Bien, ha sido un día bastante largo, creo que es demasiado por procesar y siento como si fuera mentira todo esto y es que cualquiera en mi lugar estaría igual, no es fácil procesar estas cosas, es que para mi el tiempo no ha avanzado, es como si ese día del accidente llegara en la tarde a mi casa, después de la Uní, toda estresada por las tareas que habían dejado.
Normalmente pensamos que las ideas de accidentes o cosas extrañas, no estarán nunca en nuestra vida, piensas que jamás van a pasarte, o a algún familiar, de hecho es muy extraño pensar en que algo así pueda ocurrirte, pero siempre pasan en un abrir y cerrar de ojos, y es tan malditamente incierta la vida, algo tan valioso y que poco valoramos, como la vida, se puede ir en un abrir y cerrar de ojos.
- ¿Mami? ¿Aun esta abierto el restaurante de Joel?- espero que diga que si, ese restaurante tiene las mejores malteadas de oreo de todo el pueblo, y es que desde pequeña he ido a ese lugar y jamás me cansaría de esa malteada.
Mamá me mira dudosa, pero aun así contesta - Si, no creo que ese restaurante cierre jamás Anabeth- dice enfatizando en "Jamás" a veces en nuestra tarde de madre e hija vamos Al restaurante, ella con su malteada de fresa y yo con mi malteada de oreo.
Se que no me dejará, pero necesitaba ir al restaurante a ver si todo seguía igual - o si alguien seguía trabajando en el restaurante - dijo la vocecita de mi cabeza, y solo sonreí ante el recuerdo de Joey, el chico con el que tenía un crush desde pequeña, y es que quien no lo tendría, es súper lindo, tierno, amable y así podría continuar pensando las características de este tremendo chico, nos conocemos desde pequeños y fue el chico con el que di mi primer beso, de hecho ahora que lo pienso, solo fue un juego para el, pero, ¿para mi? Había sido lo mejor del mundo, sentí esas mariposas y juegos artificiales solo para que el dijera - No se siente nada Beth- y con ese comentario rompió mi corazón en mil pedazos, recuerdo que solo le grite que era un idiota y me fui llorando a casa, se encontraba cerca del parque donde estábamos, aun así, este chico se encuentra en mi corazón y mente, el jamás supo lo que sentía por el, y aún tengo en mi memoria su disculpa, solo éramos pequeños y el no entendía nada, ni porque me había ido así, el solo me dijo - "Lo siento Beth, no se si para ti hubo algo más y quizá no debí haber hecho ese comentario, ¿podrías perdonarme?"- aún recuerdo su carita llena de angustia
- " No pasa nada, solo actúe por impulso, no fue nada"- pero en realidad había sido todo lo contrario.
- ¿Tu sola? - menciona mi mamá un poco preocupada, - Recuerda que vas saliendo del Hospital Ana, no quiero que te pase nada, mejor vamos mañana y descansas hoy, ¿Te parece?- No! No me parecía, agg - Val irá conmigo, dice que tiene unos pendientes de la escuela por mostrarme- ¿QUE?, ay no que excusa tan más tonta jamás la creerá, Dios, porque soy tan mala mintiendo, ya resignada solo esperaba la respuesta de la señora enfrente de mi llamada mamá
- Puedes ir, te quiero aquí antes de las 10:30 de la noche y que Val te traiga a casa-
- Esta bien Mamá, ya me iré a...- que había dicho? - Acaso dijiste que sí? -
- Si Anabeth, puedes ir- Dijo mi mamá un poco irritada y yo no podía con tanta emoción
- AHHH! ERES LA MEJOR- le dije con un pequeño grito, subí a mi cuarto por mi bolsa y le di un beso a mamá en la mejilla y salí de casa.
En realidad, el restaurante no quedaba muy lejos, ¿Como le haría para que Val viniera a esta hora? Camine un par de cuadras, 5 para ser exacta, me concentre en buscar mi labial en mi bolsita que nunca lo sacaba de ahí, mi vista se centro en algo más que llamo mi atención, era una pareja en el parque riendo y disfrutando el momento, el chico estaba de espalda, pero la chica era muy bonita a decir verdad, ¿pero tan tarde?, soñaba con pasar un tiempo así con Joey, no como mejores amigos, si no como mi novio, llegue al lugar y ya no había vuelta atrás, ya se me vendría a la mente una excusa para decir algo de Val, por el momento estoy más concentrada en entrar al restaurante y verlo, soy un manojo de nervios en este instante, detesto la forma en la que me hace sentir este chico, porque me tiene que poner de esta forma, lo busco por todas partes esperando escuchar su "Ann" pero jamás llegó.
- Anabeth?- alguien me toca el hombro, no puede ser, es la señora Vero, me volteo rápidamente y la abrazo, como la extrañé, la señora Vero es una de las personas más alegres y llenas de Luz de este lugar, a veces vengo sola sin mamá, solo para hablar con la Señora Vero y sus increíbles consejos, dejo de abrazarla y no puedo ocultar mi emoción al verla.
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En Coma
Teen FictionAbro mis ojos, todo es confuso, no es el techo de mi cuarto, ni mi cama, ¿que esta pasando? ¿Donde estoy?, y por más que quiero gritar mi voz no sale, tengo la garganta seca y podría jurar que es un cuarto de hospital, me calmo tratando de averiguar...