Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)

C A P Í T U L O 6

_____ Williams.

Le sonreí y apague el motor del auto, sin decir ninguna palabra me baje, Madelaine solo me veía. 

—¿Vas a bajarte? No quiero apurar pero hace frío zanahoria—rio levemente y también bajo.

Ya adentro de su departamento, me senté en un pequeño sofá que estaba en la sala, saque mi teléfono para avisarle a Davina que pasaría la noche afuera.

Llamada: Davina ❤

—¿Ya vienes en camino?—

—Voy a quedarme con Madelaine —escuche un leve gruñido de su parte.

—Pasas mucho tiempo con ella—rodé los ojos.

—¿Quieres ir a la cabaña mañana? Estaremos solo las dos, ¿Te parece niña perdida?—

—No me dejes plantada—dijo algo molesta y colgó.

No pude evitar reír un poco, Davina hacia show de niña pequeña, seguro mañana estará obligándome a cumplir sus caprichos solo con la excusa de que no he pasado tiempo con ella y bla bla bla.

—¿Con quien hablabas?—pregunto sentandos en el sofá grande.

—Estaba avisando que no llegaría a casa—dije guardando mi teléfono.

—Pensé que vivías sola—negué con la cabeza.

—Desde los quince he vivido con mi mejor amiga—asintió.

—¿Te gusta la saga de Harry Potter? A mi en lo personal me encanta y creí que podríamos verla,—dijo regalándome una gran sonrisa mostrando sus perfectos dientes.

—¡Claro!—

Empezamos a organizar todo para ver, comida, mantas, almohadas y demás, Madelaine se coloco su pijama y me presto algunas prendas.

- 

Madelaine Petsch

Ya íbamos por la tercera película de la saga, el ambiente era demasiado agradable, ambas estábamos en el tiradas en la alfombra con un tazón lleno de palomitas de maíz en nuestra mitad, reíamos y demás y por un segundo sentí como si ____ me estuviera permitiendo ver otra faceta de ella. 

La película termino, ____ agarro el control del tv para darle play y seguir con la otra.

—No quiero ser aguafiestas pero ya me aburrí de tanta película—ella rio por lo bajo y asintió para apagar la tele.

—¿No te aburre vivir sola? Digo me encanta tener solo un espacio para mi, pero no podría vivir en tanta soledad—dijo llevándose un puñado de palomitas a la boca.

—No es para nada aburrido, la mayoría del tiempo lo paso afuera, llego a dormir y además no estoy completamente sola, te equivocas—enarco una ceja,—Tengo una perrita, se llama Olive.—

—¿De verdad? ¿Esta aquí? ¿Puedo verla? ¡Dios! me encantan los animales—dijo con cierta emoción y ternura que me causo risa.

Me levante del suelo—Esta en mi habitación—comente haciendo una seña para que me siguiera.

_____ inmediatamente se levanto, al adentrarnos a mi habitación la pequeña Olive ladro, estaba acostada en mi cama, ____de inmediato se acerco a acariciarla.

—Hey, ¿Olive, verdad?—asentí—ambas empezaron a jugar en mi cama, la emoción en el rostro de _____ me trasmitía una felicidad enorme. 

Me senté a un lado de ellas.

—Pareces una pequeña niña—ella levanto su mirada sonriendo.

—En mi defensa nunca he tenido una mascota—respondió—Mis padres decían que no podría con la responsabilidad de cuidar un animal y con Davina...Bueno nunca lo hemos hablado, ella no se mantiene casi en casa y yo tampoco así que sería complicado por el momento—explico.