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7. Vacaciones (Julio)

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Aviso: este One Shot cuenta con casi 16mil palabras y hará mención de varios países. No hice una investigación tan extensa de cada lugar por lo cual muchas cosas son mencionadas muy por encima y se toman elementos más característicos de los sitios, además de que hay lugares específicos en los que se enfocará más y otros que solo serán mencionados por encima. Se ruega no juzgar demasiado ;;

Y espero no llegar a ofender a nadie, por eso también no entré en tanto detalle con cada lugar excepto un poco con el que sería mi país, Chile, a ti si te ofendo con ganas.

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Vacaciones

El gran héroe Deku, al ver la hora, se dio cuenta de que ya se había pasado de su horario de patrullaje. Ya era costumbre que al verse tan absorto en su misión, siempre solía pasarse por unos cuantos minutos de su horario. El siguiente héroe que ahora debía tomar su lugar, ya debería haber comenzado su patrulla hace unos diez minutos, por lo cual Izuku no tendría que preocuparse. El nuevo héroe número uno de Japón, se detuvo y antes de ponerse en marcha de vuelta a la agencia, dio un último vistazo para asegurarse de que todo se encontraba bien a su alrededor.

Todo estaba oscuro debido a la hora, aquella semana su horario de patrullaje era entre las cinco y las nueve de la noche, cosa que era agotadora debido a que en ese periodo bajaba mucho la temperatura y al ser invierno, debía mantenerse en constante movimiento hasta dar por finalizado su trabajo y al fin poder volver a la agencia para terminar sus deberes y volver a casa.

En aquel momento solo la luminaria pública de la ciudad era la que iluminaba las frías calles japonesas las cuales estaba vigilando. Una vez asegurado el perímetro, activó el One For All y se fue rápidamente hasta su agencia para darse un baño y dejar su traje para que fuese aseado y restaurado para que al día siguiente estuviera en óptimas condiciones.

Una vez se encontró bajo el agua de la ducha, sintió todo el peso caer sobre sus hombros. El cansancio le estaba pasando la cuenta. Ya llevaba aproximadamente tres semanas trabajando de lunes a lunes sin tomarse más que un día de descanso. El día de hoy había estado tranquilo para el peliverde, solo vigilando que todo estuviera bien, frustrando un par de asaltos y deteniendo uno que otro altercado. Hasta salvó a un gatito que se había quedado atrapado arriba de un árbol, la niña dueña del minino había estado muy feliz y hasta le regaló un dibujo que Izuku guardó en su casillero, en un archivador lleno de dibujos y cartas que las personas solían darle en agradecimiento, especialmente los niños.

Amaba su labor, amaba ser un héroe y salvar a las personas, amaba poder enfrentar el mal y que su deseo de la infancia se hubiera vuelto realidad... Pero en momentos como aquellos solo amaba su cama y la almohada. Anhelaba tener que llegar a su hogar y lanzarse como un costal de papas sobre el colchón.

Antes de marcharse de vuelta a su hogar, Izuku se detuvo en su escritorio para completar un par de papeles sobre lo que había hecho aquel día y una vez dejó todo en orden, al fin pudo colocarse su abrigo, tomar su bolso y pedir un taxi que lo llevara hasta el edificio en el que vivía.

Tuvo que luchar contra las ganas de quedarse dormido ahí mismo, la música que tenía puesto el conductor era bastante relajante y los asientos eran suaves y blandos, ideales para echarse a dormir un rato, pero no quería pasarse de largo en su trayecto y tampoco quería incomodar al chofer del vehículo.

Con mucha pereza, una vez llegó a su destino, le pagó al conductor y salió del carro que lo había dejado a las afueras de su edificio.

Al ingresar saludó al conserje y se encaminó hasta el ascensor marcando el último piso que lo llevaba al pent-house dónde vivía junto a su pareja. Sí, su pareja de hace casi cinco años.