" no te ocultes del pasado de todas formas puede atraparte"
Había pasado una semana desde el anuncio de la expedición, las instrucciones no tardaron en llegar la misma noche, junto con algunos guías para ir adaptándose a lo que veríamos allí. Me mis manos sudorosas se retuercen entre ellas mientras el viento que provocan las hélices del helicóptero hacen que mis rizos vuelen sin cesar entre mi rostro.
- Llegaremos en unos 20 minutos al lugar de la excavación. – anuncia el militar que se encarga de escoltarnos. Asiento distraídamente mientras observo pasar la misma estructura de arena una y otra vez, preguntándome como las personas no logran perderse allí. Sin duda yo me perdería al primer segundo, saco el celular de mi bolsillo, "sin servicio". Que bien, no podré ir contándole a las chicas como se ve esto desde un helicóptero. El teniente Smith suelta una risa burlona observando como mis compañeros y yo bufamos por la falta de servicio en nuestros electrónicos.
- Acostúmbrense, así será mientras estén en estas áreas, ya tendrán tiempo de chatear en el hotel. – sin más remedio pongo el celular en la mochila y me dispongo solo a mirar al teniente. Es un hombre de algunos 40 años, piel Morena y Calvo. En su rostro hay una pequeña cicatriz que empieza en el pómulo derecho hasta media mejilla. Su mirada cae sobre mi, como una advertencia, así que decidí desafiarlo con la mía, estoy aburrida y quedan unos 15 minutos de viaje, así que en algo debo emplear mi tiempo. Cuando se da cuenta que no logra intimidarme una breve sonrisa se esparce por sus labios.
- Porque un militar trabaja con historiadores? - la pregunta sale sin pensar de mi, el hombre arquea una ceja.
- Porque hay mercenarios aquí, el Gobierno quiere saber que cosas se pueden descubrir aquí. – asiento.
- Claro, para sacarle dinero. – el hombre no dice nada, lo que me dice que no quiere hablar de eso, así que permanezco callada los siguientes minutos del viaje, solo mirando el velo de arena que se esparce por todo el lugar.
Finalmente llegamos al sitio de la excavación, hay cientos de hombres, algunos armados, otros con la nariz metida en libros polvorientos, observando mapas, descifrando jeroglíficos y en diversos trabajos. Nos acercamos a la profesora Andrews que nos recibe sonriente y llena de emoción, nos cuenta que han descubierto un sarcófago y que justo ahora están viendo si hay algo más en el túnel. Nos da algunos utensilios de Seguridad, y cada uno se dispersa para el área que más llama su atención, la mía cae en la entrada del túnel, allí hay mínimo unos 15 hombres armados vigilando la entrada. La profesora se acerca a mi, ofreciéndole bajar al túnel, claramente no pongo resistencia, al Fin y al cabo para eso hice el viaje. Paso por medio de los militares, enciendo una linterna mientras nos adentramos, la profesora va explicando algunas cosas al frente, mis compañeros que se unieron a la expedición prestan atención a cada palabra. Yo, en cambio estoy deslumbrada por los esculturas que vamos viendo en el camino. Luego de unos 15 minutos, llegamos al centro, hay muy poca luz, hay científicos e investigadores observando y analizando por doquier. En medio hay una estatua de lo que pudo haber sido el rey de aquel Imperio.
Camino por los alrededores pasando mis dedos por los pedazos de las estatuas, de repente siento frío, pero no hago caso, estamos en el Fondo de un túnel, claramente debe hacer frío. Uno de los muros llama mi atención, hay dibujos en ellos, hay se puede ver lo que podría ser una mujer con una corona sobre su cabeza extendiendo una lanza que atraviesa a un hombre.
- Esa es la princesa Dabnae matando a un traidor. – me espanto al escuchar la voz tras de mi, me giro con la mano en el pecho, un militar me sonríe burlón por el susto que me ha dado. – al menos eso dicen las ratas de biblioteca que vienen de donde tu vienés.
- He escuchado de ella, quizás sus cenizas también están aquí. – me giro nuevamente hacia el muro, hay palabras incomprensibles en un lenguaje que no logró entender del todo, solo logró entender fragmentos. Sigo pasando mis dedos por el muro intentando quitar el polvo para seguir leyendo, "Su fuerza oscura renacerá, el nilo sangrara " siento mi cuerpo pesado y luego todo se vuelve oscuro.
"Dabnae, serás la mejor reina hija mía, los hombres se inclinaran ante ti y las mujeres te van a venerar como a la misma Isis"
Despierto exaltada, miro a mi alrededor con la respiración agitada, solo fue un sueño, solo fue eso. Trato de calmarme sentandome en la cama, la puerta se abre y la profesora Andrews corre hacia mi con semblante preocupado.
-muchacha que buen susto nos diste, gracias a Dios el Teniente Coronel Alistair estaba cerca sino tremendo golpe te habrías dado. – la profesora sigue hablando sobre como es posible que el cambio de clima o el calor hubiesen causado mi desmayo. Más tarde voy a visitar al doctor que dice que posiblemente si haya sido el calor, dejando claro que estoy totalmente saludable. Pasamos el resto del día caminando por el mercado, compró algunas cosas y al caer la tarde vamos al hotel nuevamente, ceno en compañía de todos y finalmente decido regresar a mi habitación dejando a mis compañeros tomando en el bar junto a los militares. En la puerta de mi habitación, está el mismo hombre con el que estaba hablando antes de desmayarme en el túnel. El castaño sonríe cuando ve que me acerco.
- Supongo que tu eres el Teniente Coronel Alistair. – afirmo.
- Supone bien, vengo para que me agradezcas el no dejarte caer sobre alguna de las estatuas que habían allí. – observo al hombre casi con la boca abierta, esto tiene que ser una broma, una persona no puede ser tan egocéntrica en esta vida. Al ver su rostro serio caigo en cuenta de que no, no es una broma, si se puede ser tan egocéntrico al parecer. Paso por su lado hacia mi puerta, abro bajo su mirada expectante y entró a la habitación, me paro en el umbral y ahora si me giro con mi mejor sonrisa, el hombre que sin duda es mucho más alto que yo mantiene la mirada sobre mi y justo cuando seguro añadirá algo más, cierro la puerta en sus narices. Muchas gracias Teniente Coronel. Río para mis adentros y me tiro en la cama con el celular en mano, marco a mis amigas y al segundo pitido ya puedo escucharlas pelear al otro lado de la línea.
- También las extraño chicas. – río. Les cuento todo lo que pasó, exclaman alguna frase de sorpresa y emoción mientras les digo todo lo que he visto, hasta que finalmente les cuento sobre el desmayo y el hombre. Preocupadas preguntan una y otra vez si realmente estoy bien, les digo que si pero la preocupación sigue en sus voces, finalmente me dan la magnífica noticia de que como están en vacaciones decidieron venir a Egipto, las chicas estudian medicina al igual que yo además de arqueología que es lo que me trajo aquí, Lee se fue por la rama de salud pública vinculado con leyes lo que la convierte en mi primera opción si deseo matar a alguien y elisa se decantó más en pediatría con algo de psicología, ella sin duda podría conseguir lo que desee jugando con la mente de la gente pero ella es dulce, regresando a sus vacaciones según ellas no tiene nada que ver con que yo esté aquí. Claro que no. En un descuido Elisa suelta que quien les consiguió el viaje fue Richard, a lo que Lee pelea, dejando claro que lo hizo por amistad porque no son nada. No logró entender como es que Lee sigue negando esa relación, llevan un año donde él va en las madrugadas al apartamento y amanece con ella, siempre busca lo mejor para ella, pero la señorita sigue en negación sobre la relación, podemos verlo en ropa interior sobre ella en nuestra Sala pero se empeña en decir que no existe nada entre ellos, sacudo la cabeza tratando de quitar aquella escena del encuentro en el sofá. Nunca más volveré a ver ese sofá de la misma forma debido a ellos. Me despido de las chicas diciéndoles que las quiero y que las espero con los brazos abiertos. Me desprendo de mi ropa y zapatos y me meto bajo las cobijas, no tardo nada en caer en el mundo de los sueños.
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Damned
AdventureMitos y leyendas marcan la historia de la humanidad, donde dioses, monstruos, maldiciones y magia mantienen viva la esperanza en los corazones, ¿pero que tanto de esas leyendas puede ser real? ¿Existirá algo que ignoramos ahí afuera? Se habla en ca...