El sonido del mar era una droga tranquilizante que servía para calmar un poco su ansiedad. Miró por milésima vez el horizonte, el sol bajaba y el cielo pasaba a un color entre rojizo y naranja. La tarde se hacía presente y con ella la tan esperada llegada de su amor.
Solo un poco más.
Había perdido la cuenta de tanta espera, solo sabía que su amor le llamaba todos los días, que le necesitaba, que le esperaba con muchas más ansias en aquella fría habitación. Sabía que siempre estaba en su mente y en su vida aunque ya no la compartieran.
Win caminó sobre la arena mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. El sol bajaba más con cada segundo que pasaba. Sus recuerdos tan frescos. Sus ganas de verlo y abrazarlo de nuevo. Todo era tan abrumador pero lo soportaba. Observó los dedos de sus pies clavarse en la arena y después miró todo a su al rededor.
Eso no era el cielo, pero tampoco el infierno. Si bien al llegar le dijeron que sería una estancia temporal, ya se había acostumbrado a estar ahí. Lo único que podía reclamar era que Bright aún no llegaba con él.
Caminó un poco más y volvió a regresar a su lugar. El tiempo estaba corriendo demasiado lento para él. Mordía las uñas de sus dedos mientras volvía a inspeccionar el lugar.
Nada.
Aún no había nada fuera de lo normal. A lo lejos, una persona vestida totalmente de blanco le sonreía. Ella siempre tenía las palabras correctas cuando Win se quebraba y lloraba hasta quedarse dormido. Ella siempre supo hacerle ver que solo tenía que esperar un día más, y todos los días era uno menos para su encuentro con el amor de su vida, su alma gemela.
Después de todo, ese es el propósito del lugar en el que estaba. Win le sonrió de vuelta y ella asintió un par de veces.Entonces supo que era hora.
La mujer se dio la vuelta y caminó de nuevo hasta perderse en el horizonte. Win observó a todos lados con la mayor desesperación que en su vida había experimentado. Buscó con la mirada mientras caminaba sin rumbo por la orilla de ese mar azulado y precioso.
El sonido de las olas, el cantar de los pájaros y el latido de su corazón se sincronizaron a la perfección hasta que un último sonido terminó por perfeccionar esa armonía.
—¿Win?
Detuvo sus pasos y todo lo que creyó vivir hasta ese momento había valido cada maldito segundo. Giró lentamente mientras sus ojos se acuaban y sus manos temblaban.
Ahí estaba su alma gemela, mirándolo igual de desconcertado y emocionado que él. Con lágrimas bajando de sus mejillas y sus manos tratando de tocarlo pero sin atreverse.
—Eres... eres real... ¿lo eres?
Y entonces el corazón de Win pareció latir cada vez más fuerte. Dio un paso y asintió. La mano de Bright de acercó un poco más y exploró su mejilla húmeda. Sus ojos no parpadeaban por el temor de que si cerraba los ojos desaparecería.
—Bright...
Un susurro, una plegaria, era una sola palabra la que salía de los labios de Win mientras cerraba los ojos y se dejaba hacer del tacto del otro. Le había necesitado tanto. Ni siquiera había abierto los ojos cuando sintió que unos fuertes brazos lo apretaban de manera posesiva. Él también se aferró al cuerpo ajeno y lloró todo lo que quiso.
Por fin estaba entre esos brazos que tanto anheló, sintiendo la calidez y el amor que tanto quería.
Por fin estaba de nuevo con el amor de su vida. Ahora si, para toda la eternidad.
—Te extrañé como no tienes idea. —Dijo Bright mientras se alejaba un poco y miraba el rostro lloroso de su compañero. —Te amo.
Y Win sonrió y limpió sus sonrosadas mejillas.
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NO TE ENAMORES [BrightWin] ✨
RomanceLa vida de Bright se pondrá más complicada de lo que cree, todo por una regla que creó con su mejor amigo Gun, en la que ninguno de los dos debe meterse con los respectivos amigos, se lleven o no, de lo contrario saldrán heridos y su amistad se verá...