El pequeño chico andaba cabreado. Y mucho.Había reprobado química y necesitaba pasar la materia. No había muchas opciones al respecto, tendría que pagar 1000 wons para el exámen de recuperación y encima el maestro no dió su respectivo temario cómo debía dé hacer.
Tenía una semana para estudiar todo lo que pudiera, el maestro le había recomendado la biblioteca de la institución. Según el joven maestro Kim ahí había buen material que sin duda le serviría. Era casí una bendición que el maestro fuera comprensible hasta cierto punto, o a lo mejor sólo era que se la había chupado unas cuantas veces junto al profesor de lógica SeokJin; en la bodega del conserje y en el laboratorio de química. Detalles.Jimin no era un chico "sucio". Sólo ejercía su sexualidad libremente y sabía separar las cosas de la cama con las escolares. Sabía que no estaba bien que un alumno estuviera con dos de sus maestros casi que casados. Pero las cosas se dieron y a su vez se le otorgó ciertos privilegios. Aún así para el chico Rubio era inaceptable algunos de esos tratos, estaba con ellos porque quería disfrutar de un buen rato. No porque quisiera favores.
Con su enojo de por medió se dirigió a la biblioteca. Le esperaban largas horas de estudio y nada más que agua en su estómago. No podía darse el lujo de reprobar.
Cuándo entró al edificio el clima le azotó la cara, y con la sensación el olor. Le gustaba el olor a libros viejos y aire acondicionado, era un punto bueno. Mostró su pasé de estudiante a la señora Wey y se dirigió a la sección de química, recordaba algunos temas de las clases así que supo más o menos lo que buscaba. Con tres libros en brazos se dirigió al área de la mesas, eran blancas y largas los alumnos estaban dispersados por ellas pero no encontraba un lugar cómodo con la vista. Camino un poco hacía la parte de atrás, era dónde más se sentía el aire acondicionado y para su fortuna no había nadie más que dos chicos en la mesa.
Ambos leyendo unos libros, concentrados. Depósito los libros en la mesa y se sentó alado del chico de cabellera negra, enfrente de ellos se encontraba el otro chico de cabellos castaños. No saludó, sólo tomo asiento y comenzó con su tarea sacando su estuchera y libreta para tomar apuntes y repasar más tarde.
El tiempo iba volando, apesar de tener la vista en sus apuntes podían ver cómo salían y entraban las personas de la sala de mesas. Reviso la hora en su móvil y ya habían pasado al rededor de dos horas desdé que llegó, aún así seguía siendo temprano.Siguió en lo suyo y regreso la visita a sus apuntes, ahí fue cuándo de reojo vió al chico pelinegro hacer unos movimientos un poco extraños sobre la tela de su pantalón. El rubiesito pensó que la perspectiva le había jugado una muy mala, pero cuándo miró a ver disimuladamente pudo ver qué eso no había sido error de sus ojos. El chico pelinegro tenía una erección que masajeaba y al parecer le dolía un poco, suponía que por la presión del pantalón.
Sus mejillas se colorearon haciéndole copetencía a su lapicero rojo en la mesa. Cuándo volteó a ver al chico a la cara lo descubrió viéndolo a él también, lo que hizo que su erección se moviera de una forma que si estuviera libre hubiera rebotado.
El pequeño chico sólo devolvió su mirada a sus apuntes y intentó seguir estudiando. Sin embargo de vez en cuándo su vista paraba en aquél lugar del chico. Él seguí a masajeando aquella parte con una mano mientras que con la otra sostenía el libro que leía. Por un momento, Jimin se preguntó que estaba leyendo.Intento no darle tanta importancia, después de todo no era que le molestara por raro que sonasé. Se preguntaba sí el chico de enfrente lo sabía.
Siguió con lo suyo hasta que se dió cuenta de como bajaba el shipear de su pantalón y maniobraba la ropa interior para sacar su polla del encierro. Echó un vistazo más largo, y el vistazo no era lo único largo...
Pudo ver lo grande y jugosa que se veía esa polla y sí el chico le ofreciera probarla el no se negaría. Se regaño mentalmente por pensar tantas cosas obscenas y intentó continuar, sin embargo el vaivén de la mano del pelinegro en su erección le dejaba un poco más que caliente. El chico subió la mano y cuándo llegó a la punta introdujo su miembro en entre dos de sus dedos, bajó y cuándo subió repitió la acción con el siguiente par de dedos. Nunca había visto a un chico masturbarse de esa forma, siempre era el típico sube y baja con puño cerrado. Por su expresión suponía que se sentía genial, lo probaría con Nam y Jin luego.El chico comenzó a mirarle mientras subía y baja su mano, seguía sosteniendo el libro con la diestra y suponía que esa era una invitación descarada. El chico comenzó a ponerse un poco rojo debído al placer, soltaba pequeños jadeos y suspiros. Y Jimin se preguntaba si el chico enfrente ya se había dado cuenta, aunque a juzgar por su sonrojo suponía que ya lo había echó.
Jimin no despegó la vista de su libreta, pero su mano dejo de estar en la mesa y paso a acariciar el muslo del chico contrario y poco a poco subir hasta dónde llasia el punto de su placer. Jugo un poco con la punta rosada y pegajosa por el pre-semen y continúo masturbandolo como vió que había echó. Su respiración se volvió un poco agitada pero no lo separó, simplemente siguió disfrutando de la sensación. Más tarde y implementando el clásico sube y baja aumentó la velocidad y el peli negro dejo el libro sobre la mesa, apoyando su cabeza de lado también en está. Sus exalasiones fueron siendo cada vez más bruscas y con ello la llegada de su clímax cada vez más cerca. Unos movimientos más y su semilla abundante llegó hasta la palma del rubiesito.Miró su mano por debajo de la mesa, apenas cayó en la situación. Era cerio lo que acababa de pasar. Pero ya lo había echó y había sido una aventura nueva. De su bulto saco las toallitas que cargaba siempre gracias a sus maestros favoritos y con ellas limpió su palma, dejando un poco en la punta de su dedo anular. Entonces hizo algo que siempre había querido hacer: depósito el líquido blanco en los labios del dueño de dicho líquido. El pelinegro se dejó hacer y de pronto apresó el dedito del contrario. Le había dado un revuelo en su parte baja a Jimin.
De pronto el castaño quién presenció todo se levantó sin ser brusco, miró a ambos. Por la cabeza de Jimin paso que probablemente se iría o los causaría a juzgar por su sonrojo, pero grande fue su sorpresa cuándo el castañito simplemente se cambió de lugar alado de él mientras miraba al par un poco avergonzado. Pero lo sorprendió más cuándo hablo:
—Yo... ¿Me ayudas como a
Jungkook?— el Rubio miro sin ser cuidadoso a la parte baja del castaño. También tenía una erección.—¿Envidia bebé?—él ahora Jungkook se recompuso en la mesa y ordenó su ropa, guardado su polla en sus pantalones.
—Sólo observar es divertido pero, también quiero...
A Jimin le sorprendió un poco el diálogo ¿"Bebé"? Podía ser sarcasmo claro, pero lo decía con tanta naturalidad y el otro simplemente lo aceptaba ¿Eran pareja? Esa era la duda.
—Si no quieres hacerlo está bien. Yo me encargo de él ¿Verdad, Taetae?–Jungkook le hablo, y entonces era su turno.
—¿Son pareja?— con un poco de nervios hizo la pregunta mientras dejaba la toallita ahora sucia en un apartado de su mochila y acomodaba sus cosas con intensiones de guardarlas.
Los chicos miraron las acciones de Jimin y supusieron que se retiraría. Era normal su reacción así que no se sorprendieron.
—Sí, pero tenemos una relación algo abierta— esperable—si quieres nos vamos retirando ya para que continúes estudiando.
Entonces Jungkook cerro el libro que tenía enfrente, estiró el brazo para tomar el que anteriormente tenía "Taetae" y los encimo
—No, está bien. Sólo, vayamos a un lugar más privado ¿Les parece?—Jimin no se quedaría con las ganas de ambos chicos lindos.
Y ése fue el comienzo de una loca tarde de sexo, dónde Jimin tuvo dos pollas dentro mientras era follado fuertemente en el escritorio del profesor Kim. Lo que sólo hacía todo más exitanté. Todavía le restaba seis días de estudio y si sus tardes serían igual de recompensadas que está, estaría encantado de volver a reprobar química.
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Bajo la mesa-_-Vkookmin
FanfictionDónde Jimin sólo fue a estudiar para su exámen de química y termina dándole ayuda manual al chico pervertido de alado.