Capítulo 09

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Este capítulo es muy largo, con altos y bajos. Espero que les guste❤


«Tú me completas»

Arizona

Ari estaba feliz de regresar a su trabajo.

Había pasado cuatro días sin hacer nada y lo único que la invadía era una enrome culpa por no sentirse productiva. Se torturaba pensando que cada hora que pasaba libre era una que no estaba cobrando, y, en consecuencia, aquel tiempo solo aumentaba sus deudas.

Por tal motivo, llegó el lunes con un excelente humor y saludó a todos sus compañeros a medida que fue topándose con ellos en los pasillos. A su hora de siempre, se sentó frente a su escritorio, cerró la puerta de su cabina y acomodó algunas de sus cosas mientras esperaba a que le cayera la primera llamada del día.

Le había tomado el gusto a llevar carpetas a LoveLine donde armaba fichas de la mayoría de sus clientes y tenía, incluso, un historial de los que eran regulares: notas de interés, sus preferencias, lo que no les gustaba durante las llamadas, si tenían acento o no, fetiches; hasta si le hablaban sobre sus vidas personales. Arizona tomaba nota de todo.

Eso le ayudaba a tener material para futuras conversaciones y había quedado demostrado, no solo con Jesse sino con los que la llamaban más de dos veces, que la mayoría de sus clientes no buscaban una conversación caliente nada más. Buscaban calidez, lo cual era muy distinto. Cada vez se volvía más experta en brindar una mejor atención y hacerlos sentir bien, libres. Por eso volvían a ella.

La paga no era tan mala a pesar de que estaba comenzando y no tenía tantos clientes. De a ratos le ilusionaba la idea de crecer dentro de LoveLine y poder ganar lo suficiente para salir de deudas y vivir como quería, sin tener que calcular a cada momento si era prudente o no hacer un gasto o sentirse culpable por comprar ciertas cosas. Mandy no era consciente de estas preocupaciones porque Ari se negaba a compartirle aquello, no quería mostrarse como débil frente a ella.

Después de todo, aunque adoraba a su mejor amiga, a veces sentía que necesitaba estar a su altura y su instinto de competencia era más fuerte que ella.

Atendió dos llamadas que se hicieron bastante largas —hecho que celebró porque significaba más dinero— y a media mañana un nombre apareció en la pantalla. Como todas las veces anteriores, su cuerpo reaccionó de forma inmediata. Incluso antes de contestar, reprodujo su voz en su mente como una canción celestial que le puso la piel de gallina.

Olvidó todo lo sucedido el día anterior, el fracaso de su plan, y la vergüenza de sentirse como una acosadora. Lo único que importaba era que estaba a punto de conversar con él una vez más.

—Hola, Jesse. —Sonrió y se relamió los labios.

—Hola, Jessica.

Eso fue todo lo que bastó para que sus ojos se cerraran y ella se concentrara en la manera en la que él pronunciaba su nombre falso. Habría dado cualquier cosa para «Jessica» fuera su nombre real y que él la llamara siempre de aquella forma tan especial que era capaz de encandilarle la mañana.

Estaba perdiendo la cabeza. No podía ser normal que las sensaciones se intensificaran tras cada llamada aun cuando tenía todo en contra; aun cuando no lo conocía y todo estaba en su mente.

La noche anterior Mandy había puesto sobre la mesa la idea de que ella solo se estaba ilusionando tanto con Jesse porque estaba teniendo dudas subconscientes sobre su relación con Adam y que, en el fondo, no deseaba avanzar más con él. Jesse no era más que una víctima de su confusión y, aunque la misma Mandy estaba a favor de que lo encontrara, reconocía que todo lo que envolvía al misterioso chico detrás de la línea podía perjudicarla.

Al otro lado de la línea [EN PAPEL] [+18] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora