Pequeña Lili

3.5K 265 65
                                    

[!] Mommy kink (nada sexual, sólo se mencionará el apodo "Mami").

Lisa llegó a su vida cuando más lo necesitaba, sin saberlo siquiera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lisa llegó a su vida cuando más lo necesitaba, sin saberlo siquiera. Llegó para poner su mundo de cabeza y hacerla aprender a ser lo que la muchacha necesitaba, sin pedírselo siquiera. Y le enseñó, a su dulce manera, a ser una mejor persona. Sin necesitarlo siquiera.

Las cosas en la clínica iban de maravilla. Jennie tenía ya su reputación hecha a base de su siempre gentil —aunque a veces intimidante— presencia y las pequeñas y privilegiadas manos que le dieron el estatus de médico cirujano que posee actualmente. Aunado a su personalidad cálida y a la vez seria y madura, doña de liderazgo y muchas ganas de ayudar y seguir aprendiendo, la doctora Jennie Kim era un reconocido rostro en el mundo de la ciencia y uno muy querido entrar sus colegas y pacientes, como la señora Won que cada navidad enviaba una lata de galletas desde que una intervención exitosa en manos de Kim salvó la vida de su esposo.

Se podría decir que la llegada de los nuevos rostros fue en el mejor momento de la clínica, ese en el que Kim atendía más de doce cirugías a la semana todas con éxito. Los estudiantes recién salido del horno, llenos de esperanza y aspiraciones al futuro, entraron por la puerta de la clínica Santa María un lunes soleado, con grandes sonrisas y muchas ganas de comenzar su nuevo empleo... Excepto una.

Y llamó la atención de la cirujana tan pronto como entró por la puerta de la oficina del director, llevando mal puesto el uniforme azul y el palito de una paleta entre los labios.

Lisa era muchas cosas, entre las que se destacan una persona que definitivamente no es de mañanas, una chica con mucho que decir pero muy pocas personas para escucharla, una joven de sonrisa escondida y tímida, dueña de un perrito que adoptó para sobrellevar un periodo de suma tristeza en su vida. En la clínica siempre apoyaba en lo que le fuese o no solicitado, con indulgencia y amabilidad al sonreírle a los pequeños de oncología al terminar sus sesiones de quimioterapia, para después asegurarse de que se fueran tan tranquilos les era posible de vuelta a casa. Atendió un parto de gemelos  y sujetó bien fuerte la mano de la futura madre, apoyándola hasta el último momento, para después saber lleno de júbilo que uno de los bebés llevaría su nombre.

Sin embargo Lisa, a diferencia de sus compañeros enfermeros recién llegados, aún no elegía un área en especial. Y eso le causaba demasiado conflicto interno pasados los primeros seis meses del año. Al principio consideró pediatría, pero su paso por oncología la hizo encariñarse con los chiquitines ahí y ni qué decir de lo mucho que le gustó apoyar en maternidad y ver todas esas madres orgullosas y felices recibir a su recién nacido en brazos, haciendo que absolutamente todo lo que pasaron valiera la pena. No era muy buena con el laboratorio, porque manejaba bastante mal llevar entre las manos tubos con sangre tibia y ese detalle le era motivo de burla entre sus familiares, porque una enfermera con asco a la sangre era inconcebible.

Le gustaba trabajar con mujeres y niños, más que otra cosa, porque eran cálidos y podía ser ella mismo frente a ellos.

La primera vez que la joven trabajó con Kim fue para una cirujía de hernia a un hombre mayor que llegó de urgencia. La guardia de ese día era escasa y la chica tuvo que tragar bien hondo antes de subirse el cubre bocas y entrar a cirujía, dispuesta a dar todo de sí para ser de ayuda y no manchar el nombre de la reconocida médico cometiendo algún error estúpido.

Pequeña Lili | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora