Rick Hancock

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El despertador de Rick Hancock sonó. Eran las 07:00 del 21 de septiembre del año 2197. En ese momento el geólogo de la colonia del planeta Tau despertó, dando comienzo a su día. Era un hombre de 36 años, de baja estatura y pelo negrizo, con un cuerpo fuerte. Desayunó, se duchó, se vistió, y se preparó para dirigirse a su puesto de trabajo, pero no sin antes despedirse de su hija

-Voy a trabajar, Rachel. Asegúrate de no volver loco a Noni como hiciste hace dos días.

Rachel tenía 8 años y un pelo rizado y pelirrojo. La pequeña iba acompañada por un robot humanoide de aspecto simpático. Casi parecía un peluche de gran tamaño.

-Sí, papá. No lo haré más.-dijo la niña con una amplia sonrisa en el rostro.

-Que poco me fío de ti...Noni, siento no haberte cosido las roturas..

-Eso carece de importancia, señor. -dijo el robot con una voz aguda y metalizada- Rachel disfrutó usándome a modo de muñeco de entrenamiento..

-¿Lo ves papá? no hay ningún problema con pegar a Noni...

-No debes pegarle. Y tampoco a tus compañeros.

-Eso fue...

-Sin escusas, Rachel. Hablaremos de esto cuando regrese.

-¿Estarás mucho tiempo fuera, papi...?

-Bastante, sí...vamos a abrir un nuevo túnel, y me necesitan para que compruebe la situación del terreno.

-Vale...

La pequeña, algo apenada, se acercó a su padre y lo abrazó con ternura. Rick le devolvió el abrazo y miró a Noni con cierta seriedad, pero sonriendo.

-Noni, asegúrate de que se toma la medicación y cuida de ella.

-Sí, señor Rick. Puede marcharse tranquilo. Que tenga una agradable jornada de trabajo.

La niña soltó a su padre y este avanzó hacia la puerta, la cual se abrió de forma automática cuando el hombre se acercó. Al salir Rick de su hogar, la puerta volvió a cerrarse. Rachel se quedó sola en casa con su robot Noni.

Rick caminó a lo largo de una calle blanca, donde había unas pocas  personas paseando y charlando, de las cuales algunas saludaron al geólogo. Rick se dirigió a la estación de monoraíles de la zona residencial. La estación era un amplia y tenía numerosos raíles que se adentraban en grandes conductos que conectaban los diversos sectores de la estación colonial de Tau. "Sector minero" fue el tranvía que tenía que tomar Rick. Él y otros hombres y mujeres, trabajadores de la mina todos ellos, entraton en el vagón y esperaron, pues el transporte estaba automatizado. Unos cinturones de seguridad se ataron a los cuerpos de los pasajeros y el tranvía inició su marcha hacia el sector minero. Un hombre calvo y de color, de una edad bastante avanzada, habló al geólogo.

-¿Abriremos al fin el nuevo túnel, Rick?

-Para eso me llamaron ayer, Robert. Tengo que reunirme hoy con el supervisor de la mina para que darle mi visto bueno. Después de eso, empezaremos a cavar el nuevo túnel para llegar a la caverna.

-Los hombres están muy nerviosos. Otros asustados. ¿Qué crées que encontraremos allí?

-Todo apunta a que encontraremos una beta enorme de barinium, y quizá algunos minerales más. En cualquier caso, los mineros no tienen nada que temer. Tú eres el encargado de calmarlos y animarles a que sigan cavando. Después de todo eres el jefe de personal.

-Confiaré en tu palabra, Rick. Y ya me encargaré de decirles lo que tú me has dicho a mí. ¿Cómo están Rachel y Clara?

-Rachel...bueno, desde que vio aqullos vídeos de peleas se empeña en usar a Noni como saco de boxeo. Y Clara, bueno...hace dos días hablé con ella por el videotransmisor, y parecía bastante cansada.

-Es normal. Arreglar el satélite es una tarea larga y dura, pero es la única forma de poder contactar con la Tierra.

-Lo sé, pero...podían haber enviado a otro. Rachel empieza a echar mucho de menos a su madre, y tengo que dejarla sola demasiadas horas. A veces días enteros.

-La enviaron porque es la mejor. Y no te preocupes por Rachel. Mientras tenga a Noni no le faltará de nada.

Los hombres estuvieron charlando durante todo el trayecto, el cual duró aproximadamente una hora. Al llegar, Rick se despidió de Robert, que tomó por un camino en el que ponía "personal minero", mientras que el geólogo se adentró en otro en el que ponía "mina", donde se encontraría con el supervisor. Se montó en un aereodeslizador, un aparato grande con una amplia plataforma que se usaba para el transporte de personas y materiales. El piloto lo saludó y puso mala cara.

-¿Usted es el geólogo, verdad? el que va a dar el visto bueno para la apertura del nuevo túnel.

-Así es. ¿Por qué?

-Me temo que hoy no vamos a poder abrir el túnel. Uno de los mineros ha muerto.

-¿Muerto?...¿ha habido algún desprendimiento?¿ho ha sido algún gas?

-No estoy seguro. Cuando lleguemos al final de la mina el jefe de seguridad le dará los detalles.

El aerodeslizador llegó. El final de la mina. Allí había una gran excavadora usada para perforar el suelo, materiales para la construcción de contrafuertes, tres robots mineros y otros empleados de la mina. También estaban allí el supervisor y el jefe de seguridad, discutiendo. Y también, junto a la excavadora, lo que parecía un cuerpo cubierto por una tela. El geólogo se acercó a los dos hombres, que parecían estar discutiendo.

-¡Nadie va a hacer nada hasta que no se investigue qué le pasó a la chica!

-Sea razonable, señor. No podemos permitir que un accidente frene el desarrollo de la mina. Si el geólogo da el visto bueno, se procederá según lo planeado.

-Escuche...yo soy el jefe de seguridad aquí. Eso significa que tengo que asegurarme de que nadie corre peligro. Si abrimos ese agujero sin saber cómo murió la muchacha, pondremos en peligro a todo el personal de la mina.

-¿Ocurre algo, caballeros? -preguntó Rick, interrumpiendo la discusión.

-Por dios Rick. Dile a este hombre que no podemos perforar. 

-¿Pero qué ha pasado exactamente, Roland?¿cómo ha muerto la chica?

Se hizo el silencio. Pasaron unos segundos antes de que el jefe de seguridad respondiera a la pregunta.

-Nadie lo sabe exactamente. Tiene una herida en el estómago. Bastante grande. Unos hombres dicen que se tropezó y cayó sobre alguna herramienta o una roca afilada...otros dicen que les pareció ver algo salir de la tierra y apuñalarla.

-¿Algo?

-Estaba oscuro. Quizá haya sido un asesinato.

-¿Acaso estamos en una agencia de policía? -preguntó el supervisor con cierto tono de burla- ¿Es usted el geólogo? soy Simon, el supervisor. 

El supervisor alargó la mano hacia Rick para estrechársela, pero este no le devolvió el apretón de manos. Lejos de tener una conducta amistosa, miró a Simon con mala cara. Una persona había muerto y no parecía importarle.

-¿Está la zona lista para ser perforada?

-Así es, señor Simon. Se podrá iniciar la excavación del nuevo túnel de inmediato.

-Esto es un error...un error muy grave. -refunfuñó Roland, dando la espalda a Rick y Simon.

-En ese caso, adelante. Empiecen a excavar.

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