Prólogo

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-Oe Hyodo! Quieres apurarte!

Este era el grito que un trabajador le daba a cierto castaño en la veintena de años en una obra

-Ya voy...ya voy...-era la desanimada respuesta del muchacho

Dicho muchacho es conocido por su nombre, Issei Hyodo, quién ahora mismo estaba atentiendo a otro de los múltiples trabajos por los que ha pasado

La vida de Hyodo no estaba siendo muy alegre que digamos. Las únicas personas que podría decir que se preocupan por él son sus dos amigos Matsuda y Motohama junto a Aika

Pero claro, ellos también tenían una vida que manejar aparte de planes con sus respectivas parejas. Por supuesto, Issei también tuvo una corta relación con una chica de nombre Yuuma Amano...pero no acabó yendo a nada y ella acabó dejándolo

Aunque el golpe definitivo vendría con la noticia de que sus padres habían fallecido en un accidente de tráfico. De ahí que el joven tuviera que ir saltando de trabajo en trabajo para poder sobrevivir

-...tan solo soy un inútil...-si, el ánimo del chico estaba por lo suelos

Aunque no sabía que ese mismo día su vida daría un vuelco

Al mismo tiempo, en las afueras de Datra se podía ver como dos figuras, una masculina y otra femenina, se escapaban y escondían en varios rincones mientras eran seguidos por unos soldados

-Encontrad a la chica! Hay que encontrarla a toda costa!-gritaba el que parecía ser el líder de escuadrón a sus subordinados mientras se separaban para cubrir más terreno

-Parece que los hemos despistado-decia la figura masculina cuya principal característica era una orjas puntiagudas

-E-eh...hermano...esto

-Oh! Lo siento, a veces olvido que los hombres no deben tocarte

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-Oh! Lo siento, a veces olvido que los hombres no deben tocarte

-No quiere sonar desagrecida-se apuraba a decir la joven chica sabiendo todo el trabajo que estaba llevando a cabo el hombre por ella

-No te preocupes, sé que es una tradición de vuestra gente. Todavía recuerdo todo el tiempo que me costó poder sostener la mano de tu hermana Kasha-decía con una leve sonrisa el varón para despreocupar a la chica

-Hermana Kasha...

-Debemos apurarnos, el templo está muy cerca ya-hablaba el hombre apurando el paso junto a la joven

-Tch! Cómo es que todavía no los habéis encontrado!-gritaba el capitán de los hombres encargados a la pareja de fugitivos

-El templo de Nakara, ahí es a donde se dirigen-imterrumpia una voz masculina de una joven apoyado en una pared

-El templo de Nakara, ahí es a donde se dirigen-imterrumpia una voz masculina de una joven apoyado en una pared

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El legendario MarebitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora