No mentire. Sí esperaba que el destino nos permitiera caminar de la mano, si soñaba con tenerte entre mis brazos y apretarte tan fuerte hasta que me dijeras sonriendo que te dolia. No mentiré, si pense que tu y yo seriamos de esas miradas que se pierden una en la otra, me imagine dueño de tu sonrisa y tambien me imagine esas tardes con tu cabeza en mi hombro, viendo al sol irse a acostar. Y lo sigo soñando, sólo que he entendido que hay historias que por más que se les sueñe, no fuerón escritas para ser de verdad.