Enchanted

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Dos chicas consideradas el Sol y la Luna se enamoraron perdidamente la una de la otra en un día de eclipse solar. El sol quedó encantada con la belleza imperfecta de la Luna, su pequeña figura de áspera actitud, perfecta para ella. Espero tanto tiempo para poder verla y hablarle tan cerca como la vez que se conocieron, tanto así que casi desafía al universo para ver a su amor imposible.

Muchísimo antes de que se creara la luna, existía solo el Sol y la Tierra.

Jeong Jinsoul era el Sol de la Tierra y su deber era mantenerla viva por completo, desde lejos y sin sobrepasar las barreras para evitarse grandes problemas. Era brillante y cálida pero tan solitaria que a veces parecía apagarse con el frío de la vía láctea.

Choi Yerim era la Tierra, llena de vida y tranquilidad. Ella era como el brillo de esperanza que todos necesitaban, era perfecta no solo desde su exterior, también lo era en el interior, de alma pura y alegre.

El universo creía que su Sol y su Tierra estaban más que completas, como el Ying y el Yang, pero se dio cuenta que la Tierra se desgastaba con el cuidado único del Sol. Lo pensó por miles de años y finalmente tomo la decisión de agregarles un compañero nuevo.

La Luna sería fría y áspera, pero le daría la personalidad que necesitaba la Tierra, una noche en calma, donde solo el silencio habitara.

Kim Jungeun sería su nombre. El universo esperaba que de esta forma la Tierra se sintiera completamente feliz.

Así fue por un tiempo, hasta que el Sol tuvo curiosidad de la bella Luna que salía de vez en cuando en las historias de la Tierra ¿Era tan linda como ella decía? Yerim le contaba y le repetía que la señorita Luna la recibía con un aura helada, pero conforme pasaba la noche se convertía en una joven de aura dulce y risueña. Ella quería conocerla.

Pidió a todo ser mágico y sobrenatural que le dieran una oportunidad para conocer a esa señorita Luna.

Su deseo fue cumplido pero no fue llenado a su gusto. Ella conoció a la señorita Luna un día cualquiera. Ella cuidaba de Yerim y le contaba algún que otro cuento de final "felices para siempre" cuando aquella joven se interpuso entre ella y Yerim.

Estuvo discutiéndole unos minutos, alegando que estaba tomando por mucho tiempo a su pequeña Tierra, ella quiso responderle pero las palabras no salieron de sus labios, en su lugar la miró con ojos soñadores. Yerim tenía tanta razón en cuanto a su belleza, pero tenerla delante de ella era otro mundo diferente

– Disculpa.. ¿Cuál es tu nombre? — Las palabras salieron de su boca con una lentitud ridículamente graciosa.

– ¡Me ignoraste!

– NO. So-solo queee, yo llevo las mimas horas de siempre, creo que cometiste un pequeño error

– No es así. Mi reloj apunta mi horario, y justo ahora es mi turno con Yerim

– Sobre eso, je – Le mostró su reloj de muñeca para que observara que su horario estaba correcto.

– El universo debió cometer un error al darnos los horarios de hoy

– Sí, es lo más seguro... ¿Me dirás tu nombre ahora?

– Ni aunque te estés apagando, tonto Sol

Y sin mas se fue, esperando por el momento en que ese sol de voz lenta y atontada se alejara de la Tierra y le diera oportunidad de hacer su trabajo. 

Fue así que Jeong Jinsoul cayó completamente en un loop de amor, pensando en todo momento en aquella cara linda que le había gritoneado por minutos con esa voz dulce y aguda, en aquel pequeño ser que la intimidó en segundos pero que al mismo tiempo la atrajo a rozar sus manos contra aquellos labios.

Ella la apodo como la señorita Lip.

El Sol ansiaba por que nuevamente el universo se equivocara y le diera una nueva oportunidad de ver así de cerca a la mujer de hielo. Para su mala suerte solo tenía oportunidad de verla de muy lejos, cuando la Tierra ocupaba toda la atención de la Luna y no dejaba que esta misma le diera siquiera una mirada.

La envidiaba tanto, Yerim veía sin falta a esa mujer y en cambio ella solo obtenía ciertas anécdotas, aquellas que la hicieron enamorarse aun más de la señorita Lip. Cuanto deseaba escuchar su voz nuevamente.

¿Y si rompía las reglas? Tal vez el universo se moleste con ella por unos cuantos miles de años pero que podía hacerle ¿Alejarla de la Tierra? Ella necesitaba del Sol, no podía simplemente reemplazarla, el universo le dijo una vez que ella era perfecta para la Tierra y que como ella no había nadie más.

Se arriesgó a destrozar todo por ver al amor de su vida, pero antes de siquiera salir de su lugar, la Luna volvió a interferir y fue como verla por primera vez, de nuevo.  

– ¿A quién buscas, Sol?

– A ti

– Veo que me extrañaste – La Luna le dio una mirada retadora antes de echarle un ojo a la pequeña Tierra – Y bueno, veo que nuevamente el universo revolvió los horarios

– Estoy comenzando a creer que nos quiere ver juntas – Contestó de forma burlona, intentando hacer reír por primera vez a su señorita Lip. Funcionó para los primeros segundos, ella se lleno del sonido suave de esa risa hasta que la Luna se dio cuenta de lo que sucedía, estaba riendo junto al Sol. Se detuvo – ¿Tendré el placer de saber tu nombre esta vez?

– No me gusta mi nombre, pero puedes decirme Kim. Espero que eso te baste – La joven Luna estaba por volver a irse, pero justo a mitad de su camino, el torpe Sol le gritó.

– ¡Soy Jeong Jinsoul! ¡Por si te causaba curiosidad saberlo!

Entonces así sucedió, el Sol dejó de lado los riesgos sabiendo que ahora la Luna y ella se encontrarían nuevamente cada cierto tiempo. Había veces en las que se desanimaba porque para poder ver a su amante, tenía que esperar demasiado tiempo. Ella creía fielmente que en algún punto, su Luna se enamoraría de una estrella parecida a ella pero que estaría a su lado siempre.

Y mientras tanto, la Luna se encargaba de siempre recordarle que era una tonta por pensar en eso, ella siempre volverá a verla sin importar qué.

Cuando todo parecía tener un final, y casi todos sus momentos juntas se veían opacados por un montón de estrellas, el universo se apiado de ellas y dejó que se quedaran juntas para toda su eternidad. 

– Te amo, mi helada Luna

– Yo también te amo, mi Sol idiota

El beso que las unió creo un montón de asteroides envueltos en fuego purpura a todas partes, anunciando al universo entero que su amor imposible había sido más que posible.

for the first time // lipsoul [OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora