Prólogo

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Seis meses atrás....

-Apurate Krismell que vamos a llegar tarde.

-Ya voy mamá! Ademas , la ceremonia de graduación siempre inician dos horas después.

Ser hija única tiene beneficios, pero también muchas desventajas. Uno de ellos es que mi madre siempre está sobre mi. Hoy es mi graduación y mi mamá está mas nerviosa que yo. Bueno, es de esperarse,  ver a su única hija graduarse de medicina y a una edad tan temprana como la mía, la llena de orgullo, ya se que pasare más de una vergüenza. Pero es mi madre, la mujer por la que sería capaz de dar mi vida si es necesario.

-Kriss deja de dar tantas vueltas, estás perfecta. -dijo mi madre agarrandome de las muñecas.

-Siento que aun me falta algo y no se que es. -dije mirandome nuevamente al espejo. voy con un vestido azul turquesa ajustado al cuerpo, reluciendo mi figura y unos tacones plateados que van a juego con mis pendientes y mi bolso.

Luego de 20 minutos de larga espera y de retocar mi maquillaje una vez mas, salimos en dirección a la universidad donde por fin iba a tener mi tan anhelado titulo. Cuando llegamos, mi madre fue a sentarse junto a los familiares de los demás graduandos y yo fui a presentarme con la coordinadora del desfile.

-Enana, que hermosa estas! -Dijo Raquel tan entusiasmada como siempre.

Raquel y yo nos conocimos el primer día de clases, coincidimos en casi todas las materias y a partir de ahí nos volvimos inseparables. Ella es una chica alta, trigueña, con un cuerpo de modelo, ojos oscuros y una mirada que hechiza a cualquiera. Sabe mantenerse y verse bien. Es tan diferente a mi, su vida es toda una telenovela, a sus 25 años ha pasado por mucho. Aun asi, es la única que puede soportarme, además de mi mamá por supuesto. Y por lo que veo, hoy está mas emocionada que de costumbre.

-Tu estas horrible! -dije en broma

-Si, yo también te quiero...  -dijo dándome un abrazo.

                                                                                    ***

-Raquel, vas a extrañar algo de aquí? -le pregunté mientras escuchabamos el sermón aburrido del rector de la universidad.

-Lo único que extrañaré es ver tu cara cuando te preguntan tu edad. -dijo riéndose.

-Que graciosa.

Algo que odio es que las personas estén sorprendiéndose cada vez que le digo mi edad y que estaba terminando mi carrera. Inicié la universidad con 16 años gracias a mis buenas calificaciones, eso me convirtió en la más joven de mi generación y si a eso le sumamos mi estatura, vaya que no me ayuda. Aun asi , a mis 21 todavía me preguntan si tengo 17.

-Mirale el lado positivo Kriss, podrás disfrutar mas tiempo de la carrera que todos nosotros.

-Y si no consigo trabajo por ser tan joven? -Y me preocupa que por mi apariencia no me den trabajo en los hospitales. No se porque la gente juzga por apariencia en vez de sus conocimientos.

-Claro que conseguirás tonta, ahora todos buscan jóvenes que puedan explotar -dijo giñandome un ojo.

-Sino me mantienes hasta que me consideren adulta. -ambas reímos.

En ese momento nos pusimos de pie para juramentarnos y luego de lanzar nuestros birretes al aire, nos abrazamos y nuestros familiares se acercaron para felicitarnos, por fin se acabó esta tortura.

Actualmente....

-¡No! ¡No! ¡No! Y es mi ultima palabra -dije enojada.

-Vamos Dra. Linares es la única oportunidad para trabajar con nosotros, pienselo. Es la indicada para este proyecto...


Médico AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora