C.37 DANTE

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Gianni Bellucci...

Mis hermanos y Vladimir me ayudaban en lo que podían para ubicarla, su paradero hasta ahora era un completo enigma. Mi hijo debía estar por venir al mundo y yo quería estar presente. Me levantaba con la esperanza firme de hacer la diferencia.

- Hemos agotado todos los recursos – comentó Luciano aventando el bolígrafo. – Será el primer Bellucci que nazca ausente de familia.

- No ayudas – gruñí.

Alessandro entró con Lía, traían una sonrisa de oreja a oreja.

- Tenemos una pista – dijo mi sobrina. Me llevé las manos a la boca tratando de contener mi emoción. – Mi tío Donato se comunicó con un amigo de Estados Unidos, le pidió que buscara un registro de cada persona involucrada con los Montalbán.

- Hace poco más de 5 meses, Maggie Díaz tomó un vuelo privado rumbo a Fuenterrabía España – comentó Alessandro. - Iba acompañada de Steven Siller de 65 años e Isabella Siller de 18 años.

- Siller es el apellido de Montalbán – dije. - Isabella era el nombre de la mamá de Anhya y según recuerdo era de España.

- Hay que averiguar el lugar exacto donde nació esa mujer – sugirió Luciano.

- Marín se está haciendo cargo, conoce a todos en el gobierno español, no tardará en dar con la información.

Dos horas más tarde llamó. El lugar de nacimiento de Isabella era San Sebastián.

- Me voy en este instante – les informé.

- Yo iré contigo - dijo Luciano.

- Yo también – mencionó Vladimir.

Antes de irme llamé a Benjamín, le pedí algo para lo que era el mejor, le dije que estuviera atento a mi llamada, iba a tomar precauciones sin decirle a nadie más, si algo ocurría, solo yo sería responsable y solo yo pagaría las consecuencias.

A las cinco de la tarde aterrizábamos en Fuenterrabía. Rentamos un coche y veinte minutos más tarde estábamos en San Sebastián.

- ¿Cuál es el plan? – preguntó mi amigo.

- ¿Dónde buscarías a una embarazada que está a punto de tener a su hijo? – cuestionó Luciano.

- Nos dividiremos – dije. – En cada hospital llegaran diciendo que les acaban de avisar que su mujer va a dar a luz, de esa manera no les negaran información.

- A veces pienso que eres adoptado – soltó el muy cabrón. – Pero tengo que reconocer que es buena idea.

Cada uno eligió una zona, nos separamos para empezar la búsqueda. El primer hospital no tenía registro de ella, el segundo tampoco. Le envié un mensaje a Vladimir, su respuesta fue un rotundo NO. Una hora más tarde Luciano me llamaba.

- La encontré – dijo notablemente emocionado. - Tiene cita mañana a las 11 a.m. con su ginecólogo

Por fin volvería a verla, por fin estaría con ellos.

(...)

San Sebastián

Anhya Montalbán

Me sentía incomoda, sentada me dolía, de pie me cansaba, recostada mi estomago era un huracán de movimientos, si Dante no nacía rápido creo que explotaría. Caminé rumbo a la piscina.

- Maggie, no me siento bien – dije.

- ¿Qué te pasa? – me tocó la frente.

- Tengo pequeñas punzadas en el vientre.

BELLUCCI, REENCARNACIÓN ITALIANA (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora