Parte única.

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Si había algo que Loki extrañaba, era tener un estilo propio.
En la TVA no había muchas opciones para tener un estilo personal, pues uno debía cernirse al uniforme predeterminado que cualquiera que trabajará ahí debía llevar.

Ni siquiera la chaqueta con "Variante" escrito en la espalda le parecía especial.

Pensaba que quizás podría añadir algunos toques de color al insulso uniforme pero era difícil combinar el verde que tanto le gustaba, con la paleta de colores tan restrictiva que este tenía.

De ahí que empezará a pensar en otra manera de tener de vuelta algo de su estilo. Y suponía que el esmalte de uñas no seria una mala idea.

Disfrutaba mucho de usar de este recurso aunque no fuera algo muy usado en Asgard. Simplemente le gustaba el aspecto distinguido que el color obscuro le daba a sus uñas.

De ahí que comenzará a buscar entre múltiples objetos encontrados.

Mobius le había mostrado que podías agarrar estos mientras fueran poco importantes. Loki lo había visto agarrar caramelos en múltiples ocasiones así que pensaba que tomar prestado esmalte de uñas no seria motivo de una sanción para él o el analista.

Un día, por fin apareció entre los archivos un pequeño envase de vidrio lleno de esmalte negro, justo al lado de un pequeño paquete de caramelos de cereza.

Loki tomo ambos, pues quería darle un pequeño gustó a Mobius.

Hace tiempo que Loki quería confesar la infinidad de agradables sentimientos que Mobius le inspiraba. No era afecto a decirlo de una forma tan directa y repentina, pero el analista no parecía tener muchas luces al respecto, pues siempre pasaba por alto las insinuaciones y gestos que Loki le daba.

Ni siquiera cosas más íntimas, como Loki tomando sus manos y garabateando en ellas, parecía comunicarle las  intenciones del Dios.

Solía hacerlo cuando estaba explicando algo, tomaba una o ambas manos del analista y comenzaba a ilustrar su narración en estas. Era su oportunidad para pasar sus propias manos por la piel de Mobius, sentir lo cálidas que eran y la forma exquisita en que distaban de las suyas propias.

Pero a pesar de percibir cierto color rojizo en las mejillas del hombre, no recibía nunca una mirada de reconocimiento de parte de este y por eso debía seguir tratando.

De ahí que tomará ambos objetos y, con un plan en mente, se dirigiera al pequeño cubículo en donde el más bajo solía encontrarlo, generalmente jugando con una bastante indignada Miss Minutes.

Mobius se había sentado ya en la silla  giratoria que Loki solía ocupar y parecía estarlo esperando, aunque la ausencia de documentos en sus manos le indicaba a Loki que bien era algo no relacionado al trabajo o muy simple, Así que era una buena oportunidad para llevar a cabo su plan sin interferir en algo más.

- Oh, Mobius- saludo con una sonrisa, una que el mismo reconocía, estaba sólo reservada para aquel hombre y su bonito  bigote.

- Loki - saludo este a su vez al tiempo que empezaba a incorporarse para cederle al Dios su propio asiento.

- No, por favor no te molestes - respondió Loki al tiempo que se ponía en cuclillas frente a el. Realmente no esperaba que este acto se viera tan sugerente, pero ese pareció ser el efecto, pues Mobius desvió la mirada rápidamente.

- ¿Me buscabas para algo? - pregunto el de cabellos azabache sin soltar aún los objetos de sus manos.

- Oh, si... algo así. Sólo quería felicitarte, pudimos localizar a tu variante gracias a lo que nos dijiste. Será difícil que la atrapen pero por tu ayuda, ya no es imposible - Mobius volvió a mirar a Loki, aún incómodo con la perspectiva de este "a sus pies" pero queriendo darle un agradecimiento honesto.

Esmalte negro; Lokius One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora