Pᴀʀᴛ. 01

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Un NamJoon cansado llegaba a casa después de unas sesiones de fotos que había tenido, le habían pagado demasiado bien, amaba su trabajo a pesar de ser un poco cansado estar tras los artistas, actores, modelos con una cámara.

Su esposo aún no llegaba ya que su trabajo terminaba en la tarde noche, ser un chef profesional no era fácil y menos estar trabajando con compañeros nuevos que no sabían trabajar mucho bajo presión.

Por eso cuando llegaba el lo consentía con comida, helado, galletas, dulces y muchos besos para que se relajara, lo cuál parecía funcionar siempre ya que caía dormido después de esa sesión de cariños, el se encargaba de llevarlo a la cama cuando se quedaba dormido en el sofá y no quería interrumpir su sueño.

—Enserio necesito aprender a cocinar.. Jin me va a matar si se entera que como esto en su ausencia—NamJoon susurro al recibir su pedido de comida, era una hamburguesa con papas fritas.

A su lindo esposo le molestaba que NamJoon no comiera saludable, pero que podía hacer, el menor no sabía cocinar y Jin se iba desde temprano para regresar en la tarde casi noche. En el refrigerador había verduras, frutas, carnes, cosas para cocinar pero el no sabía hacerlas, más bien no sabía y no le dejaban cocinar. 

Compraban algunos dulces, nieve, botanas y cuando el mayor se distraía compraba ramen instantáneo por su cuenta ya que eso si no le dejaba comprar, decía que era muy malo para él, junto con la comida de la calle o locales que no conocían.

Comió en el sofá tranquilo de que Jin no llegaría hasta unas horas más, vio un poco de televisión que le aburría con el paso de los minutos, no había nada nuevo, al terminar tiro la evidencia y volvió al sofá dispuesto a dormir un poco.

Se perdió de la noción del tiempo que durmió cuando unos fuertes rayos cayeron causando que despertara asustado, esas malditas cosas no le gustaban, las odiaba, no el agua, no la lluvia, sino esos rayos que causaban un ruido fuerte y que se fuera la electricidad.

Jin aún no llegaba y se asustaba, no le gustaba que su pareja estuviera afuera con ese clima, enserio que no, no quería llamarle y se distrajera manejando, pronto llegaría y lo consentiría como sabía hacerlo.

7:45 y SeokJin no llegaba y estaba planteándose seriamente en llamarle de nuevo, nunca había tardado tanto y el clima parecía empeorar, ya el marcarle se descartaba ahora quería salir a buscarlo.

Unas llaves sonaban en la puerta queriendo abrirla, al instante camino rápido viendo al mayor mojado abriendo la puerta, sin más se lanzo para abrazarlo queriendo llorar, su esposo había tardado tanto y su mente había hecho miles de historias en su cabeza que le daban miedo.

—Amor estoy mojado..—lo quería abrazar también pero no quería mojarlo y se enfermara después.

—Llegaste tarde..—se aferro más a él al escuchar otro rayo caer.

—Si lose, había mucho trafico—correspondió por fin al abrazo sabiendo lo nervioso que era el menor.

—Me preocupe tonto..—unas lagrimas escaparon de sus ojos aún escondido en el cuello del contrario.

—Lo siento amor, pero ya llegue y no tienes que..—lo vio con ojitos llorosos y dejo de hablar, le limpio las lagrimas y dejo caricias en su cabello.

Sonrió para calmarlo, se había asustado mucho con ese mal clima afuera y el sin dar señal de que estaba en camino, después de asegurarse que ya estaba bien lo soltó un poquito viendo que lo había mojado.

—Tienes que cambiarte, te moje—el menor asintió y camino a su habitación junto a SeokJin.

NamJoon ya se había cambiado y esperaba pacientemente a su pareja a que terminara de bañarse, con forme pasaba más el tiempo más feo era el clima, más era el agua, y más fuerte los rayos. Con miedo se escondió bajo las cobijas al ver como un rayo caía fuera de su ventana y causaba que se fuera la electricidad.

—¿Nam? Hermoso ¿Dónde estas..?—el mayor salió con el cabello mojado buscando a su nervioso esposo.

Lo vio escondido en las mantas y camino hasta él abrazándolo por la espalda, era consiente del miedo que le tenía a esos rayos, y a pesar de estar cansado, con hambre, y sueño, prefería estar con su esposo durante ese tiempo que la luz no este.

Cariño, estoy justo aquí..—susurro reconfortándolo.

El menor se dejo ver y correspondió al abrazo descansando su cabeza en el hombro de Jin, las caricias en su espalda le hacía relajarse, no tener miedo. 







Dusk Till DownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora