C A P Í T U L O 2

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____ Williams

—Señorita Willi...— 

—Dime ____ por favor — Madelaine asintió apenada.

Oh, sí, anoche después de dejarla en su departamento empecé a buscar sobre ella, joven actriz de veintisiete años, pelirroja natural, estuvo en la serie "Riverdale", la película "Polaroid", "F the prom" y "Sightless", su nombre completo es Madelaine Grobbelaar Petsch, nacionalidad Sudafricana y Estadounidense y mide un metro sesenta y cuatro

—Soy Madelaine Petsch — me extendió su mano la cual tome y le dedique una pequeña sonrisa.

Volviendo a tomar mi posición seria, suspire.

—Es un gusto Madelaine, espero todo este bien después de lo de anoche.—

—Claro, hablando de eso quería agradecerle nuevamente, en serio, muchas gracias —asentí con suma seriedad —Que casualidad que nos hayamos encontrado otra vez — comento.

—Creo que el mundo es muy pequeño en ocasiones— dije seria manteniendo un contacto visual con ella. 

Sé que ella esta detallando el color de mis ojos, todos lo han hecho, es algo con lo que tengo que lidiar siempre, para mejor contexto nací con heterocromía de iris, Davina, mi mejor amiga ama el azul, siempre me dice que tiene un tipo de corriente eléctrica pero en mi opinión el gris es demasiado mejor, se refleja lo calido...la paz. 

Lo que ella seguro no sabe es que yo la estoy detallando completamente a ella. Lo pequeña que se ve a mi lado, mido un metro ochenta y nueve, y lo lindos que son sus ojos color marrón oscuros, cada facción de su rostro la estoy tratando de grabar en mi memoria ¿Por qué lo hago? No tengo ni la menor idea; pero lo que más me gusta de su físico es el color de su cabello, siempre he tenido una leve adulación por las pelirrojas y creo que una como Madelaine Petsch no podía pasar desapercibida en mi radar. Oh, y sus labios...sus carnosos labios que a simple vista se ven tan lindos.

—¡Ey, Mads! — grito Henry, un chico rubio su cabello largo hasta los hombros y ojos verdes, soy muy buena recordando — Tienes que cambiarte — maldije en mi interior, por alguna razón quería estar a su lado, me siento bien, me siento segura...siento que nada puede hacerme daño.

¿Cómo es que en tan solo un día ella me pueda hacer sentir de esta forma?

—Espero nos llevemos muy bien señorita Willim...—la mire con un poco de desaprobación — ____, señorita ____ —asentí volviendo a girarme sobre mis pies.

Sentí como se alejo de mi.

Sé que nos llevaremos más que bien zanahoria, no tengo dudas sobre eso...

Saque mi teléfono de uno de los bolsillos de mi chaqueta de cuero, tenía varios mensajes y llamadas perdidas. 

Davina...

Rodé los ojos, ella siempre ha sido muy protectora conmigo y no debo mentir, yo también lo soy con ella, hemos sido mejores amigas desde los siete años, estaba en primaria y todos me tachaban de "rara" por el color de mis ojos, la única que no me excluyo fue ella...y no sabe cuan agradecida estoy de que no lo haya hecho. 

Decidí llamarla para que no siguiera de "intensa".

Llamada: Davina ❤

—¡Hey! pensé que te había sucedido algo— dijo al otro lado de la línea telefónica.

—Te oyes como mi mamá—dije seria, escuche un suspiro de reproche de su parte— ¿Sabes a quien me encontré? —hizo un sonido indicando que siguiera— ¿Recuerdas a la chica pelirroja que salvamos a anoche de ser abusada?

Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora