Asegurando Tierras

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Catelyn.

Catelyn sabia que la vida nunca fue justa del todo, los dioses no siempre protegían a los indefensos y ella lo sabia muy bien. Su esposo Eddard Stark era el hombre mas honorable y bueno que ella hubiera conocido en su vida, si el no fue perfecto, después de todo el la engaño y tuvo un hijo bastardo. Si, el no fue perfecto pero a sus ojos el fue el mejor o uno de los pocos mejores hombres que existieron.

Pero ahora, ella veía con mucha preocupación la decisión que su hijo estaba tomando. "Tus abanderados juzgarán esta decisión Rob"  El joven rey del norte detuvo su pluma sobre el pergamino 

"Tiene a Sansa en sus manos, los nacidos del hierro tomaron nuestras tierras, los Lanister se están reagrupando, los Tyrell están ahora del lado del trono de hierro. ¿Que otra opción tenemos?"

"Julio ama a Sansa, puede que este casado ahora con otra pero esos sentimientos aun siguen ahí"

"¿Crees que Sansa pueda apelar a nuestro favor?" Una leve chispa de esperanza en los ojos del rey Rob pudo ser vista por su medre quien sabia que las probabilidades de que Sansa mejorara el tratado eran altas.

"Es posible, pero necesitamos hablar con ella"

"El enviado dijo que Sansa se nos entregara cuando el norte sea liberado de la presencia de los nacidos del hierro" Rob no se sentía muy a gusto con todo lo que estaba pasando, el sabia que ahora su hermana Sansa era la lleve al norte desde que sus otros hermanitos estaban muertos y si el moría ella seria una importante herramienta politica. 

La fuerte tormenta que azotaba el castillo de aguasdulces y las tierras a su alrededor era muy fuerte y los truenos que caían iluminaron el interior justo donde estaban Catelyn y su hijo Rob. Ya era muy tarde en la noche y el rey Rob solo pudo tomar la opción mas sensata que el tenia ala mano.

"Las cosas no podrían empeorar mas, ¿verdad?" Rob no sabia lo equivocado que el estaba, pero lo descubriría en unas pocas horas cuando barios de los hombres de su tío Edmure Tully y barios de sus hombres de mayor confianza estaban arrastrando a barios hombres junto con Lord Karstark, el supo que la situación estaba por empeorar.

. . . . . . . . . . 

Margaery.

Cuando Margaery, su abuela, su hermano y los caballeros que los acompañaron llegaron a un cuarto hemisférico que parecía ser un teatro. Estaban situados frente a un par de puertas dobles enormes. Intrincadas estatuas decoraban ambos lados de la puerta, bellas diosas a la derecha y demonios de aspecto cruel a la izquierda. Incontables estatuas de aspecto ominoso y otros tan hermosos y realistas que mas de uno pensaron que las estatuas empezarían a moverse.

Al ver las decoraciones de las puertas hacían que los que las miraban pensaran en "Las Puertas del Juicio" Margaery no sabia quien dijo eso, pero ella no refutaría eso.

El enorme cuarto, era silencioso, tan silencioso que Margaery podía oír el típico silbido en sus oídos cuando llegaba a estar en un cuarto en absoluto silencio.

"Estos pasteles son una delicia" Garlan estaba comiendo uno de los múltiples pasteles, botanas y platillos que barias de las sirvientas habían del lugar habían traído. 

"Me alegra que te tomes tu deber tan enserio Garlan" Garlan sabia que su abuela no aprobaba la manera poco adecuada en la que el estaba devorando la comida que les habían traído.

El no solo era un caballero de la familia Tyrelle, también era el segundo hijo de su honorable familia y aunque el nunca buscó la gloria personal, eso no significaba que el podía ir por ahí ensuciando el nombre de su familia. 

legión del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora