i. ❝camp.❞

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── ¡OH, POR DIOS, MERLE! ¿QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ? ── La pelinegra se dio media vuelta y lo encaró

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── ¡OH, POR DIOS, MERLE! ¿QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ? ── La pelinegra se dio media vuelta y lo encaró. El canoso había estado los últimos días jodiendo con que ella haría buena pareja con su hermano, obviamente, aludiendo a que el menor de los Dixon también era una mariquita y que ella tenía más huevos que él. Ya estaba cansada, lo único que hacía el mayor era hablar y hablar, despotricar aquí y allá.

Merle elevó ambas manos en signo de inocencia, pero la sonrisa socarrona en su rostro le daban ganas a Eros de clavarle un cuchillo en la garganta.

── Es la última advertencia, Merle. No hagas nada estúpido.

Cuando su hermana caminó por delante de ellos junto a Daryl, Ares aprovecho y se acercó al mayor.

── Hey, hazle caso, me terminé encariñando un poco contigo. No quiero verte muerto tan rápido, viejo.

Cuando Merle iba a hablar una voz les llamó la atención. Vieron como Eros y Daryl se mantenían agachados, escondidos y por reflejo ambos hicieron lo mismo, acercándose sigilosamente hacia donde sus respectivos hermanos se encontraban.
──¿Que está suce…? ──La mano pálida y estilizada de la pelinegra fue a parar a la boca del Dixon mayor, aplicando algo de fuerza por si se escapaba algún sonido. Luego, sacándola levemente, hice un gesto de silencio y le señaló al hombre alto y robusto vestido con ropa policiaca o lo que ellos creían que era.

Los cuatro tenían las cejas fruncidas y se mantenían agazapados detrás de un arbusto, esperando y vigilando que no hubiera más gente con el hombre, no querían problemas.

── Dile a Dale que siga vigilando, no queremos que esas cosas aparezcan por aquí. No tenemos los recursos como para mantener a toda esa gente a salvo, ya bastante nos cuesta cazar y conseguir algo de comida, Glenn se arriesga mucho al ir a la ciudad. ── El hombre alto se giró levemente hacia otro, este parecía latino y era más bajo que él. Ambos estaban caminando de vuelta hacia quién sabe donde, pero parecían tener un campamento.

Eros y Ares se dieron una mirada a la vez que los Dixon hacían lo mismo, todos habían tenido la misma idea; debían seguirlos y verificar si valía la pena quedarse un poco aunque sea.

Esperando una fracción considerable de tiempo, los cuatro se levantaron de donde estaban y con los dotes de rastreador de Eros y Daryl pudieron seguir el rastro de los dos hombres. Uno de los dos pisaba muy fuerte, probablemente el alto y el otro arrastraba los pies, por lo cual seguirlos fue demasiado fácil.

Siguieron las pisadas hasta un pequeño claro y luego se adentraron un poco más entre los árboles, llegaron a un punto donde podían ver carpas y una caravana, junto con un jeep y dos camionetas. Había como dos hogueras y todo parecía lo suficientemente ordenado como para saber que ya se habían acostumbrado a estar allí. Quien sabe desde cuando estaban ahí, quizás desde que todo comenzó.

Los cuatro se habían quedado callados desde que verificaron que sí había un campamento y que en realidad parecía que había bastante gente, pudieron contar como cuatro familias entre hombres, mujeres y niños.

Con una seña de Eros todos se alejaron del lugar, tomando precauciones por si eran descubiertos cuchicheando ahí. Se acuclillaron en el pasto, siendo escondidos por el gran tronco de un árbol.

── Bien, ¿qué piensan? ── La única mujer del grupo decidió tomar la primera palabra.

Merle gruñó levemente. ── Hay mucha gente…

Daryl observó a su hermano por un segundo y gruñó en disconformidad. ── No parece un mal lugar. ── Confesó, conectando su mirada con Eros, quien ya lo estaba observando, esperando su opinión.

── Quizás sea buena idea ir, Eros… ── Ares apoyó su mano en el hombro izquierdo de su hermana, siendo este cubierto por una camiseta aunque haya un calor abrasador. Ambos compartieron una mirada significativa. Eros lo sabía, podrían tomar ventaja de estar allí, aunque sea momentáneo, pero quería asegurarse de que su hermano no estaría en peligro, o el menos posible.

Se relamió los labios y soltó un suspiro. ── Bien, haremos esto… ── Sus ojos celestes pasaron por todos los presentes, notando que le prestaban atención. ── Vigilaremos ese campamento hasta mañana y si nada fuera de lo normal sucede, entonces iremos y preguntaremos de unirnos. Es una buena oportunidad para descansar como se debe y reunir fuerzas por si debemos seguir nuestro camino. ¿De acuerdo?

Nadie se quejó ni le llevó la contraria puesto que todos concordaban, en un asentimiento unánime decidieron que así se haría.

Los pares de hermanos solo esperaban que fuera una buena idea, no estaban muy en condiciones para enfrentarse a toda esa gente si algo salía mal. Podían, pero sería gastar demasiada energía y no querían correr ningún peligro.
















































©orilovespieceofyou.

798 palabras.
[20.01.23]

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2023 ⏰

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DE VIRIBUS CORDIS, daryl d.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora