amigo)

Cuando se sentó, y empezaron las clases notaron que había llegado un nuevo estudiante, lo típico ojalá no fuera un engreído como los que habían llegado hace un par de semanas.

—Bueno chicos, démosle la Bienvenida a Tomioka Giyuu— ese nombre hizo que la mirada de ambos chocaran, ganándose una pequeña sonrisa por parte del pelinegro.

"soy Tomioka Giyuu pilar del agua"

El pelinegro se sentó en una silla cercana a la de Sanemi para extenderle con algo de temor su mano.

—Hola, me llamo Tomioka Giyuu espero nos llevemos bien.

—Shinazugawa Sanemi, un gusto.

Ambos apretaron sus manos, sintiendo una descarga atravesar por sus espaldas, haciéndolos soltarse rápidamente.

"Tal vez en otra vida".