Esto que voy a contar es un relato, uno antiguo. Estas escrituras existieron hace mucho tiempo, pero fueron destruidas. Os acordáis de la gran biblioteca de Alejandría? Aquel mítico lugar que en teoría reunía toda el conocimiento del mundo, y gracias al cuál íbamos a avanzar mu rápidamente. Decían que si su destrucción no hubiera ocurrido, todos los avances actuales los habríamos tenido allá por el año 0. Retomando nuestro relato, tiene algunas incoherencias a culpa de la forma en la que llegó a mis oídos, del boca a boca, pero, por lo que recuerdo que me contaba mi abuelo, esto empezaba algo así:
Hace mucho tiempo, mucho antes siquiera de la existencia de nuestro universo, existía otro universo, uno perfecto, uno que fue creado minuciosamente por Dios, por un único ser capaz de crear todo de la nada y darle vida. Aquello era la perfección, no existían los pecados como la ira, la envidia, la pereza, la lujuria... La maldad tal y como la conocemos hoy en día carecía en los seres vivos, no se comprendía que existiera. Se vivía en una perfecta armonía. Dios creó todo aquello con el mayor amor existente, con el mismísimo amor de su corazón. Todos los humanos sabían todo, eran inmortales, eran prácticamente seres perfectos por debajo del mismo Dios, aunque este mismo los consideraba iguales a Él. Un día, Dios percibió la muerte de un ser humano, y dudando de aquello, fue corriendo a ver que ocurría. De camino se estaba preguntando, como es posible? Los seres humanos no son malos, nunca matarían, mucho menos practicarían el suicidio... Estaba dándole mil vueltas y no llegaba a ningúna conclusión. Ya llegado al lugar empezó a mirar por todas las direcciones, y no entendía, todo el mundo estaba bien, seguían con su vida tan normal. Aún así era extraño, seguía percibiendo más y más gente muriendo y veía a todo el mundo delante de Él haciendo su vida. En un arrebato de frustración le preguntó a un chico que iba pasando:
- Hola hijo mío, no entiendo, que está ocurriendo? Veo a todo el mundo igual que siempre pero siento como si todos os estáis muriendo uno a uno...
- Hola señor, lo que está pasando es que está percibiendo sus sentimientos...
- No entiendo hijo mío... Los sentimientos? Entonces, os estáis muriendo por dentro... Pero por qué? Lo tenéis todo, lo sabéis todo, podéis hacer lo que queráis, tenéis hasta el tiempo para ello pues os hice inmortales...
- Señor, lo que ocurre es que el tenerlo todo nos entristece.
- Explícate hijo mío.
- Al tenerlo todo y saberlo todo, la vida se hace aburrida y monótona, no tiene diversión. Al principio, era precioso, aún sabiéndolo todo, había mucho de lo que debatir, había información nueva que podíamos llegar a descubrir, pero ahora mismo, al saberlo todo, no hay nada, no hay nada que podamos hacer. Pierde el interés. Además, la inmortalidad lo complica todo.
- La inmortalidad, hijo mío?
- Si señor, la inmortalidad. La vida es grandiosa, lo es, pero creo que no se aprovecha de la forma correcta, al no tener un fin, carece de sentido y se llena de vacíos constantes. Como podríamos disfrutar un momento si sabemos que podrá volver a ocurrir? Como podemos amar a alguien si sabemos que siempre estará ahí? Muchos hemos llegado a este pensamiento, y esto, es lo que nos está matando por dentro.
Dios en su máxima sabiduría y conocimiento no pudo comprender de forma racional aquello. Por unos segundos se quedó callado... Al rato, le volvió a dirigir la mirada a aquel chico. Este tan solo lo miró y le dijo "gracias". Lo que ocurrió después fue algo que se fue transgiversando a lo largo de la historia. Dicen que Dios destruyo todo, destruyo todo el universo comprimiéndolo en su interior, para luego expulsarlo tan agresivamente, que se llevaría su vida por el camino. A consecuencia de ello, se creó nuestro universo, lleno de caos, muerte, destrucción, ira... Realmente nuestro universo, si lo pensamos bien, es lo peor, no existe la bondad de forma natural, para que haya un ganador, tiene que haber un perdedor, para que haya luz, tiene que haber oscuridad, para que haya bien, tiene que haber mal. En su momento le pregunté a mi abuelo:
- Abuelo, pero entonces, si todo es caos y destrucción, por que existe nuestro planeta?
- Verás, Dios era sabio, el que más, pero no era capaz de entender lo que aquel chico le dijo, por lo que la primera voluntad interna que tuvo fue crear justo lo contrario a lo que existía. Pero dentro de él, en su corazón, entendió perfectamente lo que tenía que hacer. Por ello, existe nuestro planeta. De hecho, mi abuelo me contaba, que el mismísimo universo es Dios, y que justo dónde está la tierra, representa su corazón. Esa es la causa de nuestra existencia, su amor interno, que fue capaz de entender el mayor deseo de aquellos humanos.
- Abuelo, entonces, Dios está muerto?
- Bueno, se podría ver así, pero la pregunta no es si Dios sigue vivo, sino... Has vivido como quisiste?
Y bueno, este relato, algo contado por mi abuelo, algo que fue cambiado a lo largo de la historia, y es algo que seguirá cambiando.
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La muerte de DIOS
Science FictionUn antiguo relato rescatado por la memoria de las personas