11. El Chico del Apartamento 512

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Era un día soleado, había un ambiente cálido. Era tedioso este ambiente para las personas que no contaban con un auto y tenían que caminar por los calientes pavimentos de las calles de la movida ciudad de New York. 

Por las calles de Brooklyn, un joven de 25 años se encontraba caminando en dirección al edificio en el que vivía. Este joven era de piel blanca algo enrojecida por el ambiente caluroso. Su cara tenía uno que otro lunar y peca regados. Su nombre es Helmut Zemo, un joven que venía de regreso de su empleo.

Al llegar a su edificio, saludó al portero con una sonrisa. Él siempre utilizaba las escaleras para subir, no le agradaba del todo subir en el ascensor. Mientras pasaba el segundo nivel de departamentos, se topó con John Walker, era un rubio el cual se la pasaba coqueteandole.

"Hey, Zemo. ¿Te acompaño a tu departamento?" Le sonrió coqueto.

"No gracias, Walker. Adiós" se despidió de él veloz.

Ciertamente no le agradaba del todo el rubio, no sabía si tenía una buena higiene, pues casi siempre le daba un ligero olor raro. Siempre que el rubio le coqueteaba, Zemo pensaba al instante 'mejor vete a bañar'.

Continuó su camino, para volver a toparse con una linda chica de los departamentos, era dulce y amable, al igual que Walker le coqueteaba, pero él no estaba muy interesado en el sexo femenino. La saludo con una sonrisa y continuó su camino.

No sabía si era debido a que su apariencia era algo exótica y bonita, pero vaya que tenía varias conquistas en el edificio, a las cuales ignoraba por completo, pues él estaba interesado en alguien más. 

Nuevamente lo detuvo en su camino un hombre mucho mayor que él, de hecho, era un hombre casado. Era el señor Brock Rumlow.

"Buena tarde, Helmut" le sonrió coquetamente.

"Buena tarde" trató de seguir su camino, pero Brock se interpuso en su camino.

"Oye, si no tienes nada que hacer esta tarde ¿por qué no vienes a verme?" 

"No, no tengo nada que hacer, pero da la casualidad que no me caen los viejos rabos verdes" lo fulminó con la mirada y continuó su camino, mientras escuchaba los gritos de reproche de aquel viejo.

Después de avanzar unos cuantos pisos más, al fin llegó a la puerta de su departamento, el departamento 510. Comenzó a hurgar en su mochila lila, para encontrar sus llaves.

Mientras Zemo estaba inmerso en su búsqueda, el ascensor a su espalda abría sus puertas, saliendo de su interior un joven de cabello negro, piel blanca, con ojos azules como el mar.

Zemo volteo al escuchar los pasos.

El aliento lo abandona al ver la imagen de sus sueños, al chico a quien le hace cartas noche y día las cuales sólo se reserva para él. Aquel hermoso joven de ojos azules en quien piensa la mayor parte del día y noche. El joven quien hace que su corazón se acelere y le suden las palmas de las manos. Se quedó como bobo observandolo.

El ojiazul vivía en el apartamento 512.

Se acercó a su puerta y sacó sus llaves de su bolsillo, para abrir su puerta, pero sintió la mirada de alguien sobre él.

Helmut sintió que su corazón se detuvo, para regresar con fuerza. El hermoso chico lo miraba, mientras le regalaba una corta sonrisa, como era costumbre en el ojiazul cada que se topaba con su vecino.

"Hola, vecino" sonrió, para abrir su puerta.

"Ho-hola" tartamudeó.

El de cabellos azabache, le dedicó una última sonrisa para meterse a su departamento.

Al ver que el chico cerró su puerta, Helmut soltó un gran suspiro, mientras sonreía como tonto.

Los días pasaron en aquel edificio de departamentos. Helmut seguía evitando a las 3 mismas personas, para poder llegar a su departamento. 

Zemo continuaba suspirando por el joven de ojos azules, escribiéndole cartas donde plasman todos sus sentimientos hacía el azabache. En aquellas hojas plasmaba todo lo que le quería decir en persona, pero jamás las entregaba, no tenía el valor para hacerlo. Pero se armó de valor, pues creía que el ojiazul tenía algún sentimientos por él, pues siempre le sonreía cariñosamente. Pero puede que Zemo solo esté confundiendo la amabilidad del chico con sentimientos amorosos.

No le importaba ninguno de sus anteriores pensamientos, estaba armado de valor, era mejor intentarlo que jamás haber hecho nada. 

Tomó aquel montón de cartas que le había escrito al chico, salió de su departamento y tocó con golpes firmes la puerta del apartamento 512.

Su corazón latía fuerte, esperando ver al otro lado aquellos hermosos ojos azules como el cielo. Y lo hizo, pero no eran exactamente los ojos azules que él estaba buscando.

Su corazón se hizo pequeño, y sus entusiastas ganas de entregar las cartas descendieron a 0. Sostuvo con fuerza las cartas entre sus manos al ver a aquella linda chica de cabellos marrón oscuro, piel blanca y hermosa. 

"¿Si?" Cuestionó la chica al no ver movimiento de parte del joven.

"...amm, yo...yo buscaba a alguien más, perdón por molestar" comenzó a caminar lejos de la puerta.

"Oh, ¿buscabas a mi hermano?" Cuestiono la chica, deteniendo el andar del chico de ojos avellana.

Zemo volteo de inmediato. Su corazón se reconstruyó, sintió que la alegría lo envolvía. Sus mejillas se enrojecieron y una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

"Si, lo buscaba a él" 

"Ok, voy por él" la chica lo dejó ahí.

Los nervios lo comían.

"Hola, vecino" en la entrada se apareció el chico de sus sueños.

"Ho-hola" su nerviosismo aumentó al tenerlo tan de cerca y con su hermosa mirada sobre él.

"¿qué necesitas?" Cuestionó, recargándose sobre el marco de su puerta.

"Zemo, me llamo Helmut Zemo" estiró su mano izquierda con nerviosismo.

"...Barnes, James Barnes, pero todos me dicen Bucky" tomó la mano del más bajito.

Las mariposas no tardaron en aparecer en el estómago del joven castaño. Estaba que brincaba de felicidad, sentía derretirse.

"Me gusta James" le sonrió.

"Y a mi me gusta Helmut" le sonrió de igual forma.

"Toma...yo, yo escribí esto para ti desde la primera vez que te vi" le extendió el montón de cartas.

James las tomó entre sus manos, leyó lo que decían.

'Para el chico del apartamento 512'

Sonrió.

"Las leeré. Un placer haberte conocido, chico del apartamento 510" le guiño un ojo.

"El placer es mío...chico del apartamento 512" 

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Hola💖💖💖

Les traigo este nuevo capítulo.

Andaba yo escuchando a mi poderosisima Selena Quintanilla y pues la idea no me dejaba, así que les traigo esto que espero les guste.

Se les quiere💖💖💖

Con amor, Hudsolin💖💖💖💖

MAGIC CITY/One-Shots WinterBaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora