Visiones parte 2

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"Cierra los ojos y todo se irá"

Veo fragmentos del desierto y vuelvo a estar en el túnel frente al muro, acarició el muro con mis dedos y un poco más allá detrás de una estatua veo una pequeña grieta, me acercó a ella, paso mi mano para quitar el polvo, es una especie de llave dentro de una cerradura pero es apenas visible porque la estatua esta en medio. Siento que algo golpea mi cuerpo, caigo arrodillada, llevando nuevamente el rostro y estoy en el mismo lugar, pero está limpio, no hay polvo, ni estatua en medio de la lo que ahora está más que claro es una puerta, me levanto del suelo y extiendo las manos hacia la llave, pero mis manos ya no son mis manos, pequeñas letras adornan mis brazos mientras brazaletes de oro cuelgan de mis muñecas, observo mi torso que va desnudo, y una ligera tela cubre mis pechos y caderas, junto a collares de oro. No entiendo nada, la puerta se abre y da paso hacia una sala donde un trono descansa a lo alto, hay un hombre que me llama desde él y mis pies caminan sin que yo pueda evitarlo. Una niebla densa cae de la nada, dejando todo en completa oscuridad y siento que mi cuerpo cae.

Me despierto nuevamente exaltada aún en la cama del hotel, toco mi cuerpo que está empapado de sudor, tomo mi celular para ver la hora, 3:45am, me siento en la cama tratando de adaptar mis ojos a la oscuridad. Que sueño más extraño, logro calmar mi respiración y poco a poco el sueño vuelve a vencerme y caigo rendida, ahora sin pesadillas.

Despierto por la alarma a las 7:30am, rápido voy al baño a asearme, me pongo unos jeans negros, una camisilla blanca y sobre esta una chaqueta negra, mis botas y recojo mis rizos cobrizos en una coleta, miro mis ojos y tengo algunas ojeras, no las maquillo porque está claro que voy a sudar en la excavación así que solo me pongo unas gafas que oculten mis ojos miel casi dorados y las bolsas violetas bajos estos. Tomo mi mochila y bajo a la recepción, me reúno con mis compañeros y juntos nos llevan nuevamente en helicóptero al sitio de la excavación. Al llegar ya todos están trabajando o empezando a trabajar en algo, yo voy directo a colocarme los utensilios de Seguridad y sin esperar a mis compañeros me encamino al túnel, abajo ya están los mismos científicos del día anterior discutiendo sobre posibilidades. Regreso al muro, está igual que como lo recuerdo. Por un momento una idea absurda se cruza por mi mente, así que sigo con mis dedos el mismo trayecto que en el sueño, extiendo mi brazo por detrás de la estatua y como si mi mente me jugara una mala pasada toco algo, me digo a mi misma que es mi imaginación, pero la misma llave que sentí en el sueño está bajo mi mano. Veo una silueta acercarse a mi, Alistair.

-    Buenos días Isis. – se muestra seguro, como si saber mi nombre le diese algún poder sobre mi. Giro mi rostro hacia él de forma sería.

-    Buenos días Teniente Coronel Alistair. – le devuelvo el saludo de la misma forma y me Giro nuevamente sosteniendo la llave.

-    Puedes decirme, solo Alistair o podrías llamarme por mi nombre; soy Jared. – su voz deja de sonar arrogante, vuelvo a girarme a ver si se está burlando de mi, pero no, su semblante es serio, así que asiento y regresó mi atención a mi trabajo, como tonta trato de mover la estatua por mi cuenta pero claramente es imposible. Entonces Jared vuelve a hablar. – se supone que con tus súper poderes vas a mover eso mujer Maravilla? – ahora si usa un tono burlón.

-    Siento una especie de llave aquí atrás, pero no logró ver nada por esa estúpida estatua. – me quejo sacando la mano y enfrentando el rostro burlón del castaño. Lo veo reír y hace una señal a un grupo de hombres que están en una esquina, los hombres se acercan y entre todos mueven la estatua dejando a la vista la llave pegada a la misma especie de cerradura que había visto en mi sueño. Veo a dos de los científicos acercarse para intentar examinar pero Jared los detiene.

-    La señorita fue quien lo descubrió así que ella es quien debe tener el honor de ser la primera en abrir ¿no lo creen señores? – los hombres avergonzados asienten, veo a uno salir, supongo que para dar aviso de un nuevo hallazgo a los que están fuera del túnel. Observo temerosa a Jared, que me anima con una mirada a abrir la puerta mientras sus hombres sujetan con fuerza sus armas, Giro la llave polvorienta y antes de empujar la puerta una pequeña brisa se levanta, siento escalofríos en la columna y mis manos comienzan a sudar.

-    No te vayas a desmayar otra vez rata de biblioteca. – escucho a Jared burlarse, pero no le presto atención, empujo la puerta que da directo a la Sala de trono, esta oscuro, apenas se puede ver nada y el polvo y las telas de araña no son de mucha ayuda tampoco. Jared me hace a un lado con un movimiento suave y deja pasar primero a dos de sus hombres con una linterna, para examinar si el área es segura, cuando estos dan el visto bueno, entonces entro en compañía de los demás y con Jared a mi lado.

Camino despacio observando cada detalle, se puede escuchar el eco de nuestras pisadas en la arena, hay más estatuas y el trono esta lleno de arena y pequeñas arañas, me acerco más para tocarlo pero un grito me saca de mis pensamientos, veo a los hombres ponerse en alerta y Jared me toma del brazo arrastrandome fuera mientras los hombres disparan, tardo en darme cuenta de las serpientes que se arrastran hacia nosotros y del militar que es arrastrado fuera de allí, salimos de la Sala de trono y Jared cierra la puerta antes de que alguna de las serpientes pueda salir, justo en ese momento la profesora junto a otros hombres llegan al lugar. Veo como sacan al militar que fue mordido y como otro les explica todo lo que pasó a los recién llegados. Jared va junto a los que llevan al hombre fuera del túnel, entonces me veo rodeada de los investigadores que me hacen preguntas sobre como descubrí la entrada así que miento, decido mentir y decir que fue una coincidencia mientras pasaba la mano por los muros, si llego a decir que lo ví en un sueño, seguro me tachan de loca.

Llegada la tarde el helicóptero nos lleva nuevamente a la ciudad y un carro al hotel, cuando llego a la puerta de la habitación me doy con la gran sorpresa se ver a mis mejores amigas allí paradas esperando por mi. Suelto un grito de emoción y me lanzo sobre ellas, nos damos un fuerte abrazo, ellas son justo lo que necesito en medio de esta locura. Las dejo pasar a la habitación y mientras me baño ellas me van contando sobre el viaje, lo largo que fue y el susto que se dieron cuando vieron a un Árabe subir con un maletín al vuelo.

-    Bueno, y que tal la expedición de hoy?– Lee se acomoda en mi cama sosteniendo una almohada sobre su regazo mientras Elisa se deja caer sobre el sofá de la esquina. Camino en ropa interior por la habitación hasta mi maleta, y mientras elijo que ponerme les voy contando sobre el sueño, lo que pasó en el túnel y todo lo demás. Mis amigas me miran serias, jamás las había visto con tanta seriedad en todos los años que llevamos juntas.

-    No te parece algo raro todo eso? – Elisa se reincorpora en la cama. Término de ponerme las Vans y me paro frente al espejo.

-    Por supuesto que me parece raro, me asusta todo esto pero seguro fue que la ví ayer antes de desmayarme, seguro mi subconsciente me lo recordó en ese sueño extraño. Vamos, ese sueño es el más relajado que he tenido. – las chicas asienten recordando la cantidad de sueños extraños que suelo tener. Término de desenredar mis rizos y dejo el cabello suelto. Observo mi reflejo, jeans rotos que se adaptan a mis caderas pronunciadas, top de seda manga larga color negro y tacones de plataforma negros brillantes. Me perfumo y salimos juntas a comer, muero de hambre. En el restaurante del hotel veo a los militares sentados en una mesa hablando animadamente, entre ellos está Jared que mantiene una mirada distraída, con el ceño fruncido, ahora no tiene el uniforme sino una camisa de vestir manga larga azul Navy recogida hasta el codo lo que deja al descubierto un par de tatuajes que antes no había notado y unos jeans negros. Las chicas me mueven para que vuelva a la realidad y juntas caminamos a una mesa cerca de los militares donde está Richard junto a mis compañeros, Annabeth me felicita al igual que los demás por el descubrimiento de hoy, yo solo asiento avergonzada. Pedimos la comida y nos ponemos a conversar sobre como es el túnel, para explicarle a mis amigas y a Richard todo lo que hay. La cena pasa entre anécdotas y risas.

Veo a Jared pasar por nuestra mesa junto a algunos hombres, nos invitan a ir a un bar que esta cerca, para despejar y salir del hotel un rato, mis amigas no dudan en decir que si y juntos vamos caminando al bar que está solo a unas calles del hotel. Dejo que todos vayan al frente observando los detalles de Egipto por la noche, siento que alguien comienza a caminar junto a mi y no hay que ser adivinos para saber que se trata de Jared, su olor lo delata.

-    Como está el hombre que mordió la serpiente? – hablo bajo, casi murmurando, mientras el viento azota mi cabello haciéndolo revolotear de un lado a otro con fuerza.

-    James. - aclara - está mal, no saben que tipo de veneno es, dicen que nunca habían visto algo así, tuvimos que regresar al túnel luego de traerlos para llevar una de las serpientes al laboratorio, están tratando de ver si logran hacer un antídoto, pero dicen que James solo cuenta con 42 horas antes de que el veneno llegue a cada vena y arteria.– su voz sale apagada, no me imagino lo doloroso que sería para mi que me dijeran algo así sobre algún colega. Rozo mi mano con la suya para demostrarle mi apoyo, pone una media sonrisa que decae rápido.

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