Capítulo 1: Adriana Jones

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Mi nombre es Adriana Jones, tengo 15 años, soy hija única y mi vida es perfecta, bueno eso es lo que la gente ignorante quiere creer. Muchas veces eh escuchado comentarios hacia mi persona, diciendo que soy fría, alguien sin sentimientos, cruel, un cubo de hielo con patas y por esa razón no tengo muchos amigos.

Lo que no saben es que todo eso solo es una armadura, una gran mentira, finjo ser alguien que no soy para evitar que me lastimen, finjo que no me importa lo que la gente piense o diga de mí, cuando la verdad es que si alguien me dice algo ofensivo me pongo a llorar, obviamente no en el momento.

Una vez en la calle unas chicas me empezaron a insultar, decían cosas respecto a cómo iba vestida y mi físico, intente permanecer serena y fingir que no me importaba mientras ellas seguían insultándome. Apenas llegue a mi casa me volví un mar de lágrimas, los insultos de esas chicas corrían por mi mente, me preguntaba si esas chicas talvez estaban diciendo la verdad ¿y si en realidad me veía mal y solo salí a la calle a hacer el ridículo? Esos pensamientos me invadieron toda la noche, estuve despierta hasta las cuatro de la mañana dando vueltas en mi cama, sintiéndome una tonta, hasta que al fin logre quedarme dormida.

A la mañana siguiente desperté con mis ojos rojos, fui al baño y me lave muy bien la cara para que no se notara que había estado llorando, me cambie de ropa, me peine y fui a desayunar. Mi casa estaba muy silenciosa, lo cual me pareció extraño, cuando llego a la cocina para prepárame un café me llego un mensaje a mi celular, era de mi mamá, decía que había ido a comprar con mi papá y que probablemente se iban a demorar, solo le respondí con un okey y seguí desayunando.

De repente escuche sonar el timbre, fui a ver quién era y esperaba encontrarme con mis padres, cuando abrí la puerta me sorprendí al ver a mi mejor amiga afuera de mi casa, le dije que pasara y nos pusimos a platicar, le conté lo que me había pasado y no pude evitar que se me cayeran algunas lágrimas, ella las limpio y acto seguido a eso me abrazo y me dijo.

–No te preocupes amiga, siempre hay gente tonta que nos quiere opacar, de seguro esas niñas solo sintieron envidia al ver a tremenda diosa como tu pasar por al lado de ellas-

solté una pequeña risita y le dije
–ojala lo que digas sea cierto Nicol–

–Hablando de gente tonta– dijo Nicol –tenemos que hablar sobre Matilde–

Matilde es nuestra otra amiga, siempre estamos juntas las tres –la escuche hablando mal de ti a tus espaldas– dijo Nicol en un tono serio y preocupado

– ¿enserio? ¿Qué le escuchaste decir sobre mí?– pregunte intrigada

–pues la escuche criticar tu personalidad, dijo que eras muy infantil y que vestías mal, también dijo que tenías que maquillarte un poco más porque te veías muy fea–

mi sangre empezó a hervir –quien se cree esa maldita perra hipócrita para venir a decirme a mí que debo maquillarme un poco más, no es culpa mía ser hermosa con o sin maquillaje, a diferencia de ella, que tiene que echarse toneladas de maquillaje para que sea verse algo decente–

Nicol estallo en carcajadas por lo que acababa de decir, mientras ella se reía yo estaba pensando en lo que Matilde había dicho sobre mí, resulta que termino siendo muy doble cara, después de noches viendo películas con ella, apoyándola en sus crisis emocionales, siempre dándole ánimo, diciéndole que todo estaría bien, al final de todo no sirvió de nada estar con ella en altas y bajas, termino traicionándome de igual forma, creo que es verdad eso que dicen "lo peor de una traición, es que nunca viene de un enemigo"

Después me preguntan qué porque tengo problemas de confianza ¿Cómo no tenerlos si la gente es tan impredecible e hipócrita? Nunca se sabe que esperar de alguien, por eso me volví tan fría, no quiero que me sigan lastimando, no es bueno reír con la persona equivocada, hay que tener cuidado en quien confías, hasta un miembro de tu propia familia podría fallarte, créanme lo sé. Mi mamá es un claro ejemplo, hace unos cuantos años vi accidentalmente unos mensajes en el celular de mi mamá...mensajes sexuales, al principio pensé que le estaba escribiendo a mi papá, hasta que vi el nombre, creí que había leído mal, no estaba del todo segura, asique mientras mi mamá iba al baño decidí ver los mensajes, por suerte me sabia la contraseña de su celular, termine descubriendo que mi mamá engañaba a mi papá con otro tipo, le saque fotos a la conversación, quería decirle toda la verdad a mi papá pero me arrepentí, no quería que mis padres se divorciaran, asique decidí guardar el secreto. Desde ese día la culpa me persigue, no sé qué hacer, quiero decir todo pero a la vez no quiero destruir a mi familia. Tanto pensar en esto me a echo empezar a tener ansiedad y esto se junta con mis problemas de autoestima, cuando estoy nerviosa empiezo a comer incontrolablemente, luego me siento culpable, me siento gorda y dejo de comer bien por días y así el ciclo se repite una y otra vez, ya no sé qué hacer, tengo miedo, no le eh contado esto a nadie, ni siquiera a la Nicol, usualmente solía contarle mis problemas a ella o a mi mamá, pero esa no es una opción, me da pánico como vaya a reaccionar, siento que va a tratarme de mentirosa y probablemente diga que leí mal y que la estoy difamando, en fin, hoy en día ya no se puede confiar en nadie. 

Contigo aprendí a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora