La sirena y el pez

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NOTA; ¡hola! debo decir que esto salió directamente de un cerebro con insomnio, me iré al infierno por esto. Los invito a irse conmigo.

Advierto que como todo lo que logró escribir es medio extraño sino completamente, quedan advertidos. Bueno espero les agrade lo que leen y me dejen saber qué les pareció. Nos leemos en los comentarios.

Perdón por adelantado por las faltas de ortografía o cualquier error que pueda tener, siempre hay algo que se me escapa, son bienvenidas a decirme si ven algún error que arreglar por ahí.

Sin mas que decir espero lo disfruten.






"Es tiempo de aparearse con otros seres, no tenemos alternativa". Fugaku miró largamente a las criaturas que pertenecían al reino de las sirenas. Este era tal vez la peor desgracia de todos los tiempos para la especie acuática.

Los problemas de natalidad en la especie, estaba amenazando con el exterminio, no sobrevivirían los próximos años.

"¿Estás seguro de que esa es la solución?". Dijo Mikoto, Fugaku no lo estaba, pero mirando las caras angustiadas de su clan, pensó que era lo mejor.

"Buscaremos machos y hembras que estén en la edad reproductiva, tenemos que salvarnos, incluso si eso significa manchar la sangre de nuestra especie con otros seres marinos".

Sasuke nado sin preocuparse por alejarse de la seguridad del clan, solo tenía una misión en su mente, capturar una presa.

No iba a defraudar a su padre, era uno de los pocos machos jóvenes, tenía que por fuerza dejar su descendencia. Ya había fallado no debe volver a cometer el mismo error.

Las hembras del clan no creían que Sasuke tuviera fuerza en sus genitales, había tratado de fecundar los huevos, pero ninguno de ellos logró formarse, la humillación le hizo salir fuera del límite establecido para buscar a alguien más fértil.

De que servía que la especie tuviera ambos sexos si moriría por la baja natalidad, sus cuerpos no podían generar tantos huevos, tampoco fecundar con demasiada eficacia, de diez crías solo nacían tres y de ellos uno llegaba a la adultez.

Trato de aparearse con un pulpo hembra llamada Karin, pero los tentáculos se le pegaban a la cola y estorbaban lo que le fue imposible hacerlo, además no le gustó mucho que las ventosas le succionaran la piel de forma tan violenta.

En su viaje conoció a un tiburón, su nombre era Suigetsu, pero tenía el pene corto y blando, dijo que pronto maduraría y que se volvería el mejor miembro que haya encontrado mientras sonreía con los dientes afilados. Salió huyendo de ahí, no le interesaba algo inmaduro.

En aguas muy frías encontró a una gran orca. El chico era agradable su nombre era Juugo, pero cuando trataron de reproducirse casi fue aplastado por el enorme cuerpo. No, gracias, ese macho aplastará los huevos antes de que logre ponerlos.

Menos cuando parecía ser del tipo de pez que se estresa y se come a los pequeños huevos. Necesitaba a alguien más optimista.

Resignado pensó que el problema era él, no las criaturas marinas, tal vez las especies de la tierra fueran más cooperativas.

Así que agitando la cola de escamas negras azuladas marchó rumbo a la superficie, el sol le acaricio la piel azulada del rostro, sus grandes ojos negros le dolieron ante el mar brillante sobre su cabeza.

Pidiendo indicaciones a una anguila, siguió el camino indicado para encontrar lo que llamaban la tierra firme.

Orochimaru como se presentó la anguila, dijo que en ese lugar encontraría algo que tenía por nombre, ser humano.

Sirena busca pareja ¿algún interesado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora