Te estaré viendo [Sterek] [Completa]

Capítulo 4

Derek pasó su tiempo libre el sábado en el restaurante con Stiles. No es que a Stiles le importara, por supuesto. Disfrutaba mucho de su compañía. El restaurante siempre estaba lleno de gente y hacía calor; todavía estaba tan sofocante. Uno de los ventiladores oscilantes comenzó a hacer un chirrido siniestro mientras ventilaba, y luego murió.

—Hace tres veces más calor ahora— ,se había quejado Stiles, quitándose el botón húmedo y abanicándose con un menú.

Derek, sentado en su lugar habitual, puso los ojos en blanco y respondió:

—No, es la misma temperatura.

—Es ridículamente caliente. Me estoy derritiendo. Claro que sí, Derek, como la malvada bruja del oeste del El mago de Oz . ¿Has visto esa película? Es genial. ¡La mayor parte está en color! 

Derek intentó arreglar el ventilador, en la oficina de la Sra. McCall, y Stiles lo extraño tanto que siempre salía corriendo para ver el progreso del "ventilador". Después de la sexta vez que Stiles apareció en la puerta, Derek se levantó y lo besó, y luego le dijo que no regresara hasta que hubiera terminado. Stiles se mantuvo alejado durante unos impresionantes diez minutos antes de tener que volver a ver a Derek.

Después del turno de Stiles, vieron películas consecutivas en el teatro del pueblo. Se sentaron en la parte de atrás y compartieron palomitas de maíz y se burlaron de las ridículas tramas, e incluso algunas personas los hicieron callar. El padre de Stiles estaba en el trabajo esa noche, así que Derek regresó a la casa con él.

Estaban tendidos de lado en el sofá de Stiles, abrazados el uno al otro, cuando Derek preguntó: 

—¿Trabajas el lunes?

Stiles se incorporó sobre su codo y miró a Derek a la cara con interés. 

—Sí, pero probablemente pueda pedirle a la Sra. McCall el día libre. ¿Por qué?

—Hay algo que tengo que hacer y me gustaría que vinieras conmigo.

—Me encantaría—, respondió Stiles, y Derek parecía tan complacido que Stiles tuvo que inclinarse y besarlo antes de que dijera algo estúpido.

*

El lunes por la mañana, Derek recogió a Stiles a las 9:30 am. Le había dicho que se vistiera bien, así que Stiles se había puesto el único traje que tenía. Era color negro y caliente y no respiraba, pero tendría que ser suficiente.

Cuando vio a Derek subiendo por la acera, no esperaba que se viera como lo estaba. Derek vestía un uniforme verde, perfectamente entallados y ajustados. Stiles lo miró boquiabierto.

—Te ves ... increíble—, dijo Stiles, resistiendo el impulso de acortar la distancia entre ellos y besarlo. —No esperaba que te parecieras a...

—¿Un soldado? —Derek sonrió con una media sonrisa cuando Stiles asintió con la cabeza.

Derek no le diría adónde iban y Stiles no preguntó. Pensó que Derek tenía sus razones, y estaba feliz de haberle pedido que lo acompañara.

Stiles se sorprendió cuando Derek detuvo el auto en el estacionamiento del cementerio del condado. Derek salió del auto sin decir palabra y se puso el sombrero del uniforme, y Stiles lo siguió más allá de las hileras de lápidas. Derek tenía la espalda rígida y los hombros dolorosamente rectos mientras avanzaba.

Se detuvieron junto a una larga hilera de lápidas. Un hombre con un uniforme similar, pero con más medallas y rayas que las de Derek, los esperaba sosteniendo algo.

—¿Cabo Hale?— Derek le devolvió el saludó a su superior. —En nombre del Ejército de los Estados Unidos, les damos nuestro más sentido pésame. —Derek asintió con la cabeza y luego tomó la bandera estadounidense doblada en forma triangular que le ofreció el oficial. Después de otro saludo, el hombre se alejó.