Wateredge (World of Warcraft: Wrath of the Lich King)

Voz del Vacío

Silithus, un desierto maldecido por una antigua sombra, un dios antiguo llamado C'Thun el cual se había liberado de su prisión subterránea y debía ser derrotado antes de que recuperara todo su poder o Azeroth estaría condenado. Para Killha esto no era más que un pequeño juego de quien es el más fuerte, como sacerdotisa era una maestra en el control del poder de las sombras y por ende, el vacío. De todo lo que odio ese día fue la infiltración después de limpiar el terreno de esos inmundos quiraji, malditos bichos. Si bien pudo escoger la luz como base de ataque no lo hizo, según ella no era ninguno de esos paladines y sacerdotes humanos obsesionados con la luz y disciplina, digamos que ella no es la mejor en cuanto a disciplina y aprendizaje, ya tenia bastantes problemas con Tyrande por eso, y es que, ella hace lo que le de la gana y eso nadie se lo puede impedir. Ese día tan desagradable tuvieron la suerte de contar con la ayuda de los Vuelos Rojo, Verde y Bronce. Bajando hacia las profundidades de la tierra asesinaron sin piedad todo aquello que los atacara, y la elfa nunca disfruto tanto usar sus poderes de sombra.

“La muerte está cerca…”

Detuvo su marcha, ¿qué demonios había sido eso? Pero no era el momento de analizar esa voz que le hablaba cuando usaba sus ataques sombríos. El tiempo continuó avanzando y más de esos quiraji caían muertos.

“Tú ya estas muerta”

¿Muerta? Baf, este se volvió loco, estaba más viva que el mismo. ¿Qué sentido tenía decirle eso? Vamos, reacciona idiota.

“Tus amigos te abandonaran”

— "¿Perdón?, yo no tengo amigos, sólo hermanas, recuerda eso."

Los Emperadores Gemelos habían sido derrotados, dieron su pelea pero no eran rivales para los héroes de Azeroth, nunca iban a serlo, ja, menso.

“Eres débil”

—¿Débil?

La risa de la elfa llenó la cámara, la expresión asesina y sádica inundó su rostro.

—¿Yo, débil? — volvió a reír esta vez a carcajadas — ahora si que te pasaste. Dime las cosas en la cara si tienes suficiente “poder” para compararte conmigo, ¡maldita basura!

La descarga de energía sombría impacto en el gran ojo que se asomaba en la cámara destruyéndolo al momento. Si bien su paciencia podía durar siglos ese día fue llevada al límite, perdiendo el control de sus acciones y dándole a C’Thun la muerte por atreverse a susurrarle esas palabras.

Eso ocurrió hace unos dos años y aquí estaba, viva y jugando con la sombra, esperando que den la señal de ataque para infiltrarse en Ulduar y acabar con la maldad que habita en las ruinas.

—No te vuelvas loca. Al menos espera a que terminemos.

—Zallha, ni la mismísima voz del vacío es capaz de retorcer un poco mi mente. Me gusta la sombra más que nada en este mundo.

—Lo que digas hermana.

El cuerno sonó, era hora de destruir, hora de matar, hora de sufrir con su poder.

—Te haré sentir el verdadero poder de la sombra Yogg-Saron. Recuerda eso, tú morirás y yo viviré.

“La Voz del Vacío no me quebrantara, yo soy dueña de mi mente no esos Dioses Antiguos ni los Señores del Vacío. Mi mente es mía y sólo mía”