Capítulo 33

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Eran las 7:00 PM, ambos chicos estaban por entrar al mar, pero Luca detuvo al mayor y le preguntó;

—oye ojitos ¿A dónde va nuestro amor? y ¿En verdad vamos a asesinar a Leonardo?

El moreno se sacó de onda con la primera pregunta y respondió;

—Luca, mi vida, nuestro amor va muy pero muy lejos, es un amor bonito por qué es único, para serte honesto, ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?, Bueno fue planeado, ya te había visto antes y quería hablarte, pero no sabía cómo, así que yo puse esas cosas en forma para que te acercaras a mí y resultó mi plan —dijo el de los ojos esmeralda—
y en cuánto al tema de ese infeliz, sí, tenemos que hacerlo, por nuestro hijo y por nosotros, sin ese tipo de por medio se acaban los problemas, pero hey, mírame a los ojos pececito, ¿Sabes que te amo, verdad?

Luca miraba con ternura a su amado, lo abrazó y respondió —yo también mi vida, hagamos esto ya—

Ambos nadaron hacía la isla tomados de la mano y una vez en el lugar, el moreno dijo;

—Recuerda mi vida, ese tiene que sufrir por todo lo que nos hizo a nosostros y a nuestro hijo, ¿Estamos?

—Está bien mi vida, estamos —dijo el
menor—

Los dos subieron a la torre y ahí está Leonardo, forsejeando intentando soltarse, pero era inútil, el de piel morena le había hecho nudos bastante apretados.
Después de verlo, ambos chicos subieron a lo alto se la estructura y miraron el atardecer juntos, sin decir nada, sólo con sus manos entrelazadas.

Cuando el sol se metió en el horizonte el de piel morena dijo; mi vida, crees que podríamos... —¡Asesinarlo ya! —dijo Luca exaltado— ambos se miraron y rieron.

—Hagámoslo de una vez pececito, tu y yo estamos ya impacientes de hacerlo —dijo el moreno mientas extendía su mano hacía el menor—

Ambos bajaron hacia dónde Leonardo estaba y comenzó la tortura.

Luca lo quitó la sábana que lo cubría y este los vió a ambos, esté quería hablar pero no podía por la cinta en su boca, Luca comenzó a hablarle al oído diciéndole

—¿Recuerdas que te dije que te iría muy mal y sufririas por todo lo que nos hiciste? Bueno, el momento ya llego.

—¿Cómo quieres empezar pececito? —dijo Alberto—

—hazle uno de esos cortes que haces con los pescados —dijo el menor—

El chico de la piel morena accedió e hizo unos cortes en las piernas del chico de cabello ondulado, el cual se retorcía del dolor.

—y vendrán cosas peores —le dijo el
menor—

—Bien, pásame un cuchillo más grande que trajiste mi vida —expresó Luca—

ya con el cuchillo en mano, el castaño dijo con una voz tétrica

—ahora te voy a quitar los dedos de las manos, uno por uno para que no puedas agarrar nada más —comenzó con la mano izquierda pero al ver que no podía con el cuchillo, decidió tirarse agua en si para dejar ver su apariencia marina y así sus afiliados dientes, con lo cual le fue arrancando dedo por dedo.

El moreno hizo lo mismo de tirarse agua en si, y prosigo a hacer lo mismo que su novio, pero con la mano derecha.

Leonardo estaba retorciéndose del dolor, medio se escuchó que expresó “¡ya paren!”
Pero fue completamente ignorado por la pareja, acto seguido, los chicos tomaron los cuchillos y comenzaron a arrancarle la piel con éstos, dejándolo sin está desde su cara hasta el abdomen.
Leonardo estaba por desmayarse cuando recibió un fuerte golpe de Alberto en la cara, —¡No te duermas todavía cabron!, falta la mejor parte—

—¡Pero anda Leo!, no estés triste verás a Alberto por última vez antes de que mueras, tu regalo de compensación —dijo el castaño sarcásticamente—

—Okey ojitos, la mejor parte está por venir, decía Luca mientras veía a su amor—

El moreno cargó al chico ya moribundo y lo lanzó hacía abajo, acto seguido ellos bajaron de la estructura.

—hoy vas a aprender a nadar leo, ¿Recuerdas que me decías que te enseñará?, Pues hoy es el día.

Antes de entrar al agua, el moreno le quitó la cinta de la boca y el chico del cabello ondulado suplicaba que lo dejarán en paz.


—¡Ya por favor!, los dejaré en paz, pero déjenme ir ya, ¡por piedad!

—¿Acaso tú tuviste piedad con lo de mi hijo?, ¿No verdad?, dijo el de los ojos esmeralda a su vez que se introdujo al agua con Leonardo atado en la silla,

—Tengo las piedras mi vida —gritó Luca para que Alberto le pusiera dos grandes y pesadas piedras encima del de ojos Avellana y bajarán al fondo del océano para ver cómo el chico del cabello ondulado agonizaba.

—¿Qué paso Leo, no puedes nadar? —dijo el moreno sarcásticamente—

Ambos monstruos marinos rieron al ver los gestos de Leonardo ahogándose poco a poco hasta que el chico se quedaba sin oxígeno. Por último, el menor se acercó a el, y le sacó el ojo derecho, terminando así con su vida.

—¡Ay leo! vete y pudrete en el infierno, allá estarás mejor —dijo el moreno—

—Vámonos ojitos que por la sangre que sale de su ojo y se si cuerpo, vendrán los tiburones y ellos se van a encargar de desaparecerlo —exclamó el menor—

Ambos salieron del agua y se dirigieron a la torre, el mayor dijo;

—¿y bien pececito?, ¿Ya estás más tranquilo?

—La verdad si ojitos, ahora ya sólo estamos tu y yo, no hay nadie más que nos moleste —dijo el castaño mientas se acababa a los labios del moreno—


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Se viene un +18 🥴

Si, después de muchos capítulos viene uno, perdón por ponerlo hasta ahora, pero ya viene.

Mi Corazón Es Todo Tuyo (LucaxAlberto +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora