Capitulo Único

133 6 4
                                    

Horacio:

Estaba soñando que estaba en un campo muy grande, lleno de florecillas de muchos colores pero casi todas marchitas, lo recuerdo bien, porque me daba la paz que necesitaba, como un campo invisible de vitalidad, a pesar de que todo estaba pereciendo me sentía bien, pero me sentía solo, recuerdo que me encontraba sentado recargando mis brazos en mis rodillas y la cara entre mis piernas, a pesar de que había luz, no me pegaban los rayos del sol y eso me hacía sentir bien estos días he estado muy triste, mi mente no para de dar vueltas rondando todo lo que he vivido, las personas que han entrado en mi vida y las personas que se han ido, claro, algunas personas no se han querido ir, simplemente me la han arrebatado de mi lado, no entiendo que hice para que la vida me pagara de esta manera siempre he tratado de ser bueno, he vivido situaciones difíciles, he hecho cosas malas por razones buenas, pero deberían entenderme, cuando solo tienes a tu hermano y el representa toda tu vida es normal hacer sacrificios para mantenerse (dentro de todo lo malo y de toda la mierda) de la mejor manera posible.

Siempre estoy pensando en Gustabo, ¿dónde estará? ¿tendrá hambre? ¿regreso Pogo? ¿huyo de mí? ¿huyo de esto? ¿lo secuestraron? ¿lo estarán torturando? ¿Estará vivo? ¿Estará muerto? yo fielmente creo que es mejor saber a cerca del paradero de una persona, porque, aunque la respuesta sea desalentadora o devastadora, por lo menos tienes una respuesta, y así no le lloras a la nada, no le pides a la vida milagros, si al final está muerto yo no podré hacer nada para remediarlo, pero lo sabré, no supe en qué momento de mi sueño empecé a llorar, me sentía bien, llorar me estaba ayudando a liberar todo este sentimiento, pero a diferencia de las demás veces, este llanto no me quitaba el aliento y no hacia doler mi pecho.

Llevaría unos 5 minutos llorado de forma tranquila cuando por mi nariz empezó a entrar un delicio olor, era muy ligero, pero lo reconocía a la perfección, solo que el olerlo me parecía demasiado extraño.

Poco a poco el olor a Vodka combinado con el olor del bosque se hizo más presente, entonces, fue cuando lo escuche, me estaba hablando por mi nombre... "¿Horacio?", "Horacio, estas bien?" "vamos cariño, despierta, "HORACIO! ¡ESTOY PREOCUPADO, DESPIERTA COÑOO!" y es ese momento desperté; no serían más de las 3 de la madrugada...

Viktor:

Estaba durmiendo, soy una persona que despierta fácilmente, y a pesar de que el día en el trabajo fue muy agotador, ya que estuvimos bajo la pista de Carlo Gambino y todo parecía humo, tenía la pequeña esperanza de que pudiéramos avanzar en la investigación, pero todo se volvía negro y las pistas se borraban, busque alternativas, pero no había rastro del paradero y eso me mantiene preocupado.

Se que Horacio ha estado muy deprimido, después del intento de suicidio no he podido dormir más de 3 horas seguidas, esa tarde estaba en la cede del FBI, estaba leyendo unos archivos que el agente G y la agente P me habían facilitado, era mucha información y estaba cansado, no fui consciente en qué momento me quedé dormido, ¿qué hubiera pasado si no me despertaba a tiempo?, por el trabajo siempre mantengo mi teléfono en silencio para evitar distracciones, pero ahora que vivo con Horacio, tengo mi teléfono con volumen, uno medio, y de tono tranquilo, pero que me permita saber cuándo H me necesita, ya que es muy dado que me llame para preguntarme si ya desayuné, o si me gustaría salir a correr, me llama para decirme chistes que acaba de ver por el móvil, para encargarme la compra de la despensa o para preguntarme que se me antoja de cenar; así que le he prestado más atención al teléfono, lo extraño fue que mientras dormía escuche como el teléfono daba timbre varias veces, en realidad no le tomé una gran importancia, todos los mensajes pueden esperar unos minutos, me desperté y salí del despacho rumbo al baño, me lave la cara y acomode mi cabello, regresé a la oficina para tomar mi teléfono y los documentos del caso.

Una Noche Liberadora - VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora