Patria Protestad

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-Bueno y a ti que te importa eh? es mi problema no el tuyo, así que por favor...déjame a mi solucionarlo sola  - pregunté ya harta de la situación en la que me encontraba- 

-Necesitas ayuda y lo sabes, por favor no te hagas mas daño a ti misma y déjame ayudarte... por favor-

-No... Damián todo está bien, todo saldrá bien no te preocupes...-le di una de las que para mi iban a ser las ultimas sonrisas que compartiría con el-

-Está bien pequeña, te dejo tengo unas cosas pendientes que hacer.... te quiero- dijo eso dejando un beso en mi frente y se marchó, yo tenía que seguir con lo mío, mis problemas pronto se resolverían...













        

                                                                                                            ♥















Inútil no era la palabra que me describía, era cobarde, si una cobarde por tratar de superar mis problemas con la muerte, mis amigos buscaron la manera de ayudarme, pero quien podría ayudar a una, chica miserable mis problemas con el paso del tiempo crecían mas y mas al punto de agobiarme, era cuando mas necesitaba que me dijeran esas palabras de ''todo va a estar bien'' envueltas en un cálido abrazo que te brindan protección y tranquilidad, pero no quería involucrar a nadie en mis problemas, menos a mis amigos suficientes tienen con los de ellos como para tener mas, yo seguía en aquel parque procesando todo y como resolvería mis problemas, pero todo se resumía a la muerte, me iba a doler marcharme literalmente pero si no me iba pronto iban a ir por la gente que me importa, mi gente, no me quedaba mas que pelear y morir para saldar las cuentas.

Me paré de aquella banca en la que me encontraba sentada hace unos minutos con Damián y empecé a caminar sin rumbo alguno, yo perfectamente sabía que Damián  no se había ido así  que yo sabía que el me estaba siguiendo, mas bien nos estaban siguiendo, disminuí mi paso para que Damián me alcanzara hasta que finalmente lo hizo.

-No tenías cosas que hacer eh Damián? -

-Perdón, es solo que... realmente quiero ayudarte, yo tengo que...- interrumpí-

-Esta bien...ya...ya no importa ya pasó, ahora mejor tomemos un taxi y vamos a casa-

-Está bien- me brindó una sonrisa, esa cálida sonrisa que le brinda esperanza a cualquiera-

Caminamos unas cuadras mas hasta llegar a la avenida y aun no seguían ''Demonios'' pensé, en este momento no quería nada mas que poner a salvo a Damián el era inocente y por mi culpa le podían hacer algo, eso jamás iba a suceder menos si yo puedo hacer de todo para proteger a mi gente, lo haría estaba al borde del pánico al ver que se acercaban, rápidamente subí a Damián al auto y le di instrucciones al chofer.

-Sube primero Dam- empezaba a desesperarme-

- Y tu? no subirás? tienes que subir porque si no- no lo dejé terminar porque lo empujé dentro del auto-

-Perdóname, te quiero mucho si? Te veo luego- tuve que correr mientras escuchaba como el golpeaba el vidrio en busca de llamar mi atención, lo ignoré hasta que perdí de vista el carro, mientras corría coqué con muchas personas mientras les gritaba un perdón o un losiento si es que les causaba daño alguno.

Llegué a un callejón, un callejón sin salida, el cual yo sabía perfectamente que de ahí yo no salía con vida si es que luchaba, mas si me dejaba llevar por esos tipos tal vez saldría con vida pero con una que otra herida .

-Que es lo que quieren eh? No les bastó con la paliza del otro día0?-

-Estás sola niña, no puedes contra nosotros, todos aquí sabemos que viva de esta no sales-

-No pongas resistencia niña, solo ven con nosotros y haznos el trabajo más fácil, nuestro jefe quiere hablar contigo-

-Y yo ya dije que no hablaré con el, déjenme ir se los suplico-

-Oí mal acaso? No fue una pregunta si querías ir o no, es un orden que debes de cumplir-

-Si? PUES NO LO HARÉ- dije con una mirada retadora 

-Amarrenla-

Di pelea lo mas que pude, pero aun así termine con uno que otro golpe hasta que tuve que ceder ya que si no accedía iban a lastimar a mi madre.

Me pusieron una tela negra en la cabeza y me subieron a un auto hasta que llegamos a una casa? Muy lujosa por cierto, ya sabía a quien le pertenecía, me daba igual estar ahí simplemente quería que terminara esa pesadilla de una vez.

-Hola...hija mía, espero que tu viaje hasta aquí haya sido de tu agrado-}

-JA, si claro adoro que me golpeen y me pongan una bolsa de tela negra en la cabeza que casi me impide respirar- dije con cierto tono de sarcasmo-

-Oh hija discúlpame pero..-

- Ya te dije que no soy tu hija, ve al grano y dime que quieres, quiero largarme de aquí lo antes posible y evitar lo mas que pueda ver tu insípida cara-

-Igual que tu madre, tienes un carácter de...-

-Si ya eso lo se muy bien, ahora ve al grano que necesito largarme de aquí- dije con cierto tono de irritación en mi voz-

-No se como lo hiciste, pero terminaste con la vida de mi mano derecha, nadie había sido capaz de hacerle daño a uno de mis hombres- interrumpí-

-ah, aquel idiota que intentó viol*ar a una de mis amigas? Esa escoria tan asquerosa? A EL TE REFIERES? por que si es de el déjame decirte que estoy orgullosa de haber acabado con escorias como el, ese hijo de perra...no merecía vivir

-Era MI mano derecha niña!!!-

-ELLA ES MAS IMPORTANTE QUE LA BASURA DE MANO DERECHA QUE TENÍAS !!! Si sabías...si sabías que esa escoria tenía pensado traicionarte?? tenía pensado matarte-

-Awww te preocupas por mi-

-Quisieras inútil- giré mis ojos

-Bien, a lo que iba.....





                                                                                          Quiero tener tu patria protestad

HASTA QUE TÚ SONRISA SE APAGUE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora