Capítulo 4: Proteger o matar

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Caminemos en medio de la oscuridad sin saber cuándo encontraremos un infectado, no usemos linternas, ni hagamos ruido y oh, no hay que detenernos a descansar. Claro, me parece una gran idea, a este paso seguro que morimos antes de llegar a un lugar seguro.

Por si no fuera poco parecía que estaba lidiando con dos niños que no sabían cuándo quedarse quietos, Ethan y Zach no dejaba de pelear.

—Eres un niño, ¿tú qué vas a saber?

—Creí que dijiste que estaban en todas partes —susurró Ethan—. Da igual si hablo bajo o si grito.

—Sí, pero si guardas silencio seguro llegaremos a salvo —replicó Zach.

—¿Quieren callarse los dos? —murmuré.

Tratamos de ser muy cuidadosos desde que dejamos el auto, los infectados no se habían aparecido en todo el tiempo que llevábamos ahí, pero algo era seguro: ellos nos encontrarían.

Cada lugar podía albergar a uno de ellos, en cualquier momento podrían atacarnos y si no éramos lo suficientemente rápidos probablemente moriríamos; mientras más nos adentrábamos al lugar más aterrador parecía todo, personas muertas en el piso, focos fundidos, lugares quemándose.

Pude sentirme más tranquila cuando llegamos a una cabaña, parecía segura y a un lado se encontraba una especie de edificio en construcción, así que había mucho material tirado en el suelo, algo habrá de servirnos.

—¿No te parece un poco desesperante Zach?

—Sí —lo miré de reojo—. Me parecen muy desesperantes las personas que nunca saben cuándo guardar silencio, Ethan.

—Obvio que yo soy tu excepción, a mí me amas.

—No estés muy seguro de eso.

Seguimos caminando y antes de que Ethan dijera algo más me acerqué para taparle la boca, vimos a un infectado de pie, quieto, como si incluso ellos se cansaran de atacar a tantas personas.

Con delicadeza Ethan apartó mi mano de su boca y me sostuvo de los hombros para darme algo de tranquilidad.

—No tiene ojos es una ventaja podemos ser cuidadosos y ni siquiera nos notará.

—Gran idea, solo que nos escuchará.

—¿Ya viste todo el material que hay en el suelo, niño? Llegar al otro lado será una carrera de obstáculos.

—Por eso seremos cuidadosos, Zach.

—Iré primero entonces.

—Yo opino que el policía vaya al final, si algo pasa puede protegernos.

—No creo que

—Bien —interrumpí—. Eso nos dará ventaja. Zach, al fondo.

Ethan caminaba de la manera más cuidadosa posible, cuando llegó del otro lado tiró algunos tubos de construcción que ahí se encontraban y eso no solo alertó a la criatura sin ojos de la que queríamos escapar, sino a más de ellos, no tuvimos más opción que correr detrás de él, Zach se aseguró de tirar todos los tubos restantes para retrasarlos y ganar algo de tiempo.

Seguía asombrándome y aterrándome a la vez la rapidez de esas criaturas, a veces actuaban como si no estuvieran muertos, tras zigzaguear entre varias cabañas encontramos una que estaba abierta y entramos sin pensarlo dos veces, solo escuchamos como varios de ellos siguieron corriendo, pero uno se detuvo justo enfrente de la cabaña. Ethan se aseguró de que no hubiera nadie mientras Zach y yo permanecíamos en silencio e hincados asegurándonos de que la puerta no se abriera.

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