Corriendo.
Así me encontraba en un gran edificio sin salida aparente.Algo me perseguía, pero no sabía qué era, sólo gritaba de forma histérica.
Estaba corriendo por mi vida entre aquellas paredes color gris, hasta que me topé con una puerta desgastada y casi hueca. No había más salida.Entré lo más rápido que pude y la cerré con un mueble que estaba al lado.
Era una habitación sin ventanas, estaba a oscuras y sentía ese olor a quemado.
Cuando de repente sentí calor dentro del armario.
Lo abrí y grandes llamas me abrazaron de forma grotesca.Estaba sufriendo y gritando de dolor, era insoportable.
Podía sentir cómo mi piel se calcinaba poco a poco en el ardiente fuego infernal.
Quería arrastrarme con la poca fuerza que tenía hasta el mueble e intentar romper la puerta, pero sentí que alguien tomó mi pierna derecha y clavó sus dientes en ella.Grité lo más fuerte que pude, estaban arrancándome la pierna mientras yo aún seguía viva.
Podía escuchar cómo mi carne era rasgada entre mordiscos y el sonido de mis huesos partiéndose.
Estaba por desmayarme, pero alguien rompió la vieja puerta de un golpe, me tomó los brazos y los arrancó con brutalidad.
Mi voz no tenía fuerzas a pesar de queré gritar.
Estaba por morir, hasta que escuché una voz proveniente de la esquina de la habitación que dijo entre susurros:
"Gracias por la comida"
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Pequeñas Historias a las 3 a.m
Mistério / SuspenseLos sueños son raros, son algo abstracto que algunas veces nos muestran lo que queremos ver... Pero, qué hay de mí?