CAPÍTULO 1

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JAEMIN'S POV

Era otro día normal acababa de terminar mis clases, es mi penúltimo año en prepa, yendo a la misma tienda en la Calle Doksodang afuera de una colonia privada. "Siempre es lo mismo" pensé "las mismas tareas, los mismos regaños, las mismas papas... un poco de cambio no estaría mal" pensaba mientras contaba el dinero de la registradora para entregárselo a la chica del siguiente turno, que resultaba que era mi mejor amigo, el famosísimo Winwin, el cual engañaba a todos por su estilo femenino y tierno. - ¡¡¡Ya llegué puta !!! - anunció Winwin cuando entra en la tienda vistiendo sus tipicos converses negros, sudadera croptop de una banda, que a decir verdad no me interesa, y claro como no utilizando unos shorts muy cortos con cadenas. - ¿Sabes que no tienes que anunciar cada vez que entras? Ni que fueras la gran cosa - anuncié, obviamente haciendo que gire sus ojos y soltara un suspiro.

- Eres un aguafiestas, ¿sabías? - dijo él - ¿quieres que me quede contigo en tu turno para que veas más a tu amigo inteligente? - dije alardeando, claro tenía que volver a recalcar que tenía mejores calificaciones que ella. - de hecho, TU te vas a quedar aquí solo, gracias amigo inteligente eres lo mejor, prometo hacerte la TAREA DE MATE - dijo Winwin gritando lo ultimo ya que estaba corriendo afuera de la tienda. - EYY, ESTUPIDO... - lo perdí de vista, espero que se caiga y se descalabre. - ni siquiera tienes buenas calificaciones en mate - bufé.

Ya ha pasado 1 hora desde que Winwin se fue, nada nuevo, solo varios chicos supongo que de universidad ya que compraron cerveza, y como aún no eran las 10 estábamos permitidos a vender alcohol. Nada interesante, nada nuevo. Aunque he de admitir que los chicos de universidad eran guapos, muy guapos, pero obviamente no eran gays, no era su tipo. Ya eran las 11:30, el turno de Winwin, que YO cubrí había terminado, pero por alguna razón el siguiente turno no venía, y como política de nuestro jefe, no me podía ir hasta que este llegase. 15 minutos después seguía aquí - que tanto tiene que hacer ese viejo, ya está 15 minutos tarde - dije en voz alta. Me quedé mirando el reloj esperando a que el tiempo pasara un poco más rápido. De repente se escuchó la campana de la puerta que anunciaba un nuevo cliente, me puse derecho y di mi mejor sonrisa - Buenas noches - le dije al chico, que ni siquiera se dignó a mirarme. Merodeó por la tienda un rato, agarro alcohol y unos cigarros, cuando llegó a la caja vi que era muy joven - su identificación por favor - le dije al chico, este nada mas rió y dijo - ah lo siento, supongo que no sabes que esto es un robo - dijo mientras que sacaba un arma y me agarraba del cuello bruscamente. A decir verdad me calentó un poco, pero eso no quitaba el hecho de que tal vez moriría hoy, todo por el estupido viejo que no llegaba.

Mantenía el contacto visual con él, él me forcejeaba del cuello mientras que seguía apuntando su arma contra mi cabeza. No supe qué hacer, hasta que me di cuenta de que estaba guapo, totalmente mi tipo, esponjosos labios que apuesto que cuidaba muy bien, dientes perfectos, la quijada más perfecta que he visto en toda mi vida, piel suave como la porcelana, unos pocos tatuajes en el antebrazo, pequeños pero muy sexys. - Vamos Jaemin, no es momento para estar horny- me dije a mi mismo. Creo que el chico se dio cuenta que estaba empezando a asustarme y me volvió a decir lo mismo, que era un asalto y bla bla bla pero a decir verdad no escuché lo demás, esa boca moviéndose en cámara lenta muy cerca de mi rostro, su caliente aliento olor a menta. No podía resistirme más, con toda mi fuerza me solté de su agarre, el chico se sorprendió, creo que realmente no esperaba que fuera tan fuerte. Ya totalmente libre de su agarre, agarré su cuello y lo acerque a mi. Tenía miedo de que me matara pero al menos no moriría con los labios vírgenes, pero luego algo más me sorprendió, bajó su arma y empezó a besarme, no pensaba que él fuera gay, me sorprendió, me gustó. Definitivamente este era el cambio que quería en mi vida repetitiva.

La tienda de la avenida DoksodangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora