Una propuesta arriesgada

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"¿Se han dado cuenta cómo las empresas nos van carcomiendo? Nos quitan nuestros sueños, nuestra vida. Absorben nuestra energía, nuestro vigor, nos obligan a matarnos trabajando por miseros salarios, mientras que los de arriba se llenan los bolsillos con fajos de billetes y kilos de monedas. El capitalismo, voraz, cuna del sufrimiento, del estrés y la ansiedad. Esos países capitalistas se aprovechan de nosotros, nos roban nuestros recursos, nos obligan a consumir sus bienes de servicios. ¿No están hartos de eso? ¿No quisieran un mundo donde los recursos sean justamente repartidos? ¿No desearían vivir en un mundo donde todos seamos iguales?"

Ese era el discurso que se había implantando en las universidades. Se aprovechaban de las mentes jóvenes, vulnerables a este tipo de ideas; les hacían creer que sus vidas podrían mejorar con ayuda de las ideas marxistas. Esos jóvenes pasaban esas ideas a sus familiares, quienes a su vez las pasaban a los vecinos, a sus amigos, a sus conocidos; parecía una plaga, que poco a poco iba afectando a más y más personas.

Mientras más gente creía en esas ideas, las cosas iban cambiando. La inconformidad con los gobiernos capitalistas de sus respectivos países iba en aumento; hasta que la bomba finalmente estallo.

Todo comenzó en Chile. Fue relativamente fácil implantar un gobierno socialista, a fin de cuentas, el nuevo presidente era del agrado de la población, de hecho, eran los fervientes creyentes del capitalismo quienes lo detestaban (cosa que solo aumento el odio de la gente hacia el capitalismo).
Teniendo al país sudamericano bajo un control socialista, los soviéticos, chinos y cubanos poseían una nueva base de operaciones donde vigilar más de cerca a los demás países y brindarles apoyo cuando fuese el momento oportuno.



Santiago de Chile, Chile.

Moja su rostro haciendo uso de agua fría, se mira al espejo. Está más que nervioso, está a solo minutos de reunirse con sus nuevos aliados, y a decir verdad, le causa un terror tan intenso que solo se podría comparar con el temor que sintió al momento de elegir si independizarse o no.

ㅡVamos, tienes que estar firme, mostrar frialdadㅡ se dice mientras sigue viendo su reflejoㅡ Siempre has sido capaz de dar una imagen fuerte, esta vez no tiene por que ser diferente.

Tocan la puerta de su baño, siente un escalofrío debido a eso, 《señor, los invitados han llegado, lo esperan en la sala》escuchó seguido de pisadas.
Era su momento. Secó su rostro con la pequeña toalla roja que tenía colgada, respiró profundo y salió, dirigiéndose a la sala. Cada pasó que daba era una tortura, sentía que esta vez no sería capaz de mostrarse serio y que terminaría teniendo un ataque de pánico o algo así, y todo esto debido a esos invitados por los cuales había esperado, pero, a su vez, temía debido a las consecuencias que ellos podrían traer a su vida.

Llegó a la sala, y ahí estaban: Rusia, China y Cuba; estos al darse cuenta de la presencia del chileno, se pusieron de pie. El sudamericano se adentró más a la sala, se saludaron todos con un fuerte apretón de manos, pasaron a sentarse y comenzaron a hablar sobre los temas de importancia.

ㅡChile, primero que nada hemos de admitir que nos sentimos felices por tenerte como un nuevo miembro de el bloque comunistaㅡ decía el ruso, usando un tono de voz bastante serio que solo ponía más nervioso al chilenoㅡ Queremos que sepas que tú eres alguien muy importante.

ㅡMuchas gracias por las bellas palabras de alientoㅡ respondió, sonando de igual manera serio.

ㅡNuestra reunión de hoy es para explicarte una propuesta que nos beneficiaría a todos aquíㅡ China sacó un mapa de su portafolio y lo extendió sobre la pequeña mesa que había en el centro de la salaㅡ Como ya debes de saber, tú no eres el único interesado en este modelo que es el socialismo, por el contrario, gran parte de la región va presentando cada vez más indicios de la implantación de un gobierno socialista.

Chile observo el mapa, todos los países hispanoamericanos (a excepción de uno) estaban marcados con un punto rojo, lo cual indicaba el interés que mostraban en el modelo socialista. Le sorprendió ver a prácticamente todos sus hermanos yendo por ese camino.

ㅡChico, te queremos pedir tu ayuda con estoㅡ el cubano, sentado a un lado del chileno, puso su mano sobre el hombro del sudamericanoㅡ Mira a todos nuestros hermanos queriendo librarse del condenado control yankee.

ㅡSí, ya note eso.

ㅡEs para esto que hemos venido, necesitamos tu ayuda.

ㅡ¿Mi ayuda?

ㅡEl cerdo capitalista en estos momentos se encuentra ocupado pensando en la Guerra de Vietnam. Creemos que es la oportunidad perfecta para dar una ayuda a tus hermanosㅡ respondía el rusoㅡ Tú nos serías de mucha ayuda, las tropas, la maquinaria, entre otras cosas podrían llegar hacia tus tierras, para después ser exportadas al resto.

ㅡIríamos poco a poco expandiendo la ayuda, para que, cuando ese sucio americano se de cuenta, ya sea tarde para que meta sus grasosas manos en el asuntoㅡ finalizo la explicación el chino.

Sinceramente, toda está situación era difícil de digerir para el chileno, le habían explicado todo tan rápido que le era imposible en realidad creer que tuvieran ya listo un plan así de elaborado. Volteó nuevamente su vista al mapa; una imagen de sus hermanos luchando por sus ideales pasó por su cabeza.
Él había tenido relativamente fácil la oportunidad de poner un gobierno socialista, pero, la situación de sus hermanos era diferente; necesitaría ayuda.

Aunque, por otro lado, ser el puerto de mercancía y maquinaria soviética era algo que le ponía los pelos de punta. Era arriesgado, sumamente arriesgado, conocía perfectamente las consecuencias de eso, y, sinceramente, no sabía si estaba preparado para afrontarlas.

ㅡPiensa en nuestros hermanosㅡ comentó Cuba, sacando de sus pensamientos al sudamericanoㅡ Siempre hemos dicho que estaríamos unidos, y ahora, tenemos la oportunidad para probar que esas no serán palabras vacías.

Chile se puso de pie.

ㅡN-necesito un tiempo para pensar.

ㅡTiempo es lo que menos tenemos. El cerdo capitalista no estará toda la vida concentrado en Vietnam, mas temprano que tarde mirara a ver a su patio trasero para asegurarse de que todo este justo y como lo dejoㅡ la frialdad en la voz del soviético le provocaba escalofríos al chilenoㅡ Tienes que decidir, ahora.

ㅡY-yo... y-yo...ㅡ volteó a mirar al cubano, este le sonrío y asintió levemente, invitándolo a aceptar la propuesta.

《Puede que no te lleves bien con todos, puede que muchas veces te moleste la actitud de algunos, pero, a fin de cuentas, les dices hermanos, los consideras tu familia, y la familia siempre se apoya》pensó el sudamericano.

ㅡAcepto.

Amenaza Roja [Hispanoamerica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora