Enseñanza

Te enseñaré como hacerlo

Ser la pareja de este idiota, tenía ventajas y desventajas. Entre las ventajas estaba el hecho de que era bien recibido en todos lados, dónde fueran, la amabilidad característica de su imbécil, hacía que nunca les faltará nada, tenía alguien siempre dispuesto para entrenar, y ni de qué hablar de la cama, dónde el normalmente dulce "Goku", como lo conocían todos, era un completo bestia que lo satisfacía por completo, pero, y siempre hay un pero, su amabilidad extrema los había metido también en líos. Miles de veces desde que no era más que solo su rival, se había visto en diversas situaciones dónde debía arriesgar el cuello por extraños o hacer mandados o levantar, encontrar y reparar cosas para humanos debiluchos o cosas por ese estilo. No era tan malo pero había días en que era molesto, ya que muchas veces las supuestas personas que debían ayudar los habían puesto en peligro o habían intentado robarles, hasta ahora habían salido bien parados de esas bizarras situaciones, pero esto ya era demasiado.

- Perdiste la cabeza - le soltó con fastidio, mientras se cruzaba de brazos.

- Por favor Vegeta.

Suplico arrodillado al lado de la silla donde el príncipe había estado tomando el sol y disfrutando una bebida. Hacía calor ese día y el plan inicial era nadar en el lago cercano a su casa, pero ahora sabía que todas las atenciones extras de su pareja, eran en afán de que aceptará un capricho, no más bien dicho una locura.

- No lo haré - le recalco ya en tono molesto - no hay nada que puedas hacer para que cambie de opinión.

Su pareja tomo su mano derecha, beso sus nudillos y muñeca desnudos, ya que no llevaba guantes en ese momento, procedió a acariciar suavemente sus piernas desnudas ya que solo llevaba puesto unas bermudas, avanzando lentamente a sus muslos escondidos debajo de la tela.

Su cuerpo se crispo ante esos roces suaves y cada vez más indebidos, su pareja estaba usando un truco sucio, sabía que era débil ante sus caricias.

- Suéltame - indicó sacudiéndose ligeramente para soltarse de ese agarre - ya se por donde vas y no lo voy a permitir, mi respuesta sigue siendo no.

Pero él héroe de la tierra no se dejó intimidar, atrapando a su pareja de la cintura lo inmovilizo con rapidez debajo suyo aún sobre esa silla de jardín que había llevado ahí para él.

- Anda, necesita ayuda, está realmente angustiado y solo mirara - le indicó mientras procedía a devorar su cuello.

Gemidos, que intento que fueran imperceptibles se le escaparon de la boca, odiaba a ese maldito por estarlo orillando a esto, si seguían así iba a ceder y él lo sabía, cuando empezó a acariciar su entrepierna supo que estaba perdiendo, en especial cuando abrió sus piernas cada vez más dispuesto.

- Por favor Vegeta, si de verdad no puedes soportarlo pararemos, no haré nada que no te guste, lo prometo.

Continuo suplicándole en ese tonito suyo, que le hacía sentir los muslos de gelatina y lo haría mojarse si fuera una mujer, aunque su miembro estaba chorreando, ahora que lo pensaba, divagó cada vez más desconectado. Kakarotto no dejaba de estimular su cada vez más palpitante entrepierna y solo eran suaves caricias sobre sus bermudas, lo que están haciendo que perdiera el sentido, había perdido.

Pero aún se negaba a creer lo cuando llegó el día, se negó a creerlo aún cuando le dijo que ya era hora de recogerlo y siguió aferrándose a su terquedad de no creer lo cuando el grandulón apareció frente suyo con ayuda de la teletransportación de su pareja.

Broly se veía algo abochornado, más le valía después de semejante petición, jugaba con la tela de su tapado verde de manera algo tierna, que le recordó un poco al gesto de nerviosismo de su hijo cuando era pequeño, aunque estaba seguro que aún lo tenía, aunque ahora era más discreto. La idea de que si seguiría con la mujer no estaría pasando por esta vergonzosa y loca situación se instauró en su mente, pero la descarto de inmediato a pesar de todo no cambiaría el imbécil ese que ahora llamaba pareja por nada.