23.- Traicionera apasionada

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Helga abrió la regadera del baño, puso el agua fría y aún vestida se metió a la tina mientras el agua helada caía sobre su cabello, quizás con el agua fría lograría calmar sus hormonas...

Del otro lado se encontraba un muchacho extrañado al escuchar la regadera abierta, recargando todo su cuerpo y colocando su oído contra la puerta y sin previo aviso de pronto está se habría de golpe ocasionando que el Rubio callera sobre una helga aún vestida pero completamente mojada y fría con una mirada hambrienta de pasión y sexo.
Era helga la que a pesar de colocarse bajo el agua helada, no podía soportar estar ni un minuto más sin arnold, sin su cuerpo y sus besos.

-Al ver a un arnold confundido, lo miro con seduccion en sus ojos y en una sola frase directa expreso con sensualidad no, mejor dicho con sexualidad descomunal al hablar -Bañemonos juntos...

Acto seguido Arnold se separo inmediatamente asustado pero emocionado como un adolescente virginal mirándola con esperanza cursi.

-No me mires así, es tan inocente tu mirada que me dan ganas de provocarte más a cada segundo, se que en cualquier momento saldrá de ti un arnold jodidamente sexy.

Arnold la tomó del rostro aún húmedo con una mano y con la otra cerró la puerta lentamente poniendo el ceguro adecuadamente, se acercó a helga con una mezcla de temor y decisión, y con la mano aún suelta la coloco en la cintura de helga acercandola lentamente y propiciando un beso pequeño y tierno y en la frente de helga, alejando su rostro para ver a una helga berrinchuda, lo que generó que arnold soltara una sexy sonrisa de lado seguido de un guiño hacia la rubia desesperada por sexo salvaje... aunque aún era virgen...

Arnold continuo con sus labios de igual forma con un beso pequeño y delicado, volvió a alejarse para mirar su hermoso rostro y continuar besando poco a poco mientras helga le desabrochaba la camisa.

Arnold tuvo que separarse un poco para quitarse la camisa, la tomó del rostro con ambas manos, la beso apasionadamente concluyendo con un pequeño mordisqueo en su labio inferior
-Te voy a desvestir yo... no me ayudes ni un poco ok?- helga asintió con el rostro
-Quiero admirar cada parte de ti, y quiero bañarme contigo y hacerte el amor poco a poco, Quiero...

Decía mientras desabrochaba la camisa de la rubia que aún conservaba del concurso, y continuaba con los pantalones, hasta dejarla en su ropa interior color rosa

-Quiero... rosa?
-Cállate idiota, el rosa me trae buena suerte-
dijo helga con un puchero angelical pero al estar despeinada y semidesnuda se veía tremendamente sexy ante los ojos de arnold, haciendo que sus hormonas adolescentes y virginales se descontrolaran acto seguido en un acto desenfrenado la sostuvo de los muslos para cargarla y pegarla contra la pared... Para este entonces arnold ya estaba erecto y su pene exigía salir de sus pantalones lo que provoco que sus partes íntimas chocarán y helga al estar lubricada sintió como su sona intima palpitaba con un ligero cosquilleo que le recorría hasta la sona baja de su espalda entre sus lindos holluelos de venus...

Arnold al tenerla a su merced la besaba apasionadamente mientras mantenía su pene erecto contra las pantis de la chica, luego nuevamente la miro directamente a los ojos y empujó suavemente sus caderas hacia arriba, poco a poco aumentando la velocidad sin dejar de mirarla a los ojos, como si intentará retarla a gritar, algo que ofendió a helga y tomó como un reto, haciendo que esta al gemir apretara los labios fuertemente seguido de mordelos para evitar soltar algún ruido de placer, cosa que parecía que arnold ya había planeado con antelación propiciando nuevamente su sexy sonrisa de lado haciéndole sentir a la rubia que ya se encontraba perdiendo...

Y entonces helga pensó. -y que importa si pierdo esta vez?- y cerrando los ojos dejo salir sus gemidos sin pena ni vergüenza sin importarle que le escucharan afuera, cosa que sorprendió a arnold, le hacía sentir varonil, victorioso, es decir, le había ganado a su acosadora personal por primera vez, y la estaba sometiendo a sus bajos deseos.

Pasión, Amor, Celos: 𝑙𝑒 𝑓𝑖𝑙 𝑟𝑜𝑢𝑔𝑒 𝑑𝑒 𝑙'𝑎𝑚𝑜𝑢𝑟 𝑝𝑒𝑢𝑡 𝑎𝑢𝑠𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora