Cap. 10 MI CORAZÓN

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La historia es de mi autoria

Los personajes pertenecen a ©️Rumiko Takahashi

*Pov Kagome*

No había equivocación, debía de ser él. Estaba segura de que era el Sesshomaru de esta época, no podía equivocarme, sin embargo cuando atrevese el pozo el único que me esperaba junto con los fragmentos era Shippo.
No sabía a quién preguntarle, de seguro pensarían que estaba loca, y tal vez sí lo estaba.
Con todo lo que había pasado en estos días, no dudaría que me tacharan de loca.

Habían pasado pasada casi dos semanas desde que lo habíamos visto.
Durante ese tiempo se nos había agregado a nuestro grupo la Joven Sango, una exterminadora, joven, bonita, fantástica.
La admiraba porque la había visto luchar, le hizo dar una buena pelea a Inuyasha. Naraku la había intentado manipular engañandola para que ella matara a Inuyasha.
Sango había sido una víctima más de Naraku, el muy maldito ahora quería la perla para él como en el pasado.

Lo más extraño había sido encontrarme con Kikyo, mi antesesora, había digo traída por una bruja, estaba casi viva, si es que era una definición, ella estaba hecha de barro y huesos, y para poder darle vida había sido resucitada con mis almas. Ella había perecido por causa del malvado de Naraku, aunque en ese entonces se llamaba Onigumo, él quería poseerla, tenerla para él, que viejo tan desquiciado, en su pobre intento de tenerla Onigumo ofreció su quemado cuerpo a unos demonios y así nació Naraku quien decidió ponerle fin a su vida, haciéndole creer que Inuyasha la había asesinado.

Ahora comprendo porque Inuyasha prefería que me quedase en mi época.

Cuando Kikyo revivió mis almas me dejaron, me sentí tan libre, tan liviana, tan flotante, pero sabía que no podía seguir así porque al estar conectada con ella pude notar su odio hacia Inuyasha. Ella podía hacerle daño, quería hacerle daño y eso no iba a permitirlo, ella tenía que entender que Inuyasha no era responsable de su muerte y que la amaba con todo su corazón y alma.
Había decidido regresar a mi época por un tiempo, por la escuela y por mi familia, además necesitaba un poco de paz.
Últimamente había soñado con esos ojos color ámbar que tanto me intrigaban, sabía que no se trataba de los ojos de Inuyasha porque estos ojos tenían un pequeño delineado de color color rojo en los párpados y sus mejillas tenían unas marcas que tanto anhelaba poder acariciar.
No sabía cómo pero estaba segura de que aquel ser, aquel demonio que me había intentado asesinar estaba metiéndose a mi vida, a mi corazón en cada momento.

Durante las noches, en mis sueños, podía vernos a los dos, juntos, disfrutando de la compañía y la cercanía del otro.
La imagen de Sesshomaru siendo abrazado por mi cruzó por mi mente como un recuerdo.
Nos veíamos tan felices.

- ¿Lo amas? - Yako había vuelto, empezaba a creer que eran alusinasiones mías

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- ¿Lo amas? - Yako había vuelto, empezaba a creer que eran alusinasiones mías.

- No es tanto como amarlo, no nos conocemos - eso no era mentira, las veces que lo había visto había intentado matarme. - me gusta.

Ojos color ámbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora