Todo empezó ese día.
Una chica.
Sea de donde sea que miraras estaba fuera de lugar.
Claramente no era su ambiente.
Pero estaba ahí.
Sin una pizca de miedo o incomodidad antes el tipo de gente a su lado.
Ella estaba ahí.
Con un suéter grande, una camisa arrugada y sucia, unos jeans desgarrados y unos convers negros que hacían que sus pies se miraran como los de una pequeña niña.
Yo no la vi ese día, fue mucho después que supe que ella, entre todas las personas del mundo que te podrías imaginar en un viejo y sucio lugar, ella estaba ahí.
Con sus ojos fijos en el escenario.
Sin moverse.
Era la única que no lo hacía, todos los demás, enloquecidos por la música, el alcohol y el intenso olor a marihuana, era la única persona que parecía completamente paralizada.
Pero con un brillo de curiosidad en sus ojos innegable.
Ella, desde ese momento, planeaba algo, algo que llegaría a ser más arrebatador de lo que en mi vida podría siquiera imaginar.
Y aunque para mí fue un día completamente normal, para ella fue lo que provocó el mayor impacto.
Pensando en ese día no puedo negar que si ese día, en ese preciso momento me hubiera enterado que ella estaba ahí, hubiera preferido hacer algo, tal vez acercarme para cambiar el futuro o mejor aún, jamás nunca haber cruzado palabra con ella.
Como me hubiera gustado que su camino y el mío nunca se hubieran cruzado.
ESTÁS LEYENDO
Si hubieras decidido quedarte
Teen FictionFinn Lin es un pelinegro de 24 años que pasa sus noches tocando música en un edificio de mala muerte con sus dos mejores amigos. Sus noches son todas iguales: música fuerte, alcohol por todos lados y drogas, muchas drogas. Fue una noche que todo em...