Tamara Rawlins
<<Por fin Ángela se fue a su cita con Carter.>>
No es que me quisiera deshacerme de ella, solo quiero pasar tiempo a solas con mi novio y poner en práctica lo que aprendí con lo poco que alcance a leer.
Cuando comencé a leer unas cuantas historias que mi amiga me señaló, mi mente exploto completamente. Conforme iba leyendo la historia me atrapaba más y más, de vez en cuando hasta yo sola me ruborizaba con las cosas un poco explicitas que leía, pero todo sea por aprender.
Creo estoy lista para perder mi virginidad.Ahora dilo sin pensar que es una locura y sin que quieras salir corriendo.
Solo de pensarlo mis piernas tiemblan. Sé que me va a doler, o al menos es lo he escuchado y leído. Estoy segura de que quiero que Sebastián sea el primero, me hace sentir segura y fuerte. Pero estoy llena de dudas. ¿Cuándo será el momento correcto? ¿Intentaré algo antes o después de la fiesta? ¿Quiero que me vea completamente desnuda? ¿Le gustaré así? No tengo curvas como las demás chicas con las que de seguro ha estado. ¿Debería de rasurarme bajo?
Es lo mismo desde que la idea cruzó por mi mente, empiezo segura y conforme mi cabeza le da vuelvas al asunto empiezan a salir mis inseguridades.
Me pongo mis audífonos dejando que la música de Vivaldi tranquilice mi mente, un ritual que siempre he tenido y que últimamente hago con más frecuencia antes de ver a mi novio.
Me pongo una falda azul marino, blusa blanca y unas botas marrones, por suerte los colores de la escuela van de acuerdo con casi todo lo que tengo en mi closet. La vez pasada traía un suéter y un pantalón ancho y cuando llegue a la fiesta que siempre hacen después de los partidos me sentí fuera de lugar al ver a todas las chicas arregladas. Por lo que ahora me esforzaré un poco más, quiero estar a la altura de tener un novio como Sebastian, estoy dispuesta a encajar.
Siento que me toman del hombro y pego un salto quitándome los audífonos de un tirón.
—Tranquila, amor soy yo— él baja las manos y se aleja un poco de mí para darme espacio.
—¡Sebastián, casi me matas de un susto!
—Lo siento, como no contestaste el timbre decidí entrar, la puerta estaba sin seguro.
Toco mi pecho intentando regular mi corazón, que no estoy segura si son por el susto o que Sebastian ya esté aquí. Echo una mirada rápida para ver qué este completamente vestida (nunca está de más comprobar) y luego doy un escaneo rápido a mi habitación. No quiero que nada que pueda avergonzarme este a la vista. Es la primera vez que Sebastián está en mi cuarto, las otras veces que venía solo pasaba a la sala. Por suerte escondí mis peluches en el closet hace tiempo.
—Perdón, estaba escuchando música y no me di cuenta de que habías llegado.
—Tranquila, no pasa nada, te veías muy linda tan concentrada— me sonrojo por su comentario, creo que los hace a propósito para verme así —, pero no es seguro que tengas la puerta abierta y menos si estás sola y escuchando música.
—Lo siento, yo...
—No pasa nada, ¿lista para irnos?— pregunta todavía desde el marco de la puerta, más afuera que dentro de la habitación.
Creo que solo toco mi hombro y volvió a ese lugar.
—Pensé que podríamos quedarnos un rato aquí— tomó valor avanzado hacia él y tiro de tu brazo para que entre del todo en mi cuarto.
Me siento en la cama y él me imita, viendo todo.
<<¡Sebastian está en mi cama!! ¡En mi cama, conmigo en ella! >>
Miles de minis "yo" están corriendo frenéticas dentro de mi mente.
<<Tranquila, esto es de lo más normal, actúa cool.>>
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Entre besos y engaños.
ChickLitÁngela Brown, ante los ojos de la gente siempre ha sido la chica perfecta, ahora en la universidad tiene todo lo que siempre ha deseado; vive con su mejor amiga, estudia en una de las universidades más prestigiosas del país, tiene un grupo de amigos...