El tercer año estaba siendo una pesadilla para Jeon Wooseok, quien apenas podía con todas las tareas que se le estaban asignando en la primera semana. ¿Cómo era eso de que en solo una o dos clases cada asignatura podía dejar tantos deberes pendientes para la próxima semana? Si bien había sido una carrera exigente desde el inicio, parecía que en ese año en particular todo era mil veces peor y más veloz, por lo que llegar a la habitación luego de pasarse la tarde leyendo y trabajando en proyectos era lo más parecido al paraíso. Ni siquiera había visto a su nuevo compañero de habitación desde el primer día en el que ambos se instalaron. Así de ocupados parecían todos en esa facultad, y así de solitario se sentía también.
Pero para Wooseok ese sentimiento no era para nada desconocido.
El mayor de la familia estaba totalmente acostumbrado a mantenerse alejado de la sociedad. En ello sí que se parecía a su hermano más pequeño: no le gustaba mucho frecuentar gente, así que no estaba del todo acostumbrado a hacerlo. Si bien la universidad lo había ayudado a cambiar un poco dicha cuestión, y tenía cierto grupo de gente a su alrededor, en realidad no consideraba como algo vital o importante el relacionarse con otros, a llenarse de amigos como la mayoría de las personas de su edad. Tal vez porque siempre fue obligado a no tenerlos, no de forma literal, pero siempre fue una presión que sintió sobre sí. Sus padres siempre le habían hablado de cómo su hermano estaba destinado a quedarse solo, y por lo tanto, a solo sus siete años el chico ya estaba pensando en que él sería esa compañía que a su pequeño hermanito nunca le llegaría. Si Jeongguk no podía tener un alma gemela, entonces sería Wooseok quien lo cuidaría por el resto de sus días. Entonces, ¿para qué acercarse a alguien más? ¿Para qué buscar, por ejemplo, a su propia alma gemela? No necesitaba distracciones. No quería ser, tampoco, un vivo recordatorio para su par de que él jamás encontraría algo como eso. Así, mientras más crecía y más consciente era del sufrimiento de su hermano, más sobreprotector se volvía; pero no era en el sentido de estar constantemente detrás de él, de amenazar a quienes lo acosaban en la escuela buscando su marquita o de hablar con sus padres sobre cómo cuidarlo mejor, sino que estaba dispuesto a pasar lo mismo que él con tal de que el dongsaeng se sintiera acompañado.
Nadie supo eso nunca, más que el mismo Wooseok.
Siempre agradeció que su marca no estuviese en un lugar visible, porque gracias a ese detalle podría ocultar su verdadera forma a quien preguntara sobre el tema y evitar que los demás se enteraran de su destino. Su excusa siempre era la misma: "no creo en esas cosas", dejando en claro desde siempre que no había caso en sacar ese tema con él, tal y como Jeongguk lo hacía. Ambos habían crecido con ese mismo mecanismo de defensa, lo único que los hacía diferentes era el hecho de que todos en la familia eran conscientes de que el más pequeño lo padecía, mientras que para el más grande de los Jeon todo era una lucha secreta y consigo mismo. En realidad, nunca se había dado el tiempo para pensar realmente qué sentía al respecto. Solo había adoptado los pensamientos que su familia le implantó, y no era un tema sobre el que le fuese placentero reflexionar, así que nunca había tenido la necesidad de enfrentarlo. Esperaba no tener que hacerlo nunca. Por eso no había intentado nunca entablar relaciones muy profundas con chicas, por más bonitas que le parecieran, pues hasta había tenido que vivir la típica situación en la que lo rechazaron por no ser "el indicado"; dejando sus ganas de ser sociable o un caballero por el piso. Desde entonces, no era muy carismático o alguien muy libre, simplemente rodeandose de poca gente y asegurándose de encontrar una buena zona de confort en cualquier ambiente que frecuentaba. En la universidad se le había hecho más difícil que en cualquier otro, pero se había hecho un par de buenos amigos (o lo más cercano a lo que creía que tener amigos significaba) que mantenía hasta el momento, mitad porque le caían realmente bien, mitad porque no quería que nadie se diera cuenta de que en realidad no le interesaba la gente.
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byeol (별); pjm + jjk
RomanceEn un mundo en el que las almas gemelas nacen con una marca distintiva en alguna parte de su cuerpo, que las ayuda a unirse, Jeongguk, un joven coreano que comienza su primer año de universidad, ha vivido gran parte de sus años engañado, pensando qu...