El verano de Julio en 1978 fue caótico, la masacre en el campamento Nightwing marcó la vida de más de veinticinco niños, adolescentes, y a los pueblos vecinos: Shadyside y Sunnyvale.
Pero en especial las vidas de Ziggy Berman y Blair Miller, dos cam...
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—Eso fue él diecinueve de julio de 1978, hace 5937 días. —Berman murmuró fijando su vista en los dos adolescentes frente a ella.— Blair fue golpeada por Billy Barker y luego mi hermana murió...y yo también. Y casi siempre deseo haber muerto.
Blair, quien había permanecido callada la mayoría del tiempo frunció el ceño ante las últimas palabras de Ziggy, no podía evitar sentirse culpable. Lentamente se puso de pie del sofá, dio unos cuantos pasos dándole la espalda a los demás, sintiendo como pequeños recuerdos que había olvidado invadían sus mente, provocándole un poco de dolor.
—Nick Goode logró hacer lo que yo no pude esa noche.— murmuró lentamente volteándose hacia Josh y Deena.— Estaba segura de que no había forma de traer nuevamente a la vida a Ziggy. Pero Nick lo logró, no se como.
—Un momento, ¿Eres Ziggy?. —Josh interrumpió. — Y tu Blair Miller.
Las dos mujeres asintieron lentamente, mientras Blair volvía a hablar.
—La policía y la ambulancia llegaron poco tiempo después. Cindy fue declarada muerta, evidentemente, después Ziggy y yo fuimos trasladadas al hospital.
Ziggy asintió— Ellos preguntaron cuál era mi nombre, Nick respondió por mi y luego de eso fui mayormente conocida por C.Berman.
Deena y Josh se miraron sorprendidos, entendiendo muchas cosas de la situación ahora. Entendiendo porque Blair había aparecido en su casa y los había llevado directamente hacia donde necesitaban, ambas mujeres se conocían hacía más de dieciséis años.
—Cindy...—Ziggy murmuró con la melancolía en su voz— Mi hermana se sacrificó por nada. Le conté a todos como murió, lo que acabo de contarles. Y nadie me creyó.
—¿Y qué hay de ti?.— Deena pregunto en dirección a Blair, quien solo negó sin querer responder.— ¿Y Nick?.
—Pensé que era diferente.
La voz de Ziggy sonó tan decepcionada y dolida al hablar de Goode que Blair no pudo evitar sentir la presión en su pecho, la misma que había sentido en el comedor del campamento Nightwing esa noche, cuando había entendido la conexión que existía entre Ziggy y Nick. Porque si, aunque Ziggy se había confesado esa noche y allá correspondido sus sentimiento, no quitaba que había una conexión entre ellos, por más pequeña que fuese.
—Pensé que me creería. Pero Nick ya tenía su destino escrito, al igual que Blair. Y no llegas a Sheriff contando historias de fantasmas, ni tampoco sales de este hueco con una Shadysiders a tu lado.
Blair trago en seco, sentándose nuevamente en el sofá, llamando levemente la atención de Deena, quien le dedicó una mirada de lastima.
