Oficial Buenote //Hoseok x BeomGyu

Capitulo 6

Beomgyu.

"Dulce Jesús" gemí cuando finalmente me salí de la cama. El Oficial Buenote era una bestia. Tan pronto como se fuera el ardor, iría de regreso a si casa y lo patearía por hacerme esto. Y si esto terminaba en un tercer encuentro, que así sea, aunque termine con el culo adolorido.

Necesitaba algo de café, pero escuche a Jimin a los niños soltando risitas en la cocina. Con suerte, ellos no se darían cuenta de mi condición.

"¿Tío Gyu, por qué caminas chistoso?" Pregunto Leo.

Mi condenado sobrino era demasiado observador. "Monte un caballo." Contesté.

"Debió haber sido un gran caballo." Murmuro Jimin.

Mis ojos se detuvieron en él. "¿Qué dijiste?" Era imposible que supiera de Hoseok. Nadie estaba en casa ayer, ¿No?

"Nada." Sonrió antes de enfocarse en los enanos. "Vamos, chicos. Tenemos que ir a comprar algunos útiles escolares." Por supuesto, los chicos se quejaron, no podía culparlos.

Estaba sirviéndome una taza de café cuando Daehyun vino al fregadero para poner su plato. "Vas a estar en la clase de Leo." Le dije. "Ustedes dos vas a meterse en muchísimos problemas."

Me sonrió. "Nunca he tenido problemas en la escuela antes."

"Oh, tengo tanto que enseñarte." Contesté. Tendría que enseñarle todo lo inocente, por supuesto. No había manera de que quisiera que terminara como yo.

"Papá dijo que no hiciera nada de lo que tu dijeras." Dijo Leo, danzando hasta llegar hasta donde estábamos.

"¿Por qué diría tal cosa?" Pregunté inocentemente. Los dos se encogieron de hombros. Suspirando, los abrace y envié a los pequeños rompecorazones a seguir su camino. Miré a mi traicionero hermano y vi que él y Zuànshí estaban frotando sus narices. Eran tan malditamente adorables.

Se estaban yendo cuando recordé algo. "¡Hey! ¿Consigue algunas trampas para ratones, quieres?" Odiaba los ratones.

Mi día estuvo bastante normal. Hice todo ese rollo del secretario, leí erótica con Nam, lance unos martillos con Taehyung, y fui perseguido por Yoongi. Trate de decirle que el martillo que había volado a su oficina fue por culpa de Taehyung, pero por alguna razón, no me creyó.

Eventualmente, los jefes se fueron a preparar su viaje de acampada con los chicos por el cumpleaños de Daehyun. Le había comprado un regalo genial, era una pistola de juguete que disparaba mini malvaviscos. Las municiones que te puedes comer son una genial idea.

Además me ofrecí a prepararle un pastel. Bueno, técnicamente, me ofrecí a llevar el pastel, pero Jimin no era el único que tenia habilidades en la cocina. No habíamos sacado ese talento de nuestra madre, Chaerin más cocina era igual a una mierda de platillo.

No le diría a nadie que yo hornearía el pastel, no quería que nadie esperara que lo hiciera muy seguido. Mi trasero era demasiado flojo como para esclavizarme en una cocina caliente todo el día, a menos que fuera por una buena causa.

Fui al supermercado a comprar lo esencial. No iba ni a la mitad de lo que había en la lista cuando alguien me interceptó. "¿Qué diablos estás haciendo en un supermercado? Los hombres solteros no cocinan." ¿Esta estereotipando? Si, demándenme.

Hoseok resoplo. "¿Quién te dijo esa mierda?"

"¿Me estas acosando, verdad?" Pregunté. "Lo juro, dejas a un tipo meterse en tus pantalones una vez y..."

"Dos veces." Me corrigió arrogantemente.

Estaba a punto de darle una respuesta rápida cuando mi maldito teléfono sonó. Era Jimin. "Beomgyu no puede contestar el teléfono en estos momentos. Deje su mensaje después del tono. Beep."