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Uɴ ᴍᴇs ᴅᴇsᴘᴜᴇ́s

Me desperté.
Ese día me iría a California durante unos meses. Esa semana la había disfrutado al máximo con Eli.

—Tn, ¿prometemos algo?—cuestionó a lo que yo asentí—. Prometo estar esperándote lo que haga falta.

—Prometo llegar lo antes posible para estar contigo—dije con mis ojos cristalizados.

—Te amo, Tn—dijo.

—Yo más—respondí para después acercarme y darle un tierno beso en forma de despedida antes de caminar hacia el avión.

Y así fue la última vez que vi a Eli, porque cuando volví de California todo era diferente.

Uɴᴏs ᴍᴇsᴇs ᴅᴇsᴘᴜᴇ́s...

Ese día volvía al Valle, estaba muy emocionada de volver a ver a mi familia y amigos, pero sobretodo estaba emocionada porque lo vería a él, a Eli.

Lo que me sorprendió es que no vinieran ni Miguel ni él al aeropuerto, pero le resté importancia y fui a mi casa directamente.

Cuando llegué pude ver que solo estaba mi abuela. Mi madre estaba trabajando y Miguel no lo sabía.

Me recosté en mi cama y me quedé dormida, había vuelto muy tarde del aeropuerto y al día siguiente empezaría de nuevo el instituto aquí en el Valle, no es que quedara mucho, solo quedaban como unos dos días, pero bueno.

[...]

Me desperté por mi alarma, noté que Miguel todavía no estaba, supuse que se habría quedado a dormir a casa de alguien.

—¡Buenos días!—dijo mi abuela en español.

—Buenos días, abu—dije dándole un abrazo.

Desayuné tranquilamente, después me vestí y me encaminé a la escuela.

Una vez allí busqué a alguno de mis amigos sin éxito.

—¿Tn?—escuché que decían detrás de mí.

Volteé y vi a un chico el cual llevaba un mohawk de color azul.

—¿Hola? ¿Nos conocemos?—cuestioné, confusa hasta que lo miré detenidamente—. Espera, ¿Eli?

—Has vuelto—murmuró.

—Te dije que volvería—respondí—. Me gusta el nuevo look.

—Sí, bueno...—empezó a decir, pero lo interrumpieron.

—Amor—le dijo Moon acercándose para después besarlo.

Los miré confusa y triste antes de bajar la mirada al comprender lo que pasaba.

—Yo... me voy—dije claramente incómoda para luego comenzar a caminar.

Habíamos prometido algo y a él no le importó.

—Tn, espera—dijo Eli detrás de mí.

—¿Qué quieres?—cuestioné sin ganas de hablar con él.

—Lo siento—dijo.

—Has roto tu promesa—respondí, dolida.

¿Por qué lo hiciste?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora