Mi salvavidas.

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Ese día, en ese preciso momento, mi hermana echa pedazos al igual que yo, me dijo lista para comenzar a llorar que mamá se suicidó. Lo que no sabes, es que mi mamá se enamoró perdidamente de mi papá, pero este, calló en las drogas, llegaba borracho siempre a casa, la amenazaba diciéndole que se iba a ir de casa, rompiendo cada cosa que tenía de por medio, ella tenía miedo, mucho miedo, lo quería, pero no de la misma forma de la que él lo hacía. Él la engañaba, él la hacia sufrir como nunca.Haciendo que mi madre entrase en una depresión profunda sin salida alguna, hasta que, llegó a este punto, para ella "su única salida"

Recuerdo escucharla en su cuarto por las noches llorando preguntándose porqué no estaba muerta, que no servía para nada, golpeándose por quererle a pesar de todo lo que le hacía sufrir, poniendole la comida en el plato todos los días, mientras que él no aportaba nada, solo decepciones para todos.

Siempre lo voy a odiar, con toda mi alma.

Yo siempre veía como ella lo miraba sólo a él, mientras que él a sus espaldas se revolcaba con otras mujeres, nunca voy a poder superarlo.

[...]

Y allí, en ese mismo instante, mi móvil cayéndose de mis manos, yo sin fuerzas, me eché a llorar en el pecho del masculino que seguía allí conmigo después de la noticia, acariciándome la cara secándome las lágrimas de dolor, ya sabía que algo malo tenía que llegar, después de una racha tan buena.

Clara: Necesito.. necesito irme con mi hermana, ella no puede estar sola, aunque después tengo que volver a casa.

Ryan: Deberías, todo va a estar bien Clara, si quieres, llámame cuando termines, y me quedo contigo aquí.

Clara: Pero.. ¿tu no tenías que trabajar? -dije preocupada.

Ryan: No me importa eso ahora Clara, eso no es más que una estúpida tonteria ahora mismo.

Clara: No quiero que pierdas sueldo por mi culpa.

Ryan: Me interesa más que pases la noche bien antes que él dinero.

Sus palabras me alegraron, pero también en el fondo me seguía preocupando que no fuese a la oficina por mi culpa.. pero me vendría bien que alguien se quedase conmigo almenos por esta noche, para hacerme compañía después de todo.

Busqué un vuelo que saliese hoy y fui hacia allí, intenté calmarla, pero ella no podía asimilar todavía lo que había pasado, lloraba y lloraba preguntándose a si misma porqué tubo que irse su confidente, nuestro confidente,mamá.

Aunque sea, intenté distraerla por un rato llendo a comprarle su helado favorito sentadas en la playa, incluso pudimos llegar a ver el atardecer, algo que a ella y a mi nos encanta. La naturaleza es arte.

La abracé fuerte y le advertí de que si volvía a estar mal me llamase.

Normalmente no lo suele hacer, se piensa que molesta, es tan tonta, pero al fin y al cabo es mi hermana, la quiero, y necesito que ella esté bien, a ella le afectó mucho más, vivía con ella, yo ya me había independizado a los 18, ya que me lo podía permitir debido a mi beca y un trabajo que encontré con una paga bastante generosa.

Trabajo de anestesista, cobro bastante bien, aunque estoy en la uni porque quiero hacer otra cosa.

Llegué a el aeropuerto y cogí un taxi hasta casa, realmente no está muy lejos, a unas dos horas de mi destino, en donde me estaría esperando el pelinegro para alegrarme la noche.

Y sí, ahí estaba, sonriéndome con una bolsa llena de comida haciéndome más feliz todavía.

Ryan: ¿Cómo fué todo? -dijo acariciando mi pelo.

Acosador con objetivos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora