Banda no banda

Orfanato y ¿a donde vas?

Después del incidente donde el cenizo confirmo lo que sus padres le habían hecho y también conoció a los que le habían salvado, después de un tiempo fue dado de alta y mandado a un orfanato.

El no pregunto el porque pues ya sabía que sus padres no lo querían devuelta en casa eso si que le dolió pero no lo demostró paso una semana aislado de los demás chicos para que se acostumbrará aunque no hacía falta ya que no le importaba socializar y curiosamente los señores que le salvaron iban a visitarlo debes en cuando.

Pasado la semana de su aislamiento en ese orfanato por fin lo dejaron salir, una vez afuera los niños lo miraban mal aunque eso ni le importaba, algunos en esa semana le explicaron lo que les iba a suceder a sus padres por negligencia familiar pero no lo tomo a mal pues el ya se resigno a perder el cariño de estos.

En eso es lo que pensaba hasta que a la distancia distinguió a un grupo de chicos que estaban amenazando o golpeando a otro, y el podrá ser todo lo que quieran pero no iba a dejar que maltraten a alguien de su edad, al chico que estaban golpeando tenía el cabello morado al igual que sus ojos, eran bonitos, era un poco más pequeño que él y se podía notar que no tenía mucha fuerza. 

Después de analizarlos aunque el tiempo fue poco se acercó y lo defendió, luego se inclinó para ver su rostro y se dio cuenta que el niño estaba llorando.

Él siempre a sido malo para consolar a alguien y tener justo a alguien que salvaste llorando no es como si le ayudará a pensar en algo.

- Hey, ya no te van a molestar bastardo ya no llores si ? - aunque parecía estarlo insultando el niño de cabello púrpura lo vio, su mirada reflejaba preocupación y pánico por no saber que hacer.

- gracias...- no continuó y espero a que le diga su nombre.

- katsuki bakugou - le dijo y luego pregunto - tu como te llamas?

- gracias bakugou - se secó las lágrimas y alzó su vista un poquito ya que era un poco más pequeño que su salvador- Hitoshi Shinsou un placer conocerte.

- igual - respondió y por alguna razón que ninguno de los dos entendió se quedaron juntos lo que resta del día.

Después del almuerzo al cenizo se le metió el bichito de la curiosidad y sin ser capaz de retenerlo lo soltó

- oye ojeroso... Y tú desde ...cuando estás ...aquí? - sip le pregunto directo y sin pensar en las consecuencias.

-mmm desde los 8 años - dijo sin mostrarse afectado por eso.

El cenizo por un momento se maldijo por no guardar su curiosidad pero al ver que el otro niño quería o más bien necesitaba sacar todo lo que se había guardado durante ese tiempo lo tomo de la mano como si nada pasando de largo el hecho que solo llevaban horas conociéndose.

Katsuki logró llevar a Hitoshi a un lugar apartado de todos, un lugar tranquilo con un árbol y una pequeña brisa, katsuki lo soltó su mano y le indico que se sentara al igual que él Hitoshi solo obedeció a la petición pues ya sabía o mejor dicho intuía a donde iba el tema.

- comienza ojeroso - dijo el cenizo lo más serio posible.

- si insistes- dijo el peli-morado.

Hitoshi empezó a contarle la historia de su vida desde que tenía memoria.

Sus padres no quisieron tenerlo y aunque no lo querían lo tuvieron  porque en primera ya no podían librarse de él pues cuando su madre se enteró que estaba
embarazada el ya llevaba 3 meses y medio ahí, luchando por vivir.

Así le contó su vida a un niño-chico que recién conocía, era la primera vez que se sentía libre, la primera vez que hablaba con soltura, la primera vez que dijo lo que pensaba lo que sentía la primera vez que sintió un peso menos, la primera vez en 4 años que se desahogaba de lo que había pasado en su corta vida, la primera vez que alguien lo escuchaba atento interesado en él, la primera vez en eso 4 años que después de enterarse de lo que pasó en su vida no lo hizo sentir mal si no más bien se había molestado con sus padres y para el mostraba una mirada de preocupación, era la primera persona que en verdad parecía preocuparse por él.