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El chico solo sollozo.
— Por favor déjeme verlo.- pidió jadeando, pidiendo con esfuerzo que sus pulmones recobraran oxígeno.
— Déjenme ver a mi hijo.- suplico entre lágrimas.-
Y solo recibió a una enfermera frotando su espalda, tratando de calmar sus ansias por ver a su cachorro recién nacido.
Jungkook contuvo las lágrimas hasta donde puedo controlarlas.
Ver cómo su pequeña semilla, que había cuidado con tanto amor,hasta el momento de su nacimiento. Estaba siendo rodeado por personal del hospital tratando que el cachorro siguiera con vida.
El pequeño había tenido complicaciones al momento de que esté saliera de la panza de su padre, en los que ahora su vida dependia de los doctores en la sala.
Jungkook no se mantuvo tranquilo, casi gritando por saber cómo se encontraba su hijo al no recibir noticias de él.
Y se detuvo un segundo al ver, que el doctor que lo había atendido en todo su labor de parto se quitaba su cubrebocas, viéndolo tragar saliva.
— ¿Doctor?...
— Lo sentimos.
Y Jungkook sintió que su alma se iba, y algo en él se rompía.
