Take my Heart [✅]

10. Caleb

ANTES DE LEER: ESTE CAPITULO CONTIENE VIOLENCIA EXPLICITA. 

SI ERES UNA PERSONA ALTAMENTE SENSIBLE A LA VIOLENCIA TE RECOMIENDO NO LEER ESTE CAPITULO, DE LO CONTRARIO LO HACES BAJO TU PROPIO RIESGO. 

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CALEB

Vivir con mi abuela era realmente bueno, me consentía mucho y pude contarle la verdad sobre Madelaine, ella me escuchó y supo aconsejarme, me dijo que debía perdonarla pero yo simplemente no podía, no me sentía capaz; no solo porque me lo haya ocultado por tanto tiempo sino porque decidió contárselo a Ryker primero y al verlos así, tan cerca mientras él tocaba su rostro y ella se veía tan cómoda... me alteré, pensé que estaban besándose y el mundo se me vino abajo.

Madelaine me gusta hace mucho tiempo, incluso antes de verla a través de las ventanas. Antes de eso había tenido la oportunidad de cruzarme con ella en la pista y aunque no hablábamos y ni siquiera nos conocíamos siempre llamó mi atención. Todos me veían a mí por ser el capitán del equipo de jockey pero yo solo podía verla a ella, a su sonrisa, a sus ojos y a otras partes de su cuerpo, había que aceptarlo, Mads estaba buenísima.

Madelaine es lo más cercano al amor y la libertad que he sentido, con ella puedo ser yo mismo y le conté algo que nunca le he contado a nadie exceptuando a mi abuela, pero ella decidió ocultarme lo de su enfermedad y se alejó cuando fue eso lo único que le pedí que no hiciera, no quería perderla a ella pero ahora estaba muy molesto para hablarle, ni siquiera podía verle la cara.

Estacioné la motocicleta frente a la casa de mi abuela, saqué las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta, el olor a café y chocolate estaba impregnado en las paredes, caminé por el pasillo y se me heló la sangre al verlos: Mi madre y Everett estaban con mi abuela.

Everett dio zancadas hasta donde yo estaba, me agarró del cabello con mucha ira y tiró de mí hacia la salida, yo solo podía sentir el ardiente dolor en mi cuero cabelludo, los gritos de mi abuela pasaban casi desapercibidos. Cuando llegamos me tiró sobre la acera, las rodillas de mis jeans se rasgaron, no tardé en levantarme, no podía ser débil.

—Sube al auto—me ordenó

—No—debatí

— ¿No?

—Everett... por favor—suplicó mi madre

Everett abrió la puerta del auto y me agarro de cuello de la sudadera, tiró de mí y me pegué en la frente con el marco, antes de que me diera cuenta ya había empezado a sangrar, dio un fuerte portazo y se subió al lado del conductor, mi madre subió de un salto y Everett arrancó haciendo sonar las ruedas.

Nada me daba tanto terror como Everett, se que podría matarme, sé que si se enoja mucho puede quebrarme algún hueso, sé que si toma es mejor mantenerme lejos y sé que Lisa no puede enterarse de esto.

Cuando llegamos me apresure a bajarme del carro, mi madre abrió la puerta de la casa y entré, las piernas me temblaban y el corazón nunca me había latido tan rápido, las lagrimas ya habían comenzado a brotar de mis ojos. Everett me empujó y mi madre corrió escaleras arriba para que Lisa no escuchara, sabía lo que se venía pero aun así rogaba porque no pasara.

—La estúpida de tu madre quiere que tú estés aquí, eres un pedazo de mierda, no sé porque te tiene tanto cariño

Yo nunca decía nada, siempre callaba.

— ¡DEJA DE LLORAR!—gritó y entonces recibí el primer golpe directo en el abdomen, me retorcí del dolor

Estaba aterrado, intentaba dejar de llorar pero no podía, no era capaz, vi como se quitaba el cinturón y de un tirón me sacó la sudadera, el primer golpe en la espalda no fue tan doloroso, luego vino otro con mas ira y así fue aumentando, uno tras otro con más fuerza la hebilla cortaba mi piel, seguramente ya había comenzado a sangrar y solo esperaba que se detuviera, el dolor estaba siendo insoportable.